capitulo 4

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05 de marzo
Barcelona, España

Estoy en el jardín de una casa que no es mia, hay una piscina y un yacusi , la vista es muy hermosa me encuentro sentada en una de esas sillas admirando la tranquilidad que hay.

Escucho unos pasos detrás de mi acercándose al jardín, es Damián, se quita la camiseta y se queda en pantalones cortos hasta las rodillas, estoy impactada al ver la sensualidad de aquel cuerpo detallado a la perfección, parece que fue hecho por dioses < oh Dios mio> que perfecto, me quedo con la boca abierta mirando de arriba y abajo

— Que tanto me miras Samantha?

— perdón estaba en mis pensamientos — mis mejillas se tornaban rosas al ver aquel chico entrar a la piscina

— ven aquí — dijo muy controlador — no seas aburrida

hago lo que me pidió y me quito lentamente el camisón, tengo puesto un traje de baño color rojo llamativo.

Damián me mira con diversión en esos ojos llenos de oscuridad, me sonríe, mis mejillas están rosadas por tanta vergüenza, nunca había sentido esta sensación por un chico

Me sumerjo en una de las esquinas de la piscina y su mandíbula bien detallada se tensa

— Quieres saber que es el BDSM, cierto? — dijo Damián rompiendo el hielo

— si.. señor— dije con la cabeza gacha

— El mundo del BDSM es un mundo desconocido para muchos sin embargo todo es dolor, quiere decir que hay encuentros sexuales, hay sádicos, dominantes, amos.. hay sesiones, se usan muñequeras, látigos para castigos etc.. pronto lo sabrás — dijo con su voz ronca

— Comprendo.. entonces tu me elejiste por esa razón, estar contigo y ser tu exclava? — dije con la cabeza gacha llena de timidez

— no lo sé Samantha.. estoy aquí contigo porque necesitas un amigo y consejero, alguien que te respalda — dijo con firmeza

— y.. un sádico puede enamorarse de su exclava?

— no sólo hay exclavas, hay sumisas..y si, se pueden enamorar si el amo es vainilla

— y tu eres un amo muy vainilla?

— Muchas preguntas — dijo con firmeza — nadie me conoce en realidad, no saben cómo soy, soy una persona sin sentimientos — agregó

—pero siento que eso no es cierto.. — fui interrumpida por uno de sus dedos posados en mis labios

— ishh.. muchas preguntas — agrego

— gracias por decir eso tan dulce, ser mi amigo y consejero — Quise abrazarlo y pasar mis manos en esa espalda gruesa, pero había algo que me impidió hacerlo
— De nada — me sonrio coqueta mente —  vamos adentro.. —agregó Damián.

🔥🔥🔥🔥🔥

Estoy sentada en unas de las mesas del comedor y siento un escalofrío detrás de mi, era Damián acercándose

— Quiero enseñarte algo — dijo muy serio

Me levanto de la silla cuidadosamente y lo sigo hasta la segunda planta de su hermosa casa

— quiero que te quedes conmigo después de clases y que te quedes aquí  tres veces por semana, entendiste

— si señor.. es como si viviera con usted?

— si, quiero llevarte a conocer lugares nuevos, si tu me pides que duerma contigo lo haré pero tu sabes que yo duermo en otra habitación, si te sientes mal solo llamame, quiero velar por ti

— serás como mi mejor amigo? — agregue

— cómo tu quieras tomarlo

— ok, gracias por ser tan lindo conmigo — dije con mucha ternura, sus ojos rodaron ignorando mi comentario

— Alistate te vas a tu casa — dijo con un tono frío y serio, sentí un desprecio en mi interior, un vacío, por un momento tenía ganas de llorar pero me contuve, creí que con ser amable con el encajaría pero note que no podría

hize lo que ordenó, me esperaba en la salida, llevaba un traje negro, se veía atractivo, en mi interior sentía una atracción extraña, su mirada me comía entera

< Amigo> esas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, estuve mirando hacia la ventana, todo el camino, este chico es frío y a la vez dulce, voltee la mirada hacia el, el me devolvió una sonrisa sin que llegarán a los ojos, mi mirada se fue a sus manos firmes, grandes, perfectas, mordí mi labio inferior, un deseo recorría por mi cuerpo, sentía una adrenalina en mis venas
veo la calle y nos estamos acercando a mi casa

— ya llegamos — dijo Damián, detuvo el auto en la entrada de mi casa gigantesca color blanco, se bajó del auto, busque mi bolso me lo coloque en los hombros, Damián abrió la puerta del auto para mi, muy caballerosamente

bajo del auto y le dedico una sonrisa de agradecimiento, se inclina hacia ami y me besa la frente

— Adiós mi pequeña — sonrio tan coqueto

— gracias por defenderme el día de ayer — lo abraze y me rodeo la cintura con sus brazos firmes

<siento que me estoy enamorando de un tipo que conocí hace cuatro días > Que estará pasando conmigo... esta no soy yo, el no es para mí no permitiré estas cosas dulces en mi, me reuso a aceptarlo

— De nada pequeña, entra ya es tarde — Damián se alejo de mi, se derijio a su BMW gris, encendio el auto y se alejo, entre a mi casa al perderlo de vista

— hola bruja malvada — la voz de mi hermano louis se escucho en la sala de estar

— hola hermano

— quien era el del BMW? — dijo louis con su acento italiano

— un amigo de la universidad.. estaba en su casa desde ayer — mis mejillas se tornaban rosas

— ya veo, te pregunto una cosa nena.. porque estas tan extraña, te pareces a mi

— RARA YO?? POR FAVOR — reí — estoy super relajada hermano, tu tranquilo — me dirijo a la cocina y bebo una botella de agua

mi hermano se acerca a paso lento hacia ami

— Es tu novio no lo niegues — dijo con un tono frío y dominante, al escuchar <novio> me ahogo con el agua — Estoy feliz con que tengas novio, así dejas de ser una engreída — agregó louis

— no es mi novio si te importa me dirijo a mi habitación, con su permiso señor Louis — dije autotaria y Louis quedo sorprendido ante mi comentario















Me enamore de un sádico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora