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Estaba en la mejor parte de la historia donde por fin el protagonista le confiesa su amor a su mejor amiga frente a toda su familia, pero su insistente estómago no lo dejaba disfrutar de la lectura pues tenía mucha hambre.

Apenas iba a renegar cuando entró su nana no sin antes tocar la puerta, el olor de la comida llenó toda la habitación y se dispuso a degustarla.

–Tenías hambre mi niño, siento retrasarme pero me puse a interrogar al jardinero– El corazón de Seungmin latió más rápido al escuchar que hablaba sobre Hyunjin.

–¿Y eso?– Preguntó fingiéndose el desentendido y siguió comiendo.

–¿Ya no a venido a verte? Por algo tu papá lo prohibió, ahora lo sé.

–¿Que sabes? Que la única persona con la que podía mantener contacto sin que me dieran ataques de nervios me la quitaron de repente.

–Nada es lo que parece, tú no sabes nada de la vida mi niño, hay personas que aparentan ser lo que no son, yo tenía una buena impresión de él pero tendré que decírselo a tu padre.

–¿De que diablos hablas? ¡Dilo!

–No te alteres, mejor no hablemos de él, me voy para que comas tranquilo– Salió de la habitación y dejó a Seungmin hundido en sus pensamientos.

¿Que cosa le tenía que decir a mi padre? ¿Que había hecho Hyunjin para que cambiara de repente su actitud con él? Ella antes no estuvo de acuerdo con que lo alejaran de mi y entonces?– Seungmin se preguntaba mientras tomaba un vaso de agua.

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Hyunjin era un manojo de nervios, no podía siquiera atar los nudos de sus agujetas, no salía de su cabeza que Jeongin lo estaba presionando para tener sexo, ni siquiera había tenido su primera vez como tal, solo lo que hizo con Seungmin y no podía imaginarse entregarse de esa manera y además con alguien que no ama.

Estaba en juego el seguir a lado de Seungmin, necesitaba a Seungmin, ambos se necesitaban, no quería irse y dejar al rubio solo como en el pasado pero tampoco quería hacer las cosas sucias que le proponía Sehun.

Esto sí que era estar entre la espalda y la pared, quería estar ya con Seungmin y abrazarlo, sujetarlo tan fuerte y sentir sus besos porque temía que lo que hay entre los dos acabara en un pestañeo.

Eran las 2am, esta vez iría aún más tarde para evitar el acoso de Sehun, le dio una semana y lo evitaría hasta que pensara en como resolver la situación.

Llegó sigilosamente a la habitación de Seungmin y entró, el rubio estaba sentado en el sofá con el cuello torcido y profundamente dormido.

A Hyunjin le dio mucha ternura verlo, seguro estuvo esperándolo por horas, se sentó junto a él e intento acomodar la cabeza del rubio en su hombro pero al hacerlo saltó Seungmin  asustado dando un pequeño brinco.

–No temas bebé, soy yo– Seungmin talló sus ojos para despertar y ver mejor al castaño.

–Número uno: Mi bebé eres tu, eres menor que yo, desde que te conozco eres muy igualado, si sigues así tendré que golpearte– Le sonrió a Hyunjin logrando que este se derritiera de amor –Número dos: ¿Que tanto hacías que llegaste tan tarde? Quiero estar muchas horas contigo.

–Número uno: Así me ganaras por 5 años seguirás siendo mi bebé, mi ángel, mi todo– Depositó un beso en la nariz del rubio y uno pequeño en sus hermosos labios –Número dos: No pude llegar más temprano porque tenemos que evitar que nos vean, es mejor a esta hora cuando todos duermen.

Hyunjin se levantó y cargó a Seungmin hasta llevarlo a la cama, el rubio se sorprendió por la acción pero dejó que lo hiciera sin decir nada.

Lo acomodó en su pecho y lo abrazó acariciando su hermoso cabello rubio mientras que con la  mano libre acariciaba su espalda.

–Tengo tanto miedo de perderte, si pudiera te llevaría lejos de aquí conmigo.

–No digas esas cosa ¿acaso quieres que me de un ataque de pánico? Iría contigo hasta la luna pero soy un tonto miedoso que no puede ir más allá de la puerta de su habitación– Los ojos de Seungmin se humedecieron y abrazó más fuerte a HYunjin.

–Ahora me estás abrazando, no eres ningún tonto, poco a poco venceremos juntos tus miedos, aún recuerdo cuando moría por tocarte y ahora lo puedo hacer cada que te veo, te puedo besar cada que quiero y no me temes, algún día caminaremos juntos de la mano en la calle, te lo prometo.

–Te amo...

–Hyunjin se aproximó a los labios del rubio y lo besó con tanta pasión que se escuchaban los chasquidos de las succiones y mordidas en toda la habitación.

–Amaba los labios de Seungmin, eran tan adictivos, los saboreaba porque era lo más exquisito que había probado.

Y Seungmin amaba como Hyunjin lo besaba con tanta necesidad de contacto, le gustaba cuando sus lenguas rozaban, le daban pequeños destellos de electricidad en su pecho y de allí bajaban hasta la entrepierna.

Seungmin jaló más a Hyunjin hasta quedar abajo de él, se besaban con más intensidad hasta que el castaño sintió la necesidad de mover las caderas y crear fricción entre sus erecciones.

Al rubio se le salió un gemido aún cuando tenía la lengua de Hyunjin jugando en su boca y eso provocó que el castaño se calentara aún mas.

–Amo esos soniditos que haces mi ángel– Le susurró al oído con una voz ronca –Pero nos podrían escuchar –Dijo aún simulando estocadas –Así que si gritas  te voy a castigar –Le pasó la lengua detrás de la oreja y le mordió.

Seungmin se mordió el labio inferior para no gemir a causa de lo que Hyunjin le provocaba pero eso no evitó que se retorciera de placer y de ganas por sentir más de todo eso que le hacía.

Hyunjin besó y seccionó todo el cuello y empezó a desabrochar cada uno de los botones de la pijama del rubio hasta dejar su torso descubierto.

Observó con detenimiento y acarició con las palmas de sus manos cada parte del pecho del rubio bajando hasta los marcados abdominales que tenía.

–Nunca deja de sorprenderme lo hermoso que eres– Dijo mientras que Seungmin solo observaba con los labios entre abiertos e hinchados de tanto que se habían besado.

Subió sus manos hasta los pezones del rubio y comenzó a acariciarlos con los pulgares, Seungmin de nuevo se mordió los labios para evitar gemir, nunca pensó que el que Hyunjin lo tocara de esa manera podría ser así de placentero.

Quería tener las manos de Hyunjin en cada parte de su cuerpo y veía como el castaño se lamía los labios mientras lo acariciaba, deseaba esa boca, quería esa lengua en todo su cuerpo, estaba muy excitado y su miembro pedía a gritos acabar con esa tortura.

–Hyunjin– Cerró los ojos y dio un suspiro entrecortado –Tócame...

Desde Mi Ventana ♡ Seungjin/HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora