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Vane y el portador fueron a una pequeña ciudad que había sido bombardeada por la noche. Habían escombros, cuerpos y casas destruidas.

Cada paso que daban se llevaban un alma, pocos habían sobrevivido, ya se habían ido, los únicos que estaban ahí era porque estaban heridos de gravedad o ya estaban muertos.

El portador sentía una aberración ante la escena, no lograba comprender cómo podían herir a otros sabiendo lo que hacían o que inocentes saldrían lastimados.

Vane intentaba no ver los cuerpos (habían destazados, quemados, unos solo tenían la mitad de su cuerpo y otros solo sus órganos), no solo habían personas, también animales, unos a se refugiaron y sobrevivieron (Vane y el portador los pusieron a salvo).

El portador vio a Vane queriendo vomitar y se le acercó. "Hay personas que sin piedad matan a inocentes... Hay otros que se dedican a salvar vidas... Esa es la diferencia... No todos son malos ni todos son buenos... No les guardes rencor".

Vane asintió. "¿Cuánto tiempo más vamos a estar aquí? Hay cuerpos que parecen un espectáculo, además huele horrible".

"Tranquila, solo nos llevamos a todos y nos vamos... Dividamonos".

Cada uno fue llevándose almas para así terminar más rápido. Al cabo de una hora se fueron.

El camino de la muerte (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora