Capitulo 33

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NOA:

Paso la página del libro aburrida, ya me lo he leído tres veces. Me levante fijándome en mi cabello el cuál está desordenado. Mateo lleva varios días sin querer verme, ni siquiera come al mismo horario que el mío.

Textualmente me está evitando, y lo comprendo, lo único que estoy causando en él son problemas, pero si tan solo....

Alguien toca la puerta y una cabellera de color morena se asoma por ella.

Caeli. Una de las criadas, desde que llegué, ella ha sido una de las pocas que me ha tratado con amabilidad y afabilidad. Y lo agradezco porque las demás, han sido unas tercas obstinadas.

—Señorita, el joven Mateo solicita verla— asiento, y acomodo mi cabello antes de salir por la puerta de mi habitación dirigiéndome hacia su despacho. Cuando estoy frente a su puerta, Caeli me abre la puerta para que pueda pasar, y una vez que estoy dentro la cierra marchándose.

—¿Me extrañó, señor Palacios?—  inquiero juguetona. 

Él no deja de mirar su computadora y yo tomo asiento en la silla que tengo en frente. Por su expresión sé que está molesto conmigo.

—Te solicité porque tengo que hablar contigo— espeta con sequedad. —El....— lo interrumpo.

—Lo siento por lo que te dije el otro día, y también por el espectáculo que monté— me disculpo apenada. Este traga en grueso y yo bajo mi mirada avergonzada— Estaba furiosa y...—

— No pasa nada...— susurra, vuelvo a subir mi cabeza fijando mis ojos en él. —Me han dicho cosas peores...— posa sus ojos en los míos pero los separa de inmediato.—En fin— carraspea.— Necesito que esta noche te veas hermosa, porque tenemos una cena muy importante— alzo mis cejas incrédula.

—Se supone que estoy acá para que no me maten, si salgo, me volarán la cabeza— indago obvia.

—Mientras estés conmigo no te va a ocurrir nada, Noa— alzo una de mis cejas cruzando ambos de mis brazos sobre mi pecho.

—¿Tanto me quiere, Mateo?— apoyo mis codos sobre la mesita.

Últimamente andaba en prendas cortas, ya que el calor era insufrible. Llevaba una camiseta de escote, lo que le facilitaba la vista a mis pechos. Indiscretamente posa su mirada sobre mis pechos y yo río recostándome sobre el respaldar del asiento.

—Lo que siento por ti es deseo, no amor, no confundas las intenciones— ahora él imita mi gesto, recostándose.

—¿No será obsesión, Palacios? Te molestaría verme entre las sábanas de otro hombre que no fueras tú, no lo niegues.  Y esa obsesión se termina volviendo amor— aseguro y este esboza una sonrisa vacilona.

—Estas confundida, un rey de la mafia nunca se enamora— se apoya sobre la mesa, mirándome despiadadamente.

—Mateo, no hay peor ciego que el que ya vio la realidad y decide volver a cerrar los ojos— me levanto de la mesa, acercando mi rostro hacia el suyo.— Si tú eres el rey de la mafia, yo puedo ser tu reina— dejo un casto beso sobre sus labios.

Me acerco hacia la puerta abriéndola de par en par, saliendo de allí a toda prisa. Me encierro en mi habitación yendo hacia mi closet, en busca de algo con que lucir para esta noche, pero ya está decidido, por lo que veo, cuando abro el gran armario.

Abro mis ojos con sorpresa.

Un vestido rojo y largo, lleno de lentejuelas del mismo color cuelga de una de las perchas junto a unos altos tacos de color negro.

Maldito, tiene gustos maravillosos.

Una pequeña carta cuelga del vestido, la agarro entre mis manos.

" Quiero verte lucir este vestido durante toda la noche, hasta que llegue el momento para hacerlo pedazos por culpa de los estragos del alcohol y el deseo"

Lúcelo para mi, principessa.

—Mateo.







Así estuvo este cap hoy:🔥👄🔥


Nay🦋

Maratón: 2/3

𝐂𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨-ᴛʀᴜᴇɴᴏ[✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora