8-¡Perdóname!

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La semana siguiente me percaté de que no había viste al joven Matías. Podrá ser por mi comunicado, tan rápido responden los superiores. Pasaron días y no lo volví a ver cerca de Valerine ¡Uf! que alivio, suspiraba. Le tengo que decir. Le tengo que decir a Vale que fui yo quien le comunico al señor director sobre ese joven y su actitud y que por eso no se le acerca más.

Al otro día confiado y nervioso se lo dije sin titubear. Y supe muy bien lo duro que sería decírselo. Y lo que recibí como consecuencia, no era lo que esperaba. Su mano se levantó a la altura de mi rostro y cerré mis ojos, estaba lista para "la bofetada" pero su mano se detuvo.

-Me has decepcionado Simone. Te dije que yo me encargaría de él. ¿Por qué lo has hecho?-desvía su mirada triste.

-Es ilegal que una profesora y un alumno tengan otro tipo de relación. Y no quiero perderte por un pendejo mujeriego, pervertido y que no sabe comportarse en el ámbito educativo.

- ¿Pero no te parece que nuestra relación también va contra las reglas?

-Por supuesto que es Clandestina, pero ya me voy a graduar y podremos revelarnos juntas al mundo.

-Por favor vete. Quiero estar sola-me dijo con voz áspera y sin mirarme.

-¡Está bien, Perdóname! Te amo...-Le di un beso en la mejilla y me retire. Sabía muy bien que había metido la pata, pero no me podía contener.

Las clases eran raras, había un clima extraño, su mirada era fría y sin expresión, jamás la había visto así antes ¿Tan grave fue lo que hice? No puedo comprender su enojo. Me dejó de hablar por un tiempo. Tenía que desahogarme con alguien, tenía que contarle a alguien lo que estaba sintiendo, ¿Pero quién podría comprenderme?

Me decidí y conté lo que estaba sintiendo a una amiga muy cercana... -Emily, quiero contarte algo, quiero que me escuches y que no se lo digas a nadie-le dije mientras caminábamos.

-¡Está bien Simone! Soy todo oído-fuimos al patio, quería sentirme libre y tomar aire, mientras le contaba.

-¿Emily, te acuerdas de ese chico Matías, del que todas hablaban?

-¡Sí, claro cómo podría olvidarlo! Todos hablaban de él...

-Quería levantarse a Valerine, después de dos semanas observándolo como actuaba y se acercaba cada vez más a ella, decidí comunicárselo al Director, y sin darme cuenta ya no lo había visto cerca de ella-me sentía tan impotente mirando hacia el suelo.

-¡En serio tienes valor! ¿Cómo pudiste hacer eso?

-¡Porque va contra las reglas, cualquier relación de ese tipo debe de ser sancionada! Por supuesto que no mencione el nombre de la docente a quien acosaba, en el escrito, porque la quiero proteger.

-¿A caso estabas celosa? ¿Sientes algo por la profesora? Nadie la llama por su nombre, excepto los demás profesores y tú...

-¡Eh! yo ¿Cómo podría? No sería correcto-dije nerviosa y poniéndome roja.

-¡Vamos no me mientas, sé te nota cuando la miras y hablas de ella, tus ojos se llenan de brillo! Se nota que hay química entre ustedes-me dijo sonriéndome y con mirada cómplice.

-¡¿En serio se me nota tanto?! No podía creer que alguien pudiera captar lo que sentía por ella. -Estoy sorprendida-le dije-Sí, es verdad, La amo más que a nada en el mundo-le dije la verdad con vergüenza y seriamente.

-Lo sabía, te agarré-mi dijo riéndose.

-Pero después de que le dije lo que había hecho, ya no me habla ni me mira a los ojos-le dije con un nudo en la garganta a punto de estallar -Me duele tanto el pecho, no puedo soportar que no me mire, ni me hable, no sé qué puedo hacer-ya no pude más, estalle en llanto, mis lágrimas no se detenían, mi corazón dolía tanto, que se estaba partiendo.

-¡Simone todo se arreglara, todo volverá a ser como antes, no te preocupes!-Me abrazo tan fuerte que a pesar de lo que me decía, seguía derramando lágrimas, no podía contenerme. -Si la Amas debes darle tiempo para que pueda perdonarte-me decía conteniéndome. Pero en ese momento sentí una presencia nos observaba a lo lejos ¿Podrá ser ella? ¿Espero que no piense mal de esta situación? Volvimos a clases, pero al entrar y ver su rostro, me dolió tanto que derrame un par de lágrimas sobre el lado derecho de mi rostro y creo que ella lo noto, y más me dolía el pecho.

Un día decidí enviarle un ramo de rosas grande y bello, cuando estábamos en clases. Con una tarjeta. Tocaron a la puerta.

-Señorita Valerine! Alguien le ha mandado un bello ramo de rosas y una tarjeta-Todos quedaron sorprendidos

-¿Quién se las habrá mandado?-curiosas decían las chicas de alrededor. -Profe ¿Quién le mando esas flores? ¿Se las envío su novio?- Mientras ella leía la tarjeta:

"Sé que lo que hice estuvo mal, lo siento tanto, ¡Perdóname! Solo quiero hacerte Feliz. No quiero perderte. Te Amo Con Todo Mi Corazón".

S.S

Ella contesto -¡Eh! sí, eso creo-bajando su mirada y sonrojada. Por primera vez había confirmado nuestra relación, aunque nadie sabía que era yo, excepto Emily, eso creo. Yo me sentí feliz por un instante, mis ojos casi se llenan de lágrimas, podía sentir lo que ella sentía. Pasaron un par de días. Por primera vez ella había llegado antes que yo, al parecer me estaba esperando ¿Por qué?

-¡Simone, tenemos que hablar!-estaba tan seria y fría.

-¡Está bien!-dije agachando la mirada, sabía lo que me esperaba.

Entramos a nuestro "Lugar especial" yo entre primero. Ella cerró la puerta y me empujó contra está, que atrevida se puso. Por primera vez ella tenía el control, me sentí acorralada y sin salida, entre sus brazos y la puerta, mi corazón estaba aterrado, ya no podía pensar en que es lo que pasaría.

Mirando fijamente a los ojos, mientras se llenando de lágrimas, y me dijo -¿Qué es lo que estabas haciendo con Emily abrazándola?

-Así Que eras tú la que me observaba desde lejos. Pude sentir tu mirada. Ella solo me estaba conteniendo del dolor que sentía por dentro. ¡¿No me digas que Estas celosa Valerine?!-ella inmediatamente agacho su mirada, estaba muy colorada y volvió a ser la bella flor sin espinas e indefensa que Amo. En ese instante deje de ser yo la acorralada, me di vuelta y la acorrale junto a la puerta, levantando sus manos. Que bella flor, esa mirada preciosa me cautiva y me enamora más -A propósito, ¿Te gustaron Mis rosas?-tomando su rostro con mis manos y levantando su mirada.

-¡Por supuesto, son hermosas!-me dijo sonriéndome.

-¿Seguís enfadada?

-¡Por supuesto que No! Nunca lo estuve...

-Entonces ¿Por qué no me mirabas, ni me hablabas?-dije sorprendida.

-¡Porque quería tiempo para pensar! Solo eso

-¡¿Entonces?!-dije acercándome a sus labios. Su respiración se aceleraba, el calor de su cuerpo estaba aumentando, se estaba excitando y eso hacía que yo también me excitara.

-¡Entonces!-dijo con su mirada pícara, insinuando algo más.

Baje mi mano hacia su cintura, mi pierna derecha empezó a abrir y adentrarse dentro de las suyas, rozándolas lentamente. Su respiración se aceleraba cada vez más, bese su hermoso cuello, nuestros cuerpos estaban tan juntos, bese sus labios carnosos y suaves. Perdimos la noción del tiempo y el espacio, ella elevo su pierna hacia mi cintura, y lentamente toque sus pechos, su vientre, su ombligo, llegando hasta abajo, quería tocar más y más, ella lo estaba deseando, pero....

-¡Otra vez el timbre! ¡Oh! dios, siempre que llegamos a esto pasa lo mismo-jajá nos reímos juntas. -¡No sabes cuánto te he extrañado! -le dije alegremente mientras la besaba.

-¡Lo sé, Lo sé! Y lo siento-vamos a clases que se hace tarde-aún estaba ardiendo, seguía excitada, su silueta me hipnotizaba, su cintura, su mirada. Mientras caminaba no podía sacarle los ojos de encima.

Mi bella Dama, que belleza por Dios.

Sólo Su MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora