—Hey, operaciones locas —Dunkel tenía un gran cuchillo de cocina en su mano derecha y una soga de atar en la izquierda.
Dunkel quiso llamarlo de esa forma. Y a pesar de que Luis le haya explicado que su rostro era así al natural, ninguna escusa entraba en razón del nuevo. Luis solo se dio por vencido, afirmando y dejando que Dunkel empezara a llamarlo por aquel apodo. Como si tratase de un niño que no puede pronunciar una palabra. Lo vería de ese modo. Dunkel sería un infante cuya pronunciación "Luis" le era demasiado difícil.
—Kaspar me ha mandado esto para que volvamos a otra ciudad a por las compras —el nuevo suspiró con cansancio antes de darse la vuelta y caminar hacia la pequeña camioneta que usaban para ir por las compras.
Después de aquel incidente de hace unos días decidieron no volver a aquella ciudad. La cabeza de Adam probablemente tenía precio y sería igual con toda su manada. Era mejor pasar desapercibidos. Tal vez era una error mandar un guepardo. Y más cuando a los felinos de ese tipo solo se veían por las noche. Pero era necesario. Cada uno de los integrantes ya tenían una tarea. Luis debía conformarse con ser el de las compras.
Dunkel lo acompañaría como siempre. Su boca floja sería un gran dolor de cabeza para Luis, por eso llevaba algunos audífonos en sus bolsillos.
Cuando entraron a la camioneta y partieron a una pequeña ciudad de cambiaformas a unas horas de su territorio, Dunkel saltó de su asiento, emocionado. Su vista estaba en el paisaje a su alrededor y en especial en una joven de cabellera blanca ceniza quien tenía dos guardaespaldas pelirrojas cuidándola. Dunkel silbó encantado por aquella peliceniza y no dejó de verla incluso cuando la camioneta la sobrepasó.
Luis esperó unos segundos antes de que la curiosidad le ganara, como a cualquier felino, y aparcó el auto, viendo la espalda de aquella joven de cabellera blanca. Luis no tuvo que ver más de un segundo para reconocerla. Su aroma era fuerte y sus rasgos se le hacían reconocidos.
Era la hermana de Adam.
Solo que no debía distraerse. Los aspectos formales de la manada no eran de su interés. Su mente no lo soportaría. Por eso encendió una vez más el motor y siguió su camino hacia la ciudad.
—¿Cuánto cuesta una operación de nariz? —preguntó Dunkel, minutos antes de llegar a la gran ciudad.
Luis rodó los ojos, con cansancio y colocó música fuerte en sus pequeños audífonos blancos. No respondería aquello. Pocos días con aquel sujeto le indicaron que si respondía a alguna de sus bromas entonces él seguiría hasta hacerle perder la cabeza. Pero cuando lo ignoraba solo se cansaba y se mantenía en silencio.
Luis maldijo a su hermano cuando llegaron a la ciudad acordada. Sus ojos por un momento se llenaron de lágrimas que tragó con fuerza y avanzó.
—Nenita —se burló Dunkel al ver aquella reacción. Luis tan solo siguió avanzando.
El lugar se veía tal cual lo recordaba. Luis avanzó por las calles con total naturalidad y confianza. Mientras movía el volante de un lado a otro observaba los cambios que había tenido desde que hace varios años dejó aquella ciudad. Sin poder evitarlo llegó hasta la antigua casa que compartía antes con Luka. Su hogar antes de que Adam llegara y cambiara todo.
Luis bajó del auto y avanzó hasta la entrada. Llegó hasta la pequeña puerta y buscó entre las grietas de las maderas la llave. Sonrió al encontrarla. Siempre la dejaba ahí cuando debía salir.
—Hey, acabo de darme cuenta de algo muy loco —Dunkel parecía no inmutarse del semblante nostálgico de Luis y siguió hablando—, todas las parejas de la manada son raras ¿entiendes? Son diferentes e iguales. ¡Por todas las lunas!, todos ustedes son hombres.
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SHADOW [Flesh 3] (GAY)
Hombres Lobo¿Quién es Luis? Un personaje secundario que nunca ha tenido un momento de brillar. Su vida se ha basado en ser la sombra de su hermano Luka. Nuevos integrantes han llegado a la manada de Adam. Uno de ellos es diferente, a pesar de su reciente desco...