Barcelona, España, después de tres semanas
Damián
Estoy en la famosa empresa de mi padre asumiendo el cargo en su lugar como jefe. Mi padre últimamente no a tenido un buen estado de salud y me toca manejar semejante empresa
Lili mi "secretaria" es muy nerviosa, le tiembla la voz cuando le dirijo una orden, soy la atención de muchos. camino por los pasillos en mi tiempo libre las secretarías se ponen de pie cuando notan mi presencia acomodan sus lentes y otras su peinado
Me dirijo hacia mi secretaria
— Lili cierto?
— si - si señor esa soy yo — sonríe de oreja a oreja
— recuerdame tu nombre todos los días soy un olvidadizo
— si señor
— algún documento que deba firmar.. Reunión.. Algo?
— tiene una reunión a las 10:35
— de acuerdo
Me retiro
Esta empresa es un aburrimiento, extraño demasiado a Samantha en este preciso momento ya la tuviera con las piernas abiertas sobre su escritorio en la clase de ciencias
Tocan la puerta
— adelante — miró unos documentos
— Hola
— Hola —digo sin dejar de mirarlos
— me recuerda?
Decido levantar la mirada <Ericka>
— si la recuerdo, ¿que hace por aquí?
— soy su socia
< sabía que a algo venía aparte de presentarse >
— que bueno —dije cortante, no quiero ser carne fresca para ella — y por ser mi socia pasaras todos los días aquí — le sonrio sarcasticamente
— quiero llevarme bien con el jefe de esta empresa petrolera — sonríe
— que bueno
— pensaba que— se desabotona los primeros botones de la camisa — nos llevaríamos más que bien aquí
— ya veo — no apartó la mirada sobre sus ojos, le sonrio para que caiga en mi engaño y después hecharla de aquí con lo que me dijo Samantha no seré uno mas en su lista
Se pone de pie y se posa al lado de mi escritorio, me pasa las uñas largas y rojas por el brazo hasta que ambas manos están en mis hombros. Desabotona los primeros botones lentamente, su perfume fuerte a orquídeas me inunda la nariz, tengo completamente el auto control ya que su perfume hace que me encienda poco a poco
Baja al tercer botón y..
— sabes, ericka.. ¿Cierto?
— mi señor
— tratar de seducir a su jefe es una falta muy grave — me pongo de pie y la apartó — estoy con su prima no lo olvide
No responde. se abotona la camisa rápidamente y se sonroja, se posa frente a mi con la mirada baja
— no era mi intención seducirlo
— si.. Te creo — dije sarcasticamente y la chica retrocede cuando doy un paso al frente —no lo vuelva a hacer, ahora.. Si no tiene nada que decir la invito a que se vaya por donde vino
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Me enamore de un sádico
RomanceMe llamo Samantha tengo 20 años, soy amante de las fiestas y me gusta beber, soy popular y la típica niñita de papi, solía ser una chica muy coqueta con los demás chicos sin tener algún tipo de enamoramiento hacia a ellos, me gustaba jugar con los s...