Me enamore de un sádico

Capitulo 25

Sentimientos ocultos, Barcelona

Alejandro

— traeme una botella de whisky — me dirijo hacia lulú

— si amo — responde ella

Miro mi iphone, visitando la pagina de Instagram de Samantha Herrera. En sus fotos luce como una princesa, delicada, educada, muy bonita con su cabello teñido de rubio, en su raíz se nota que es castaña, ojos Esmeraldas y sonrisa hermosa . Adoro cada detalle de esa princesa sacada de un cuento de fantasía

Lulú no tarda en traerme la botella de whisky, la deja en la pequeña mesa y se pone a su posición de obediente con la mirada puesta en mi y las manos juntas

—gracias lulú

— de nada mi amo

— hoy saldremos a cenar

— si amo

— usa un vestido decente

Asiente y se va hacia su habitación

Aún miro las veinti trés fotos de su Instagram, su belleza es impresionante, la pantalla de mi teléfono cambia a una llamada entrante

< Francisca >

Contestó la llamada de la dominante

— Aquí Alejandro

—Hola Alejandro.. Llame para decirte que estas cordialmente invitado a la fiesta de mascaras este domingo —dice a través de la línea — espero que puedas ir si no tienes planes

—irá Damián Smith?

— en la lista de invitados dice que si

— de acuerdo

— Que pase un buen día — corta la llamada

Suspiro hondo y lulú aparece con un vestido rojo resaltando le las curvas de infarto. Me pongo de pie, comiendola con mi mirada, la adrenalina corre por mis venas y deseo en este momento rebatarle ese vestido y follarla como lo merece por ser una diabla
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Lulú sostiene mi mano mientras espero los platillos, me mira con cautela, en sus ojos se nota que quiere provocarme, en ellos se nota el deseo y pecado carnal. Uno de sus pies toca mi pierna, la apartó y vuelve a subirla

  — no me provoques por favor

— porque no amo? — sonríe de una forma maliciosa

— porque no y ni se te ocurra pasarte de lista

— amo.. — sus pies tocan mi entrepierna

— te castigare si juegas conmigo — la apartó

El mesero trae los platillos de comida italiana, doy mi primer bocado y mi mirada se va a la joven que está en brazos de su pareja. El nota mi presencia y se acerca a nuestra mesa, lulú se mueve incomoda

— Provecho

— Señor Damián — dije

— Que tal todo?

— todo esta de maravilla — mis ojos se pasean en aquel cuerpo de muñeca— por favor siéntense en nuestra mesa

— no queremos incomodar

— por supuesto que no — se acomodan en nuestra mesa

Miro a Samantha, tan bella, tan única y perfecta. Desde el día de ayer entregue uno de mis regalos "el ramo de rosas rojas y blancas" y es probable que se enamoro de las perfumadas flores

— Hola Samantha

— Señor Alejandro

Le sonrio de lado, mis ojos penetran e intimidan los suyos. Empezamos a cenar juntos y la miró con cautela no dejó de detallar su rostro. Accidentalmente sus ojos Esmeraldas se cruzan con los míos, le sonrio y cada vez que la miro se me crece la ereccion poco a poco hasta tallar se en mis pantalones, la imagen de hace unos dias

Follandola mientras estaba atada de sus muñecas, sus piernas morenas rodeaban mi cintura me recibía muy a gusto..

— iras a la fiesta de mascaras de francisca? — preguntó Damián llevándose la copa a la boca

— si, claro —dije restándole importancia

Damián lleva una de sus manos a una de sus piernas, puedo sentir los celos, me arde la cara, no se cuanto puedo soportarlo

Me gustaría hacer una sesión para tocarla, enamorarla y hacerla mía. La deseo tanto que quiero que sea totalmente mía y tenerla en una cajita de cristal

— dice que estará espectacular el show — dijo Damián moviendo el líquido de la copa

La cena llega a su fin, le sonreí a mi amada Samantha cuando cruzabamos miradas

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Las puertas de mi mansión se ciernen frente a ambos, abro la puerta y estamos totalmente solos, el personal terminó su labor y se me antoja una buena cogida ya que estoy aburrido

— al cuarto de juegos ahora!

— si amo — sonríe de una forma maliciosa

Me quito la corbata negra. Me dirijo hacia la habitación, lulú ya esta en la posición de obediencia y entrega con las manos en sus muslos

El cabello oscuro le cae en los hombros, admiro su desnudez. Escojo un látigo

— levanta una mano

Levanta la derecha y con mi látigo recorre su brazo hasta azotarle la palma de la mano

— me haz estado provocando en el resto de la cena.. Eso estuvo bien, es tener buenos modales?

— no amo

— repite lo — azotó

— no señor.. Eso — la azotó —.. Eso no es tener buenos modales

— tu no eres mas que una pecadora —  me pongo de cuclillas frente a ella — me gusta follar tu culo cuando estoy aburrido — le tomo el mentón — eres.. Malditamente deliciosa

— amo — jadea

— callate

— te gusta que te castigen para buscar placer en ellos — rozó mis labios en los suyos, súplica para que la bese — ahora dame una buena vista de tu coño, abre las piernas — las abre lentamente — quiero la pose de león— añado

La cojo desde atrás, con la pose de león con ambas piernas abiertas, le doy nalgadas que le roban gemidos

Le tocó su sexo, jugueteando con su botón hinchado, la sigo azotando y en su rostro se hace notar lo mucho que le gusta ser castigada

Rozó mis labios en su espalda hasta los glúteos. Con una de sus manos viaja discretamente para dar se placer a si misma a través de la masturbacion

— no e ordenado que te toques — la azotó y se mueve incomoda — te quedas así hasta que yo lo ordene

Queda en la misma posición por cuatro minutos, la ato de sus muñecas y en su coño coloco un vibrador de bluetooth. Lo enciendo y empieza a gemir, le subo el volumen máximo, miró como sus piernas se debilitan, juego con el vidrador y lucha por no caerse

— pide disculpas o no me detendré

— oh... Señor — dijo entre gemidos — dis.. Ahh.. Disculpeme.. Por... Fa.. Vor — se le dificulta hablar

— disculpa aceptada — apago el vidrador y se lo quito de su coño. Mi miembro está tocando su entrada— oh.. Lulú eres una puta... Mi puta preferida — sonríe y hundo mi miembro en ella

La embisto de lo más profundo aumentando la velocidad, me gusta coger duro, es mi especialidad. Siento un vacío que no me lo llenará nadie... Solo mi amada Samantha

Sus gemidos son melodías que me exitan más, la moldeo a mi manera. Magreo sus pezones