14-Examen de Amor

135 7 0
                                    

Esa situación ha dejado un hueco en mi interior. He estado muy distante, con mirada perdida viviendo el día a día con abundante melancolía, ¿Por qué me está afectando tanto? ¡Estoy totalmente arrepentida! Mi mente está en blanco, no puedo pensar en nada, mi interior está inundado de dolor ¿Qué es lo que debo hacer con este sufrimiento que me está consumiendo por dentro?

—¡Simone, Simone, Simone! ¿Te encuentras bien? ¿Si no se encuentra bien, puedes salir?— Valerine está dando lecciones, de las que no he prestado nada de atención, su mirada era de preocupación, como si sintiera empatía, como si estuviera sintiendo mi sufrimiento, lo que me está carcomiendo por dentro “La culpa”.

—¡Ah! bueno Profe ¡Enseguida vuelvo!— No podía dirigirle la mirada, no podía mirar esos hermosos ojos, no merezco verla. Me duele el pecho, llevé mi mano hacia mi pecho, el dolor era insoportable ¿Qué es esto? ¿Un deja vü? Me dirigí hacia el lavabo, me moje la cara, —¡Debo controlarme! ¡No tengo que perder ante este dolor de culpa!

De pronto la puerta del baño se cerró, ella la cerró.

—¿Simone, me podes decir que es lo que te está pasando? ¡Has estado muy distantes estos días, tu mirada está perdida, tú no eres así! ¿A caso te hice algo malo? ¡Dime por favor estoy preocupada!—no pude mirarla, la vergüenza me estaba matando, no podía elevar mi mirada, solo podía ver sus piernas y esa falda preciosa. Sin pensarlo me abalance sobre su pecho, rodeé su cintura con mis brazos, quería sentir su corazón latir, sentir su dulce aroma, esos delicados y suaves pechos. Retrocedió y se apoyó en la puerta mientras yo no la quería soltar.

—¡Perdóname, lo siento tanto! Quiero besarte, quiero amarte, quiero hacerte mía, pero te he fallado, he mancillado el amor que siento por ti, he tenido sueños y deseos lujuriosos hacia otra mujer; de estos labios que son tuyos ella ha probado su sabor y ha dejado su saliva, he tocado y besado sus partes prohibidas, ha envuelto mi mano con todo su ser. Ella me ha obligado a hacérselo y no pude resistirme ¡Perdóname, perdóname!

Al fin me he sacado un peso de encima, mis lágrimas no cesaban, estaba mojando sus pechos con ellas, podía sentir su corazón latir tan rápido pero no el mío, me quede inmóvil, sentía que estaba volando hacia el paraíso, mi cuerpo se sentía tan liviano. Volví al paraíso ¿Por qué otra vez estoy aquí?

—¿Simone de que estás hablando? ¿Quién te ha obligado a hacerlo?... Pero si te han obligado entonces no es tu culpa, no tienes de que preocuparte, no tienes que decirme quien fue sino quieres, ¡Te perdono, porque te Amo! ¿Simone, mes estas escuchando? ¿Simone, estas apretándome, tu cuerpo se siente pesado? ¿Simone, Simone? ¡Dios! Es otro desvanecimiento ¿Qué debo hacer? Creo que esperare hasta que despierte, me voy a sentar en el suelo, me estoy cansando de estar parada. No lo había notado antes pero que linda que se ve dormida, esas lindas y largas pestañas, sus labios rosados y suaves. Te estas poniendo más hermosa y madura, a causa de ello estas atrayendo a mujeres. ¡Dios te ha dado esté hermoso, maduro y seductor rostro para conquistarme! Creo que la causa de tu desvanecimiento puede ser el sufrimiento, tu mente y corazón están reaccionando a tu dolor de manera protectora,  alejándote de eso y sumergiéndote en un sueño profundo donde no existe el dolor ni el sufrimiento.

—¡Simone vuelve por favor! ¡Por favor no me hagas esto! No me dejes sola, te necesito aquí conmigo, se lo que sientes por eso quiero que vuelvas. Eres mi príncipe, me has cautivado completamente… ahora mi corazón, mi cuerpo y mi alma te pertenecen. Quiero que me hagas tuya por siempre, quiero que me beses y me toques completamente, pero para eso quiero que vuelvas. —oía todas sus palabras desvanecerse al llegar a mi canal auditivo.

Podía sentir sus labios sobre los míos y sus lágrimas sobre mí rostro, sentía sus manos tocar mi cuerpos, pero no estaba ahí. Mi alma había volado de vuelta al “Estanque de los lamentos” podía sentir un corazón latir, mi cuerpo y mi alma se estaban calentando y excitando, —¿Qué me está pasando? ¿Qué es esta sensación? Puedo oír una dulce voz que me llama, puedo sentir el aire en mi rostro, estoy cayendo tan delicadamente atravesando unas nubes suaves y esponjosas.

—¿¡Ah! que es esto? Siento una mano tocándome ¿Pero qué? ¿Valerine, qué estás haciendo?— Tome su mano que se estaba deslizando por mi panza, estaba tan sonrojada, me mostró un rostro tan vergonzoso y lindo que no había visto nunca.

—Simone, quiero que me lo hagas, me excite tan solo con ver tu rostro hermoso sobre mis pechos, tócame por favor, ¡Tócame!—Llevó mi mano hacia sus pechos y comenzó a moverla en círculo alrededor de su pezón.

—¡Espera Valerine! Seguimos en la escuela ¿No? No podemos hacerlo acá, no es un buen lugar. —Nos paramos, seguía arrinconada sobre la puerta.

—Solo un poco, solo un poco—Abrazo mi cuello, nos besamos, podía sentir que la temperatura de su cuerpo aumentaba, elevó su pierna y rodeo mi cintura.

—Si es lo que deseas, haré que te sientas bien Amor—deslice mi mano por su pierna lentamente, subiendo su falda y llegando a su lencería. —¡Oh! Valerine ¿Ya estas mojada? ¡Que hermosa mujer!—bese su cuello, sus pechos, su sudor tenía un aroma tan dulce, toda ella era perfecta, comencé a frotarla suavemente, subí su otra pierna hacia mi cintura, me ataco con ella alrededor de mi trasero, sus labios estaban al descubierto, sus líquidos envolvían mi mano, su camisa estaba abierta, dejando ver esos pechos perfectamente encantadores y su delicada y fina cintura.

—¡Ah! Simone. He estado sola por mucho tiempo, que bueno que pude enamorarme de vos. No creí que pudiera encontrar el Amor en este ámbito. ¡Te Amo Simone! Hazme tuya. —su cabello revuelto, la hacía parecer un ángel cayendo del cielo, toda ella pareciera haber sido tallada por los mismos dioses. No sé cómo no lo hicimos antes, tiene un cuerpo perfecto. Quería esperar.

—¡Ah! Simone Te Amo, Te Amo—ese gemido me hizo saber que un orgasmo había sido entregado con éxito.

Sólo Su MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora