Capitulo 31

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NOA:

"Comprar".

Listo, comprado. Ultimamente estaba comprando bastantes cosas por la web, que si quiera mis padres no me dejarían comprar.

¿Cómo por ejemplo qué?

Seamos sinceros, siempre quise un consolador. Es decir, nunca le había preguntado a mis padres que si podía comprarme uno, pero nunca me atreví, ya que no era de mi agrado que mi mamá entrara a mi habitación y viera un consolador. Siempre me picó la curiosidad de como sería sentir uno.

Y Mateo tan solo me consiente, además no tan solo lo disfruto yo.

¿A qué hombre no le gustaría ver a la mujer que lo vuelve loco, autocomplaciéndose mientras él trabaja?

Tengo asegurado que a él si. Y si, estoy siguiendo el consejo de Micaela, enamorarlo.

Sé que es egoísta de mi parte que me rescate y me mantenga viva de alguien que quiere acabar conmigo. Pero nada se compara, ni recompensa todo el dinero que nos ha robado.

Y a decir verdad, ni siquiera sé si realmente estoy aquí por que me quiere mantener viva, o simplemente ha tenido el descaro de mentirme en la cara.

Acomódo mi cabella mientras salgo por la puerta de la habitación, dirigiéndome hacia la cocina. La criada aún no me ha dicho que debo ir a almorzar, pero muero de hambre. Doy un paso para entrar, y antes de que pueda adelantarme, escucho algo que capta toda mi atención.

—¿Cómo pudieron secuestrarla? ¿Cómo mierdas la pudieron rastrear?—asomo mi cabeza viendo a Mateo junto a Valentín, así he escuchado que se llama, hablando, ambos se ven un tanto desesperados.

—No lo sé, tan solo estoy seguro de que le dolió bastante la muerte de aquel hombre, o quiere que le entregues el dinero—frunzo mi ceño intrigada.

—¿Cómo se llamaba ella?— pregunta Mateo en un suspiro.

-Micaela...—siento un ardor en mi pecho y me jalo hacia atrás, mi corazón comienza a trotar con fuerza. 

No Noa, hay muchas Micaelas en este mundo, no debes pensar que es ella.

—Es.... como una hermana para Noa—

Es como una hermana para Noa.

Se repite una y otra vez en mi cabeza. No puede estar pasando esto. Sin darme cuenta choco contra un pequeño mueble, tirando uno de los jarrones que hay sobre el. El ruido de este se escucha como un estruendo por toda la sala. Unos pasos se acercan con rapidez hacia donde estoy yo.

—¡¿Quién anda ahí?!- Grita Mateo, pero se vuelve un susurro cuando comienzo a pensar en lo peor—¡Ya he dicho que...—no termina la oración cuando me ve ahí, estática, junto al jarrón.

Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y aprieto mis labios ahogando el sollozo.

—Noa...—intenta hablar, pero ahora tomo otro de los jarrones a propósito, lanzándolo contra el piso.—¡Vuelve a tu habitación!— grita con furia, pero yo estoy mucho más enojada que él para dejarme intimidar.—¡Valentín, fuera!— el rubio sale rápidamente.

—¡¿Quién la tiene?!—grito quebrándome. Este traga en grueso y niega desviando su mirada. -¡Te estoy preguntando algo!—me acerco a él empujando su pecho. Este ni se mueve, tan solo sigue son siquiera mirarme- Mateo...- quiero gritar, pero termino llorando su nombre— por favor, dime...—.

Este toma mis manos y yo las aparto.

—Ha sido un hombre... al quién le debía dinero...—suspira- maté uno de sus hombres...—

Frunzo mis cejas.

—¡¿Y qué demonios tiene que ver eso con mi amiga?!—.

Rueda sus ojos—Él sabe que para ti, ella es como una hermana, y él sabe que yo...— deja la oración en el aire.

—¡¿Tú qué?!— me acerco más a él. Vuelve a suspirar.

—Noa...—intenta volteárse pero le tomo el brazo. Lo miro con las lágrimas saliendo descontroladamente de mis ojos.

—Solo prométeme que la traerás viva, por favor— mi voz se rompe.

Este muerde su labio inferior.

—Mateo por favor...—tomo sus manos, rogándole.

Este suelta mis manos alejándose de mi.

—Noa, no puedo prometerte algo que no sé si podré cumplir— susurra. Niego, no asumo ni asumiré no tenerla acá. —Haré lo que esté en mis manos pero...— niego apártandome de él, dirigiéndome hacia la puerta.

—Además de chorro, secuestrador, y... asesino,guau, tienes lo justo y necesario para estar entre rejas de por vida...— espeto con asco. Este apreta su mandíbula con fuerza.

—Fuera de mi vista...— espeta entre dientes. Salgo sin pensarlo dos veces dando un fuerte portazo. Voy tan dolida y cegada que no me doy cuenta que choco con alguien. El pelado del otro día.

—Uy, perdón, no te vi...—frunce su ceño cuando se fija en mi cara— ¿Estás bien? ¿Necesitas agua o...—niego forzando una sonrisa.

Siempre que lo veo me dan esas ganas de decirle ; nunca me diste buena espina.

—No, tranquilo, estoy bien...—susurro avanzando. Literalmente corro hacia mi habitación, fundiéndome en la cama, llorando sin control. Alzo mi cara para observar la pulsera que llevo puesta.

Flashback:

—Es hermosa...—me entrega la pulsera. La coloco en mi muñeca.

Es hermosa como tú, felicidades mi loca, te amo...—me abraza con fuerza.

Yo también te amo, Mica..—me escondo en su cuello.

Fin del flashback








Un poco sad este cap pero bueno ah


Nay🦋

𝐂𝐡𝐨𝐫𝐫𝐨-ᴛʀᴜᴇɴᴏ[✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora