Capitulo 23

7.4K 293 154
                                    


NOA:

Siento el auto detenerse frente a una mansión mientras me acomodo en mi asiento.

-Solo ten cuidado- habla nuevamente el pelado, esta vez en español.

El morocho le dedica una mirada fugaz de odio.

-Se lo que hago, soy yo el que da las órdenes- detona bajándose del auto abriendo mi puerta. El pelado me dedica una última sonrisa liviana y se baja del auto. Yo miro al morocho que me vuelve a cargar sobre su hombro.

¿Aquí no hay gente que vea que estoy siendo secuestrada? Hola, estoy secuestrada.

Abre la puerta principal de la mansión y se dirige a un sofá, ahí me deja, aún con las esposas puestas y el paño dentro de mi boca. Acerca su mano pasándola por mi mejilla, la cuál aparto con un movimiento brusco y baja el paño de mi boca con rapidez.

-Te diré las normas de tu estancia aquí antes de que empieces a reclamar- saca su chaqueta dejándola sobre una silla.

Cara dura, encima de que me rapta tiene el descaro de imponer normas sobre mi.

-No sé como se dirá en tu idioma pero ¡vete a la puta mierda!- grito presa de la furia e impotencia. Este en cambio sonríe con gracia. Unas tremendas ganas de encajarle un puño en la cara para que se le borre esa estúpida sonrisa.

-Te ves tan sexy cuando estás furiosa nena...- vuelve a acariciar mi mejilla y yo no aparto la mirada de odio de sus ojos.

-No pienso acatar ninguna de tus estúpidas normas, ¡y quiero saber donde diablos está mi amiga!- sacudo mis manos intentando zafarme.

-Tu amiga está en buenas manos, principessa- lleva sus manos a las esposas desatando estas. Me quedo inmóvil por un momento y cuando veo la oportunidad me levanto corriendo en dirección a la puerta. Mala idea, porque este agarra mi cintura, acorralándome contra una de las paredes. Intento empujar su pecho y agarra mis muñecas inmovilizándome. 

Acerca su boca a mi cuello dejando un casto beso sobre este. Pero no es egoísta al comenzar a dejar un camino de besos.

-¿Es para esto para lo que me secuestraste?- musito mirando sus labios.

Tan hijo de puta, con unos labios tentadores.

-No es de tu incumbencia saber para que te traje- muerde mi labio inferior. Va soltando mis muñecas sin dejar de apresar mi cuerpo con el suyo. Yo llevo mis manos a su camiseta haciendo puños con ella.

-Púdrete, hijo de perra...- susurró pegando mi cuerpo completamente al suyo sin dejar ni un mínimo de espacio.

Este toma mi cabello con una de sus manos, haciendo una bola con el y jalando mi cabeza hacia detrás. Jadeo cuando comienza a dejar besos voraces sobre mi cuello bajando a mis pechos. 

Comienza a lamer y succionar cada parte de mi cuello sin dejar atrás ni un mínimo hueco.

-Me vuelves loco hermosa...- mete sus manos frías por mi camiseta alcanzando mis pechos y manoseando cada uno de ellos.

La lujuria me gana, dejándome presa del momento.

Busca mi boca, jugando con ella y yo llevo mis manos a su nuca profundizando el beso. Me besa con posesión. Va bajando sus manos a la parte de atrás de mis piernas alzándome y llevándome hacia el sillón dejándome sobre este. Gimo involuntariamente cuando noto su gran erección rozar mi sexo. Aprieto su pantalón viendo sus ojos llenos de placer. Será un maldito loco secuestrador pero es el hombre más sexy que he visto en toda mi vida.

Un carraspeo se hace presente en la sala y me acomodo de inmediato. Es el chico de ojos azules.

Micaela.

Pienso de inmediato.

-Ho già finito con la sua amica un po' più capo?- exclama el de ojos azules.

El morocho niega y masajea su entrepierna. Sonrío al pensar en como lo he dejado.

-ritirati- anuncia el morocho. El de ojos azules desaparece y el morocho se voltea mirándome nuevamente. Carraspea y toma la mano.

-Debo mostrarte tu habitación, acompáñame- me lleva en dirección a un pasillo extremadamente extenso, hasta llegar a una habitación la cuál abre con una llave. Casi se me cae la mandíbula, era la habitación más hermosa que había visto. Entro a paso lento y puedo ver una cama matrimonial junto a un armario de dos puertas enormes.En el lado contrario hay un baño totalmente blanco y unos preciosos cuadros enormes.

Pero aún así no lograba entender porque me quería aquí.

-Mañana prometo explicarte porque estás aquí...- espeta serio como si me hubiera leído la mente.

Asiento y me siento sobre "mi cama". Este me mira por unos eternos segundos y seguidamente se acerca a mi y extiende su mano.

-Dame tus bragas- pide sin vergüenza.

Frunzo mi ceño confundida.

-¿Perdona?- pregunto extrañada.

Este rueda sus ojos.

-Que me des tus bragas, ¿Eres sorda?- no omito nada y con miedo saco mis bragas lentamente. Las tomo entregándoselas y se devuelve a la puerta.

-¿Para que las quieres?- pregunto curiosa antes de que se marche.

Se voltea sobre si mismo.

-¿Quieres saber para qué?- pregunta divertido. Asiento curiosa y lleva la mano a su entrepierna.

-Para correrme sobre ellas...- dice antes de dar un portazo saliendo de mi habitación.

Mis mejillas se enrojecen y siento como unas mariposas surgen en mi estómago. Estoy mojada.








Bueno acá termina el maratón:( Ahhhhhh 

¿Les gusto? Diganme a ver si les ha gustado. Les amo🖤

3/3


𝐂𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨-ᴛʀᴜᴇɴᴏ[✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora