Epílogo

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Como siempre acá arriba dejo la canción que inspiró esta temporada.

La lucha que pasó en la generación anterior no debía afectar a la nueva

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La lucha que pasó en la generación anterior no debía afectar a la nueva. Adam y Dunkel como líderes de cada manada tenían como obligación velar por la seguridad de los suyos.

Dunkel sabía que la manada de los lobos negros era mucho menor que la de los lobos grises, no le convenía una pelea y la seguridad de las familias era lo primordial. No veía necesario continuar con una enemistad cuyo final terminaría con la vida de varios de los suyos. No quería que cachorros crezcan sin padre o sin hijos. Sin embargo, no podía eliminar el odio entre ambas manadas de la noche a la mañana.

Adam propuso, no una unión, pero sí un estado de paz en los que ninguna manada debía preocuparse por la contraria. Adam y Karen les dieron su palabra de no dañar ni atacar su manada y Dunkel prometió que lo mismo sucedería de su lado. Al no poder eliminar el rencor de años, intentarían sobrellevarlos. Nick, al ser un lobo negro alegó que la manada de Adam no rompía su palabra.

El territorio de los lobos negros estaba a kilómetros de la de los lobos grises, sin embargo el territorio de este era infructífero. No daba lo suficiente para abastecer a toda una manada. Adam le ofreció parte de sus tierras a los lobos negros, en un intento de disculpa por los sucesos de hacia varios años. Dunkel aceptó y, al ver que el hogar en el que su manada habitaba no era adecuado decidió trasladarlos a esa mejor tierra.

Cerca de un arroyo y con plantas de todo tipo rodeándolos, los lobos negros no debían preocuparse por su alimentación. Adam también ofreció la ayuda, tanto de sus centinelas como la suya,  para construir suficientes viviendas que abastezcan a toda la manada de los lobos negros. Con ello el nuevo hábitat de la manada de Dunkel estaba lista y todos ellos se mudaron a esta.

El nuevo territorio de los lobos negros estaba a unos cuantos kilómetros del de los lobos grises. Con ello Luka y Luis podrían visitarse con normalidad. Solo era un pequeño viaje de menos de una hora de distancia. Ambos hermanos se cuidarían mutuamente incluso en la distancia y con ellos Adam y Dunkel arreglarían algunos acuerdos de sus manadas.

Sam era el encargado principal para cuidar de Luis cuando este viajaba a visitar a su hermano. Dunkel creía que a pesar de ser joven, el muchacho tenía capacidad de sobra para resguardar a su pareja. Además solo serían unos cuantos días más hasta que todo esté en orden dentro de la manada. Ya luego podía disponer la mayoría del tiempo en el día para pasarlo con Luis.

Los fantasmas que antes atormentaban a Dunkel dejaron de atormentarlo en las noches. Incluso una pesadilla escapaba con facilidad ante la vista que lo esperaba al despertar, porque Luis siempre le sonreía y abrazaba hasta dormir. No sabía cómo había sobrevivido sin Luis hasta el momento.

Luis tenía dos maletas a sus lados, una con algunos regalos y la otra con algunos alimentos preparados por las mujeres de su manada

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Luis tenía dos maletas a sus lados, una con algunos regalos y la otra con algunos alimentos preparados por las mujeres de su manada. Sam estaba a su lado vigilando alrededor para proteger a la pareja de su alfa. Siempre estaba alerta y no permitía a ningún desconocido acercarse lo suficiente.

Habían llegado a la manada de los lobos grises hace menos de un minuto y al primero que vieron fue a Ross. La relación entre este y Luis tenía un mejoramiento leve. A Ross le agradaba molestar a Luis, al igual que
con su otro hermano, Luka.

—Es raro verte si tu sombra —dijo Ross a penas lo vio. Sam se alejó un poco para darle un poco de privacidad a los hermanos— ¿Te dejó Dunkel?

—Ambos sabemos que eso no va a pasar —contestó Luka quien venía tras su hermano.

Sin preguntar, Luka tomó una de las maletas de Luis y le ayudó a cargarlas hasta sus cabañas

Luis sonrió y abrazó a Luka sin sorprenderse cuando Ross se unió a aquella muestra de afecto. La unión de los tres estaba creciendo poco a poco. De todos modos eran los únicos felinos entre un mar de lobos. Además Nick y Ross eran una especie de unión entre los lobos negros y grises.

Nick, al ser un lobo negro y haber vivido una vida en la manada de los lobos grises,  tenía una visión general de ambos. Por eso era considerado el medio para entablar un poco de amistad. Ross, al ser pareja de Nick, debía viajar a su lado hasta la manada de Dunkel y al no conocer a nadie pasaba gran parte del día con Luis. De ahí un acercamiento mejor y ameno.

Luka llevó a sus dos hermanos hasta su cabaña. Adam estaba fuera con su hermana para tratar asuntos con los humanos por la estadía de Klein en la manada. Ross mantuvo su distancia con los dos menores y se distrajo observando algunos objetos de las pertenencias de Adam. Luis y Luka dejaron las maletas en la cama y suspiraron antes de abrirlas.

Atrás de ellos estaba un cachorro albino de lobo, este seguía a Luka a todo lado.

—¿Por qué tanto regalo? —preguntó Ross— ¿alguien se casa?

Luis negó y sacó todos los regalos y comida. Las mujeres de la manada de lobos negros habían mandado todo eso a Luka. En agradecimiento por los anteriores días.

Cuando Luka y Adam viajaron para buscar al cachorro de guepardo. Ambos recordaron un poco del pasado antes de que todo su drama empezara. Adam recordó el sueño de Luka por estudiar y solo lo llevó a un pequeño instituto donde Luka escogió la carrera de maestro. Porque, a decir verdad, este nunca se tomó tan enserio aquel sueño como lo había hecho Adam. Igual, solo agradeció y sintió el amor entre ambos crecer un poco más de lo enorme que era.

—No puedo creer que en dos días te hayas ganado el cariño de esas mujeres —bufó Ross sacando algunos obsequios de la maleta.

—Luka solo llegó cuando necesitaban ayuda y no deberías de sorprenderte —respondió Luis, la conversación con Ross era más llevadera—. Sabemos que Luka agrada fácilmente.

—A todo esto —Ross dejó los obsequios y volteó a ver a Luka— ¿por qué enseñar a niños cuando tú ni siquera los soportas?

—Y eso es lo que le permite no caer ante los encantos de los cachorros —Luis rio y volteó a ver al pequeño cachorro tras ellos, que se mantenía dormido, con cuidado dejó uno de los obsequios a su lado.

Luka sonrió con nostalgia. Su hermano, aquel que había cuidado desde cachorro, ya no estaría con él. Luis escogió su propia manada y tenía una nueva familia fuera de él. Se sentía alegre, pero una parte suya todavía creía que su hermano algún día lo necesitaría y él no estaría a su lado. No, ahora sería Dunkel quien cuidaría de Luis.

Ross también sintió algo de tristeza. Recién estaba llevándose bien con Luis, pero este ya estaba partiendo a formar su propia felicidad. Los recuerdos que tenía de Luis eran todos de intimidación por su parte. Incluso con ello sentía que extrañaría tener su tímida presencia deambulando por ahí, cerca.

Luis sacó una caja que Dunkel le había dado hace poco. Conocía los pensamientos de sus dos hermanos y solo quería aligerar un poco la preocupación de ellos. Porque lo que tenía con Dunkel era serio.

Por eso, con una sonrisa, les mostró a sus dos hermanos el anillo que Dunkel le dió. Luka lo abrazó y Ross vio que el diamante en el aro sea digno de una buena pedida de matrimonio. Luis solo jaló a Ross a unirse al abrazo.

Uno de los tres hermanos se iba a separar, pero para buscar su felicidad.

Fin 

SHADOW [Flesh 3] (GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora