capitulo 10

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08 de marzo
Universidad de Barcelona, España

El día de ayer domingo me quedé en casa de mis padres, Damián me dejó muy temprano y mis padres me hicieron saber que mi hermano Louis esta de paseo por unos tres o cuatro días en casa de una vieja amiga. Quizá es su novia, nunca nos había presentado una chica y creíamos que era gay, solamente por ocultarlo

Estoy en clase de ciencias, me encuentro en la última fila dejando una detrás de mi, Damián se encuentra sentado en la esquina mirándome fijamente, si insisto en ir al baño tendría que pedir doble permiso

<Eso me pone tan frustrada que hasta ir al baño tengo que pedir doble permiso >

Mis amigas están sentadas delante de mi, insistí en sentarme atrás

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Me encuentro en reseso el timbre acaba de sonar y me dirijo hacia adonde están mis amigas, Damián no esta en clase y decido hablarles

— Que onda amiga porque tan discreta, te paso algo — dijo Brenda

— no me sucedió nada..

— Creo que paso algo porque el viernes te vi bien cachonda con aquel chico raro — dijo Natasha — yo los vi en un amor y cuéntame ¿tuvieron algo más allá que manos traviesas? — bromeó Natasha

— No sucedió nada — dije

— no lo ocultes se que tuvieron relaciones por eso estas tan tímida... y es bueno en la cama?.. porque como veo todos los de este instituto te aburren — respondió Brenda

— para entrar un poco en detalles... si.. con el lo haria muchas veces — bromee

— y su amigo es chiquito o grande — bromeó Natasha

— Que preguntas es esa Natasha — reí — digamos que escojo la dos... veintitrés centímetros?

— Que!!! — dijeron al unísono

mis mejillas se tornaron rojas

Damián apareció de repente

<espero que no me haya escuchado >

Damián se acerca a paso lento hacia nosotras, me rodea el brazo por la cintura atrayendome firmemente hacia el, mis amigas se miraron entre ellas, vieron lo controlador al acercarme hacia a él y quedaron paralizadas sin decir ni una palabra

— Hola — saludo Damián con un tono frío y firme rompiendo el silencio

— Así que.. no nos presentaras a tu novio? — dijo Natasha

— Amigas el es... —fui interrumpida

— Damián — dijo con su voz ronca y seductora

Ambas de mis amigas parecían suspirar al escuchar la voz de ese chico frío y vestido de negro

— un gusto — Natasha agarro la mano de Damián firmemente, los ojos de Damián se oscurecieron, su mandíbula se puso tensa y parecía muy serio

— Hay chico disculpe si le diría esto pero usted está bien hermoso...— dijo Brenda mordiéndose disimuladamente los labios

Se le hizo una sonrisa fina y seductora en la cara de Damián

— No tienen porque alagar — dijo burlon

— mi amiga tiene un buen gusto — agregó Natasha — mejorcito los dejamos solos, cuidado esas manos traviesas — agregó una vez más

ambas me besaron en las mejillas rojas

Damián me miró, en sus ojos grisáceos se les notaba una pizca de perversión

— El salón de Química estará vacío por lo tanto no habrá clases de química.. así que te quiero allí ahora — susurro al oído, quito los brazos de mi cintura y se fue de la cafetería

estaba nerviosa y quería saber que me haría..

Una vez estando a dos salones del salón de química respire profundo, en los pasillos no había ninguna alma y camine de prisa al ritmo de mis latidos del corazón

Abro la puerta y no había nadie se siento en el escritorio del profesor esperando a Damián

miró mis pies que están colgando, escucho la puerta cerrarse con llave, mi mirada se va hacia la puerta y veo a aquel chico misterio, al verlo me sentía extraña como si mi cuerpo fuese a desearlo dentro de mi

— Buena chica..

— Amo.. — dije con la cabeza gacha

se acerca dando pasos muy largos y me toma del cuello con firmeza, roza sus los labios contra los míos acariciandome las mejillas con su otra mano

— Eres perfecta, me encantas así

Una vez más me beso la boca apasionadamente, me encantaba que besara tan bien, sus labios carnosos son tan perfectos amo ese movimiento

acarició mis pezones que se volvieron como piedrecitas, robandome un gemido, tiraba de ellos duramente, era tan placentero

Metió una mano sobre mis piernas, llevaba un vestido negro arriba de las rodillas.

Estaba mojada y a él le encantó

— estas mojada, lo adoro — dijo con su voz ronca

introdujo dos dedos en mi interior, abriendo poco a poco mi entrada, sacó su mano y empezó a quitarse los vaqueros, quedó en bóxer, se los bajó para sacar su miembro, subió mi vestido, me arrecosto en la mesa,y entró a mi interior, tenerlo en mi interior era tan exitante

empezó a enbestirme rudamente me robo un gemido, me tapo la boca con una de sus manos. Era maravilloso, me curvaba contra el mientras me follaba como un dios

— Quiero que te vengas ahora mismo — dijo entre gruñidos

Estaba a punto de correrme, los músculos se entumecen, mis piernas se ponían débiles, queria gemir, desahogarme pero no tenía permitido

Me vine al mismo tiempo que el, era mágico

— mañana paso por ti — dijo, su voz era pesada

— como usted diga

mi cabello era un desastre, yo era un desastre

Me arreglo para parecer impecable y miro aquel chico acomodándose, era hermoso me enamore de este chico quiero pasar mi vida entera junto a él

— lista.. nos vamos

— si señor

— antes de salir quiero que me tomes de la mano, quiero parecer tu novio para que nadie llegue a tocar a mi propiedad — entre sus manos sujeto el mentón y me beso — Te quiero de todas formas aunque sea muy rudo y frío siempre te voy a querer, eres solamente mía y para mi — agrego, me sonrio dulcemente, me dio su mano y me sentía muy amada

Caminando por aquellos pasillos vacíos me daba una libertad, me sentía protegida

— señor..

— Que pasa?

— Gracias por cuidar de mi — Dije con la cabeza gacha

— es mi deber Samantha, ven te dejaré en tu casa

una vez más estamos en el estacionamiento, abre la puerta para mi, subo y me coloco el cinturón. Cierra la puerta y da la vuelta sube y enciende el auto

conduce y ya estoy en la entrada de mi casa, nadie está en casa así que e decidido tomar una siesta por esta semana tan pesada

— Quiero verte mas hermosa mañana, fui invitado a una pequeña fiesta para recaudar dinero a niños necesitados de escasos recursos y quiero que vengas conmigo

— será un gusto, señor.. — le sonreí

— te daré una pequeña sorpresa mañana, espero que descanses

— de acuerdo señor.. gracias





Me enamore de un sádico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora