La manada Wolfstar se habían instalado en la cabaña que sería aparentemente su hogar temporal, la noche les sirvió para descansar y con todo lo que les hubo ocurrido muy fresco en su mente prefirieron dormir al menos por esa primera noche que pasarían en territorio desconocido en una “pila de manada” con el miembro menor en medio de ellos quién entre llantos les había revelado toda la verdad de cómo fue engañado, lo que les hizo odiar aún más a los Argent, el menor les pidió perdón y su manada le dijo que aunque no debía pedirles perdón pues no fue su culpa, había sido engañado y ellos debieron prestar más atención a sus amistades, le concedían el perdón si así estaba más tranquilo, el alivio fue instantáneo y un poco de armonía volvió a sus vidas tan cambiadas en unos pocos días, les costaría superar las perdidas eso seguro, pero se prometieron enfrentar la vida aprovechando la segunda oportunidad otorgada, como su familia lo hubiera querido.La mañana siguiente…
En la cabaña donde se quedaban los Wolfstar sus inquilinos terminaban de disfrutar de su desayuno, cuando la puerta fue tocada.
Quién fue a abrir la puerta fue el menor de todos pues ya se había desocupado, cuando abrió su nariz fue golpeada con por el olor a canela.
Ante él estaba Peter Hale, su compañero “Buenos días precioso” saludo el mayor.
“Buenos días Peter” respondió un poco sonrojado por el apelativo saliendo hacia el exterior de la cabaña.
“Espero que hayas pasado buena noche” dijo este acercándose un poco más.
“Estuvo bien” responde Nain mordiéndose el labio inferior de forma insegura.
La estampa le pareció de lo más tierna al ojiazul y levantó su mano libre para acariciar la mejilla de su compañero, este por reflejo y sin quererlo se alejo, luego le dirigió una mirada arrepentida al mayor “No te disculpes bóidheach” pidió este aún mantenido la mano muy cerca del rostro del menor.
El aludido se sonrojo entendiendo el significado de la palabra pues su familia también tenía ascendía celta, tomo la mano de Peter y la guio a su mejilla, ambos se miraron a los ojos que brillaron mostrando como sus lobos estaban contentos con el contacto, ambos inhalaron la fragancia del contrario sintiéndose como si olieran lo mejor del mundo, los olores a rosas y canela se entrelazaron, el momento fue roto cuando un movimiento llamo la atención del castaño desde el otro brazo de Peter “¿Qué es eso?”
“Un conejo” responde refiriéndose a lo que llevaba.
El ojimarrón inclinó la cabeza hacia un lado “¿Para qué?” quiso saber.
“No es la ofrenda de cortejo aún, vine a preguntar qué preferías que cazara para ti” explicó y se deleitó con el sonrojo en las mejillas de su compañero “Este es un regaló, puedes hacer lo que quieras con él, quedártelo de mascota o comerlo”
El joven miro al animalillo, luego a Peter, al conejo y al ojiazul de nuevo sin hacer amago de tomar a la pequeña criatura “No me gustan de ninguna de las dos maneras y prefiero la carne de jabalí”
“¡Es un obseso del chocolate!” Grita alguien desde adentro haciendo que Nain frunza el ceño y se sonroje.
“¡No creas que no sé a que huele tu compañero si no haz dejado de hablar de eso!” responde Nain gritando hacia la cabaña.
“Así que ¿Chocolates?” pregunta Peter liberando al conejo para que se vaya hacia el bosque.
El joven al fin le regala una sonrisa a su compañero “Sí” asiente “Y prefiero la carne roja o de jabalí, ya troceada pues no me gusta eso de despellejar y destripar a mí futura comida” guarda silencio de golpe al darse cuenta de que se ha puesto exigente como a veces le pasaba.

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Caidreachasan
WerewolfHechos infortunios que llevan a encuentros fortuitos para crear alianzas... Duraderas.