Desde Mi Ventana ♡ Seungjin/Hyunmin

•18•

La habitación estaba vacía, revisaron cada rincón a detalle, había un frasco de pastillas tirado, la ventana que daba al jardín estaba rota y había rastros de vómito en el baño, todo era demasiado raro y el señor Kim estaba muy preocupado.

–Deberíamos llamar a la policía ¿que tal si el jardinero secuestró a Seungmin?– Dijo preocupado.

–¡Hágalo tío! Estuvo a punto de violarme, seguro es capaz de eso y mas ¡mi primo corre peligro!

Nayeon se quedaba atenta observando a Sehun, ya tenía trazado el plan para desenmascararlo y tenía la certeza que si Seungmin se encontraba con Hyunjin entonces estaba en buenas manos.

–Todo esto es mucho para mi, me voy a mi recámara– Dijo la madrastra del rubio saliendo con prisa de la habitación.

–Con todo respeto señor ¿me permite hablar?

–Dime Nayeon.

–No creo que sea conveniente llamar a la policía, podría investigar donde vive e ir a buscarlo allí.

–¡Hazlo ahora mismo! ¡No tardes!

💮

Hyunjin estaba acostado en su litera, era muy pequeña por lo que el rubio estaba casi sobre él, se aferraba a su cuerpo sintiendo escalofríos, nunca durmió en otro lugar que no fuera su habitación y estaba aterrado.

–Hyunjin~

–Mmmm...

–¡Hyunjin!

–¡¿Que sucede?!– Despertó asustado.

–Tengo miedo, está muy oscuro y se escuchan ruidos extraños afuera.

–Mi ángel, eso es normal, no temas, son carros que pasan o perros ladrando, solo cierra tus ojitos hermosos y duerme.

–No puedo. Prende la luz– Estaba tan cerca de Hyunjin que dijo eso casi sobre sus labios.

–Mejor bésame.

–Ya te dije que prend...

–Shhh– Puso su pulgar sobre su boca para hacerlo callar y después lo pasó por sus labios de un extremo a otro suave y despacio hasta meterlo un poco entre ellos.

El rubio disfrutaba del tacto cerrando sus ojos, cuando sintió que el dedo de Hyunjin rozó sus lengua no reparó en chuparlo, esto aceleró el puso del castaño y se excitó rápidamente, así que con una mano lo tomó del cuello y empezó a besarlo apasionadamente.

Amaba el sabor de sus besos, sus labios suaves y apetitosos, le encantaba morderlos y chuparlos, Hyunjin se sentía en el cielo, exploraba con su lengua toda la boca del rubio, le encantaba escuchar esos pequeños gemidos que soltaba y gracias a eso su pene ya latía erecto dentro de su pantalón.

Empezaron a moverse poco a poco mientras se seguían besando, el rubio ya estaba sobre Hyunjin y hacía pequeños movimientos haciendo que sus penes ya erectos se rozaran.

La ropa estorbaba demasiado así que sin darse cuenta ya estaban desnudos y hambrientos de sentir más.

Hyunjin en un rápido movimiento se sentó aún con Seungmin sobre él. Tenían sus frentes pegadas y respiraban agitadamente.

–Te amo tanto Seungmin– Le dio un dulce beso en los labios –Estoy dispuesto a hacer lo que sea que tu quieras, no importa como peto quiero estar contigo.

–Dijiste las palabras exactas, justo lo que yo iba a decir, no importa como pero quiero estar contigo, quiero ser tuyo.

–Entonces, tienes que saber que tengo unas enormes ganas de estar dentro de ti.

–Hazlo.

Dicho esto rodó junto a Seungmin dejándolo boca arriba, bajó y comenzó a chupar y morder suavemente uno de sus pezones mientras que la mano libre lo masturbaba.

El rubio cerraba sus ojos con fuerza y de su boca salían sutiles gemidos. Las caricias de Hyunjin causaban toda clase de sensaciones placenteras, sus manos acariciaban el cabello del castaño mientras este seguía jugueteando con sus pezones.

Bajó poco a poco dejando rastros de besos hasta la entrepierna del rubio, agarró ambas piernas y lo levantó con delicadeza dejando expuesta su entrada.

No dejaba de acariciar cada parte del cuerpo de Seungmin, lo adoraba, tan hermoso, tan perfecto.

Metió uno de sus dedos a su boca y cuando lo sacó tomó el pene de Seungmin para chuparlo y al mismo tiempo comenzó a acariciar su entrada en círculos.

Escuchó un pequeño pero agudo gemido, fue como música para sus oídos, podía intuir que estaba a punto de venirse así que aprovechó para introducir el primer dedo.

Esto era nuevo para ambos, estaban experimentando ese tipo de caricias por primera vez y estaban tan perdidos, excitados y llenos de deseo.

Seungmin se tensó al sentir como el castaño jugaba con sus dedos en su entrada, no lograba descifrar esa sensación rara del todo pues la boca hambrienta de Hyunjin seguía llena de su pene.

Ya tenía 3 dedos dentro y Seungmin se retorcía de tanto placer.

–Ahh! ahh! ¡Para Jinnie! Me voy a venir.

Al escuchar eso Hyunjin sacó sus dedos traviesos de la entrada del rubio, se acomodó rozando la punta de su pene en la entrada necesitada de Seungmin.

Lo miró a los ojos y lo besó con ternura todo el rostro mientras iba penetrándolo lentamente hasta estar por completo dentro de él, el rubio apretó sus labios para evitar quejarse a causa del dolor que estaba sintiendo y Hyunjin lo notó.

–Lo siento bebé, no quiero lastimarte, podemos parar si quieres.

–Continúa, ya llegamos hasta acá, me duele pero te tengo dentro de mi, somos uno solo ahora y eso me hace muy feliz.

Dicho esto comenzó a besarlo nuevamente y mientras lo hacía se movía lentamente dentro de él, el rubio aún hacía algunas muecas a causa del dolor mientras Hyunjin aumentaba el ritmo de las estocadas.

Seungmin comenzó a sentir un placer inexplicable justo donde antes sentía dolor, ahora quería sentir más de aquello y empezó a mover su pelvis al mismo ritmo que el castaño, logrando que su erección se pusiera más dura.

Hyunjin tomó las piernas del rubio y las subió hasta sus hombros para lograr una mayor penetración.

Unas últimas estocadas, las más rudas y voraces dio el castaño alcanzando la máxima sensación de excitación provocando el mejor orgasmo de su vida y se vino en el interior del rubio lanzando un gemido fuerte y grave logrando que Seungmin se viniera después de él.

Hyunjin bajó las piernas de Seungmin y se acomodó entre estas aún dentro del rubio recostándose sobre él.

–Gracias por entregarte a mi a pesar del dolor mi ángel– Dijo mientras depositaba un beso en la frente y en la nariz del rubio.

–A pesar de eso me gustó y me sentí bien.

–Me alegra saberlo, seguro la próxima vez te dolerá menos bebé.

–La próxima vez te toca a ti.

💮

–Y dime ¿que es eso tan importante que tienes que decirme una de las empleadas para que interrumpa mi juego de tenis?

–Solo quiero decirle que sé que hacía Hyunjin aquella noche en su habitación y por esa razón tenemos que hablar...