Ximena tocó la puerta de los padres de Vane. Estaba muy emocionada porque el chico que le gustaba la había invitado a salir y pensaba decírselo a Vane.
Los padres de Vane abrieron la puerta.
—Hola —dijo Ximena sonriendo—, ¿se encuentra Vane?
—¿Quién?— Preguntó el padre.
—Vane, su hija.
—Estás confundida, no tenemos una hija y si nos disculpas... Tenemos que irnos.
•••
El portador abrió los ojos y vio a Vane sonriendo.
—Hola.
"¿Qué pasa?".
—Me preguntaba... ¿Por qué yo soy tu sucesora? ¿No hay nadie más?
"Yo te elegí a ti".
—¿Y por qué?
"La gente no puede hablar conmigo a menos que haya llegado su hora, pero tú sí... Eso te hace especial... Única en realidad... Eres más importante de lo que tú crees, yo confío en ti y sé que harás un gran trabajo".
—¿Significa que soy importante para ti?
"Tan importante que rompí la ley de vida".
—Pero dijiste que no podían romperse.
"No deben, todo debe seguir su curso, alterarlos solo podría afectar en el balance de la vida... Pero por ti decidí arriesgarme... Aún así... Tú no lo hagas, ¿lo prometes?".
—Lo haré solo con una condición.
"¿Cuál?"
—Que estemos juntos para siempre.
El portador sonrió. Era algo que anhelaba más que nada en el mundo, ella lo era todo para él, ni siquiera tenía que pedirselo y él con gusto lo haría. La había visto desde que había nacido hasta ese entonces y lo único que quería era estar con ella, se le hacía muy diferente a cualquier persona, alguien con sentimientos tan puros, como los de un niño.
Asintió.
Vane abrazó al portador. El portador no quería que dejaran de abrazarce, le traía tanta paz y felicidad, que el pensar estar lejos le afectaba como no se imaginaba.
>>¿A dónde iremos hoy?
"A un hospital".
—¿Por quién?
"Una niña".
—¿No les duele cierto?... Cuando... Dejan de vivir.
"Ya no sienten... Nunca me ha gustado ver sufrir a alguien, sé que no debo sentir nada por ellos porque es mi deber, pero a veces algunos solo tienen mala suerte".
—¿Qué pasaría si un día muero?
"No, tú no vas a morir, no lo permitiré... Daré mi vida por ti si es necesario".
—No lo hagas... No lo diré de nuevo, pero por favor... No me dejes sola.
"Nunca lo haré, lo prometo".
—¿Nos vamos?
Se separaron. Hablar de ese tema era incómodo para los dos. Él la veía como si fuera su hija y ella como su padre.
"Mejor quédate aquí, estarás a salvo, en el hospital pueden verte".
—¿Qué hago entonces?
"Duerme un rato".
Asintió.
El portador se fue en dirección al hospital, al llegar fui a la habitación de la niña, estaba vendada de la cara y brazos, había sufrido un accidente mientras dormía, su casa se incendió por una fuga de gas. Su hermano ya había muerto y su padre estaba en coma, todo estaba pagado por el abuelo.
La admiró por unos segundos, le recordaba a Vane y eso le causaba nostalgia, la ignoró.
"En esta vida hay muchas injusticias, tú eres una de ellas, pero tranquila, ya no sufrirás jamás".
Se la llevó. Entraron doctores y enfermeros, pero ya era tarde, no quedaba nada por hacer.
Al regresar, Vane estaba durmiendo en una cama que el portador había puesto para ella, sonrió.
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El camino de la muerte (Completa)
Paranormal"Nunca naces sabiendo, aún así debes sobrevivir". Lo más difícil era explicarle a Vane lo que es la muerte y porqué es tan importante. Si no lo hacía, ella dejaría de estar viva (algo que trataba de evitar), por su bien y la promesa que hizo, ella i...