4.

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Vane hacía sus maletas. El portador entró a su habitación. "¿Qué haces?".

—Mis maletas.

El portador negó con la cabeza "no las necesitas, ya no serás más una humana".

—Nunca te pregunté, pero... ¿Por qué yo?

El portador sonrió "porque cuando naciste ibas a morir, pero decidí esperar y entonces... Seguiste viva... La gente no comprende el valor de la vida hasta que está a punto de morir... No persiguen sus sueños por temor o por lo que dirán... Son tan conformistas que la vida es demasiado para ellos".

—¿Y por qué no dejarme morir?

El portador acarició la mejilla de Vane "tal vez de bebé no te conocía ni tenía ningún tipo de afecto hacia ti para dejarte vivir, pero eso no significa que no pueda darte una oportunidad, todos la merecen... La verdad no me arrepiento... Te prometo que nunca sufrirás, siempre estarás a salvo, como todas esas veces que cuidé de ti".

Vane abrazó al portador.

Ya antes se habían abrazado, pero ahora era diferente, realmente reconfortante, como si ninguno quisiera separarse del otro, algo así como el amor de un padre hacia un hijo.

—Debemos irnos, no hay que perder el tiempo... Por cierto, ¿cómo borrarás  nuestras memorias?

Se separaron. "Eso déjamelo a mí".

Al llegar a la sala, el portador borró la memoria de los padres de Vane (excepto la de ella). Se fueron. Vane dejó caer una lágrima.

Al llegar a la casa del portador borró la memoria de Vane. Se desmayó. "Por fin estamos juntos, voy a cuidarte de todo, nunca estarás en peligro".

El camino de la muerte (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora