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Mateo
- Mateo podemos hablar- toca la puerta de mi pieza Camilo.
-no quiero hablar con vos Camilo, dale no quiero pelear- suspiré molestó.
- dale Mateo, hace una semana no me hablas.
Suspire y me levanté. Le abrí la puerta y me volví a acostar.
- quiero hablar Mateo- se sentó en la cama.
- y habla- levanté mis hombros.
-en serio, no me gusta que estemos peleados, y se que me fui a la mierda pero...-
- exacto, vos lo dijiste. Te fuiste a la mierda- me senté, quedando apoyado en el respaldar de la cama.
- pero es que entendeme vos a mí. Sabes lo que es ver a tu amigo, hace más de un año en la mierda. Mateo cambiaste por completo, y yo a vos te amo, sos un hermano para mí. Me duele verte así, solo quiero que salgas adelante- hablo.
- yo...- suspire- te entiendo, pero nadie me entiende a mí- lo miré angustiado y sentí mis ojos arder- vos no sentís el dolor que siento al recordarla. Es horrible, vos sabes por todo lo que pase con ella Yo me imaginaba toda una vida a su lado,pero cada día tengo menos esperanzas en volverla a ver- se me quebró la voz- y te juro que intento salir de esto, pero no puedo. No sin ella-pase mis manos por mi cara.
- amigo... Para eso estoy yo, pero deja ayudarte por favor- se sentó a mi lado.
- encima lo peor, es que la amo. Pero al mismo tiempo siento que si vuelve no la voy a querer tener cerca, porque necesito sanar. - hice mi cabeza para atrás- no sé, es difícil de entender- suspire.
- tranquilo, dale turro que de esta salímos juntos- sonrió pegándole despacio en la espalda.
- gracias por todo, posta- hable.
- no agradezcas, ahora me tengo que ir a lo de mi viejo, pero más tarde me llegó- se paró.
- dale wacho, nos vemos- hicimos nuestro saludo con las manos.
El se fue y yo entre al baño. Me lave la cara y hice pis. Salí del baño, me puse un buzo, y salí de mi casa.
Comencé a caminar, como hago todos los días. Era de tardecita, y no hacía ni calor ni frío, estaba piola para andar con un buzo y pantalón corto.
Mi celular comienza a sonar, por lo que lo saco de mi bolsillo, en la pantalla figuraba "Pedro Peligro"
- viejo que pasó?- atendí.
-Mateo, saliste a caminar vos?- pregunto.
- si, por?
- Podés venir a casa?
- ¿paso algo?- pregunté.
- No nada, vos vení- hablo.
- bueno, hay voy- corté.
Di la vuelta y comencé a caminar hasta mi casa. Pase por el kiosco y me compré un chupetín azul.
- ehh Ñeri, como andas?- apareció un amigo del barrio; Ezequiel.
- todo piola Eze, y vos?- apoye una mano en la pared.
- acá andamo' amigo, estoy endeudado- río.
- ¿Porque?- pregunté.
- unos problemas con el transa, pero nada que no se pueda arreglar- le resto importancia- y vos wacho, cuando te venís a una joda en el barrio.
- no sé ñero, vos sabes que no salgo mucho. Pero veo si me llegó un día de estos.
- vos sabes que estoy para lo que sea negro. Yo sé que desde que se fue la Alma no salís, haber cuando nos quemamos un par. Y acordate lo que te digo, la Almita regresa en cualquier momento- me señaló.
Hice una media sonrisa- Gracias negro, me voy llendo, nos vemos wacho- lo saludé.
Llegué a mi casa y abrí el portón para pasar por el fondo. Entre por la puerta del patio y camine hasta la sala.
Quedé helado, mi aire comenzó a faltar. Sentía como todo dentro de mí se revolvió, quedé paralizado.
