2.- El extraño

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Quizá Dunkel no hablara mucho pero en realidad eran tan molestoso y encimoso que tenía grandes ganas de golpearlo contra un muro.

Era como un cachorro que sigue a su madre. Luis un día fue a recoger algunos frutos para hacer la torta por el cumpleaños de Víctor y cuando llegó al árbol Dunkel ya estaba ahí. Debía admitir que sí, su deber era estar a su lado las 24 horas pero Luis también necesitaba su espacio. Ni siquiera podía ir al baño porque el nuevo estaba tras la puerta, esperándolo y con la mirada fija. Tal vez la mentalidad del lobo era como la de un niño pero no estaba dispuesto a mostrar esa parte suya. A nadie.

Cuando iba a visitar a sus amigos Dunkel iba con él. Cuando dormía, Dunkel estaba ahí. Cuando se duchaba, Dunkel estaba ahí. En sus sueños, bueno Dunkel también estaba ahí.

Se había hecho una costumbre caerse cada vez. Porque en el momento menos esperado Dunkel corría hacia Luis y con una extraña maniobra de pies y manos le hacía caer y se ponía sobre él. Con ambas mano a cada lado de la cabeza del felino y aprisionándolo. No entendía muy bien su comportamiento pero se acostumbró e incluso empezó a prepararse. Con ello sus defensas mejoraron.

Otra costumbre que habían formado era ir a la ciudad cada sábado. Ahora aquello era su trabajo.

-Dun -Luis se asustó un poco más al notar que su compañero de compras había desaparecido- Dunkel.

No había rastros del hombre. Y quizá sí pasó por su cabeza el volver a casa sin él. Sus responsabilidades reducirían y estaría más relajado sin aquella sombra siguiéndolo a todos lados. Retrocedió unos pasos y lo volvió a pensar. En la manada nadie confiaba en Dunkel. Nadie lo extrañaría, si se perdía no se preocuparían en buscarlo. Aquel pensamiento hizo que se detuviese.

De alguna extraña manera aquello le hizo acuerdo a su situación. Quizá Dunkel y él eran similares. Nadie buscaría ni movería el mundo por ellos. Eso hizo que Luis detuviese su paso y volviera a aquel mercado. Buscaría al lobo y lo llevaría a la manada. Luis era lo único que Dunkel tenía y eso, eso hacía que su corazón se sintiese un poco más cálido.

Toda su vida se había limitado a depender de Luka y por primera vez era alguien quien dependía de él. La emoción hizo que su pecho se sintiera cálido y retomara su búsqueda. El lobo negro debía de estar asustado sin él. El lobo negro necesitaba de él para poder volver a la manada, al único lugar al que momentáneamente podía llamar hogar.

-¡Dun! -Luis corrió por todo el lugar, su respiración volviéndose agitada un poco más a cada minuto y el cansancio haciendo de las suyas en sus piernas temblorosas.

Pronto las miradas de todos alrededor se centraron en él.

Las luces de los diferentes puestos estaban encendiéndose. Ya había pasado cerca de una hora buscando al lobo negro. El sol estaba ocultándose, pronto debían volver a la manada.

Finalmente a unas cuadras de aquel riachuelo estaba el lobo negro en su forma animal. Lucía agitado, tenía los colmillos sobresaliendo de su hocico y sus garras apresando el suelo con fuerza, algo estaba molestándolo. Luis intentó acercarse pero el gruñido del lobo hizo que le temblaran las piernas y casi caiga al suelo. Casi porque de inmediato unos brazos rodearon su cintura y evitaron que se haga daño.

-Hola.

El hombre le pasaba una cabeza, tenía varios tatuajes a su alerededor. Sus nudillos tenían números, sus brazos algunos animales, entre ellos un lobo aullando a la luna. Su cuello era apresado por estrellas negras y también tenía el tatuaje de una mariposa, como ahorcándolo. Aquello le hizo acuerdo a Adam. El sujeto solo llevaba una musculosa negra junto a unos pantalones negros de tela. Había sudor en su frente.

SHADOW [Flesh 3] (GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora