SHADOW [Flesh 3] (GAY)

7. El humano

El humano era intocable. Sus millones de dinero y grandes influencias hacían que ninguna manada o ser humano quisiera meterse con él. Incluso el aura que emanaba demostraba el gran poder que llevaba en una sola mano. Sus ojos estaban llenos de avaricia y el temblor de cualquiera a su lado demostraba la imponente presencia que tenía en cuanto pisaba un lugar. Era simplemente inalcanzable.

Estaba en aquella polvosa aldea por una simple razón que la hermana de Adam tuvo que aceptar. Con los dientes apretados y gruñendo dentro aceptó la visita alargada que el humano tendría en su manada. Karen debía ser fría y cuidadosa en ese instante, el humano era demasiado importante como para siquiera llevarle la contraria. Algo que le pertenecía estaba en la manada así que eso era una entrada libre para que pueda quedarse.

El sujeto tenía tatuajes en todo su cuerpo. Luis recuerda cada uno de ellos de la primera vez que se encontró con Alix. En sus nudillos la cifra de 1993 estaba a tinta negra. En su cuello aquel tatuaje que le hacía recuerdo a Adam provocó un tono agrio en su boca. El humano no parecía ser amable, debían ser cuidadosos, absolutamente todos. No importaba si usaba un gran traje en ese instante, Luis sentía que aún podía ver cada tatuaje en aquella piel.

Sus ojos eran negros, profundos y sus labios gruesos le daban un aspecto serio y casi soñador. No importaba lo demás, solo debían meterse en la cabeza que era peligroso acercarse a él. Y se dio cuenta de que tenía razón en cuanto el agarre de Alix en su cintura se hizo más duro. Como si temiera dejarlo libre ahora que había un gran depredador suelto. Los humanos siempre serían peligrosos.

Luis ocultó su temblor cuando la mirada fría del humano chocó con la de él. No pudo evitar observar la sonrisa ladina del sujeto en cuanto su mirada cayó en Alix. Todavía no sabía todo acerca de los nuevos que, se suponían, estaban a su cargo.

Karen entró a su habitación en ese instante, azotando la puerta y pisando fuerte. Podría ser la hermana menor de Adam pero su actitud era digna de un líder. Ella imponía respeto. Una alfa de gran linaje. Solo que en esa ocasión ella estaba enojada. Porque había dejado que un nuevo problema entre en su manada.

Ella fijó su mirada en Alix y caminó a él, separándolo de golpe de Luis, entonces Karen lo apuntó con su dedo índice y frunció el ceño.

—La única regla que Adam me puso para que unamos manadas era que también los cuente a ti y al lobo negro —ella suspiró y arregló su cabello, debía volver a la calma. Cada segundo con un humano en la manada era como una amenaza—. Debí haber supuesto que me estaba poniendo la soga al cuello.

Luis quiso responder, quizá defender a Alix pero la mano del rubio en su hombro hizo que esperara un poco más.

—Luis —llamó ella— eres mi cuñado y Luka me hizo jurar que iba a protegerte, así que solo voy a cambiarte de habitación. Tal vez debas quedarte en la que se suponía que Adam y Luka iban a ocupar. No es seguro que te quedes con ellos.

—No seas dramática —Alix finalmente se atrevió a defenderse, solo cuando escuchó que iban a apartarle de Luis—, es un humano, yo puedo proteger a Luis.

—No —dictaminó ella, sus ojos estaban completamente encendidos en furia—, sabes muy bien quién es el humano —advirtió— entre sus contactos están los líderes de los lobos negros. Luis no necesita estar involucrado en esto.

—Luis no es débil, él puede protegerse —volvió a defender Alix.

Karen bufó y de un salto derribó a Luis en el suelo y puso una de sus manos en su cuello. Ella quería demostrar su punto.

—Sí, claro, sabe defenderse muy bien —ironizó ella dejando que Luis volviera a respirar y ayudándolo a ponerse de pie.

Quizá era una técnica demasiado agresiva pero en ese instante era lo único que ella pudo encontrar para mantener a salvo a Luis. Si algo le pasaba al menor de los hermanos guepardo, ella tendría que lidiar con el enojo de Luka y a pesar de no conocerlo bien no quería más problemas en su manada.