•CAPÍTULO TREINTA Y OCHO•

1K 195 41
                                    

"Te necesito"

Mi novio, mi maldito novio que en un infortunio resquebrajó mi cabeza con preguntas sin respuesta, se encuentra comiendo descaradamente mis labios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi novio, mi maldito novio que en un infortunio resquebrajó mi cabeza con preguntas sin respuesta, se encuentra comiendo descaradamente mis labios.

Bueno... Yo me he lanzado sin descaro a su reparo como todo un menesteroso necesitado de su calor y de su cuerpo, y él, solo corresponde a mi osadía.

Es que ¡Por el amor de Dios! Tenerlo alejado de mi corazón y de mi agónica piel se percibe como errado.

Y luego de vivir a flor de piel como quedas huérfano de toda posibilidad de amor alguno de un suspiro para el otro, con el pequeño aguerrido, no preciso de más vueltas que la redada de sus besos para volver a sentirme vivaz.

—Pequeño, lo lamento tanto —comenta entre cariñosos besos a todo mi rostro, cabeza y cuello.

"¿Perdón?" Resuena en los confines de mi mente mientras me aboco a regenerar mi ser entre sus toques... "Perdón, deberías pedir si no me tocas".

-¡Shh! No hables... Solo bésame dictamino enredando, aún más, mis piernas y socavando sus renegridos cabellos cual domador de potros buscando montada a clina limpia.

—¡Maldición pequeño! —hunde profundo la sin hueso degustando a su antojo mi fortuita entrega, absorbiendo mis gemidos que brotan sin control alguno cada que su mano aprieta mi sensible cadera.

Mis sensaciones llevadas a toda velocidad y al límite de mi racionalidad, buscan en lo recóndito de mi mente, de qué manera podemos avanzar sin tener que desnudarnos frente al acceso de la UTI y pedir a los cuatro vientos que me deje domarlo como fiera.

—T-te... —seguido de una profunda succión a su labio inferior —juro que si no me... —recibo gustoso el baboso sabor de su cálida cavidad profanando mi interior mientras percibo el ahínco de sus dientes sobre mi sensible dermis.

—Lo sé, mi sexi y atrevido residente —murmura con una cínica sonrisa ladeada en su rostro —. Si no te follo duro dentro de los próximos minutos, puedo ir despidiéndome de mi pene.

No puedo dejar de devolverle la misma retorcida sonrisa compartida al sabernos tan ameno del fuego impartido entre nuestros cuerpos. Entonces, me acerco lo suficiente para murmurar caliente a su oído: -Así me gusta cariño, que sepas lo que es bueno. Pero no quiero que me folles, quiero montarte duro...

Sus orbes oscurecen en automático. Y pateando a un lado la bolsa de alimentos, se adentra al primer cuarto contiguo conmigo entre sus brazos, mientras observo de soslayo para todos lados, sopesando el silencio sepulcral de la soledad de los pasillos siendo interrumpido por nuestras aceleradas respiraciones y chasquidos.

Calor, mucho calor, demasiado calor... Quema mi piel bajo su tacto a la impaciente espera de entregarnos como animales en celo.

Y en medio del húmedo roce de labios inflamados por el uso, se escuchan los pasos de mi amado y una traba girando, mientras exhala bufidos, maldiciendo a su miembro por estar tan duro y adolorido.

Su cuerpo y mi cuerpo encajan en una agónica sincronía donde nuestras manos no bastan para desvestirnos y tocarnos en simultáneo. Y entre patadas, moviendo el torso cual víbora, nos despojamos -finalmente- de las telas que impiden incinerar mi sexo contra el suyo.

—¡Con un demonio pequeño! Me vengo encima tuyo si te sigues moviendo... —jadea contra mis caderas apoyadas en una supuesta cama a mis espaldas —Soy todo tuyo... —escucho drogado del momento.

Despierto repentino de mi trance sexualizado entre jadeos, en cuanto lo observo recostar su cuerpo mientras se cruza de brazos por detrás de sus transpirados cabellos sin perderme del rango de visión de sus oscurecidos ojos.

—Eres un puto Dios griego Jeon, y para colmo... mío —mordiendo la comisura de mis labios, agazapado me acerco entre gateos para ofrendar mi miembro enardecido por el contacto de sus ribetes envueltos como capullo en lo profundo.

—Sí pequeño, todo tuyo... —dictamina mientras engulle de una provocando un gutural sonido proveniente de mis labios mientras me pierdo en el vaivén de mis caderas sobre su rostro.

Mis manos apoyadas a ambos lados de la pared, mi cuerpo a medio sentar, disfrutando de mi entrega y su admitir, entornando mis ojos ante tamaño placer y escuchando cada pecaminosa succión a mi falo, bastaron para que luego de unos momentos donde percibí dejar este plano por otro más astral. Me descargue con furia pasional aferrando una mano a sus cabellos.

—P-por f-favor doctor... Jeon —emito temblando sobre su pecho para luego crear coraje y descender buscando probar mi lefa desde sus labios.

—Delicioso pequeño —murmura tras un caliente beso compartido entre nosotros mientras desparramo sobre mi fruncida entrada, los fluidos que extraigo de su boca con mis dedos.

Y bajo su atenta mirada, alineo con una mano su palpitante dureza entre mis glúteos y rodeando sus hinchados labios con mi lengua, desciendo paulatinamente sintiendo llenar por completo mi tembloroso cuerpo entre gloriosos espasmos.

Y sin perder contacto con sus brillosos ojos que me aman sin decir vocablo, doy comienzo al agónico vaivén de mis caderas... Vaivén que provoca que se aferre con relativa fuerza de sus manos, a mi nívea piel, provocando profundos jadeos entre ambos.

Y me dedico cual fiel pastor a su rebaño, acompañando mi cuerpo a cada espasmo suyo incontenido, combinando mi empalme con su arremetida de cadera descontrolada y exigente por algo más; aunque sea demasiado.

—Sí Jeon... dame todo —murmuro sobrepasado, cabalgando como si mi vida dependiera de ello, y exaltándome ante la opresión y estiramiento de la protuberancia de mi pecho entre sus dientes.

—Te voy a llenar bien duro, pequeño goloso, mis bolas se retuercen por descargar con furia dentro tuyo.

Lo siguiente que percibo, es su toma firme a mi cadera mientras arremete con creciente furia y desbordando calor por todos lados, mientras mi falo -latente de nuevo- chorrea ensoñado sobre mi ombligo y su cuerpo ante cada rebote bestial que me pega.

—P-por f-favor... Jeon... me vengo —deliro entre sus fuertes estocadas, sin piedad alguna, a mí sensible próstata.

—Juntos amor, juntos... —jadea entrecortado con sus venas a reventar delineando su cuello y brazos.

Y en cuanto exploto de placer, evocando su nombre sin soportar ni un instante más el limbo provocado en mi interior, percibo su caliente simiente llenarme desbordando y recorriendo un placer inimaginado desde la punta de mis pies hasta mi último cabello.

Y en cuanto exploto de placer, evocando su nombre sin soportar ni un instante más el limbo provocado en mi interior, percibo su caliente simiente llenarme desbordando y recorriendo un placer inimaginado desde la punta de mis pies hasta mi último c...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
































BUENA RESIDENTE DOMADOR😏

GRACIAS POR LEER, VOTAR Y COMENTAR🥰

LOS AMITO MUCHO❤

ʟǟ քǟֆɨÓռ ɖɛʟ ɢǟʟɛռօDonde viven las historias. Descúbrelo ahora