11-Sin ti, Sin mí

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“No sé dónde estoy, no sé a dónde voy. Estoy en un lugar donde nunca estuve antes, un paraíso, donde me puedo encontrar con la gente que quiero, Mi Amada madre, Mi Amado padre, Mi Amado y único hermano mayor, mis Amados Abuelos…Mi Amada Familia”

*

Un día nevado mis padres y mi hermano Ariel, volvían de trabajar cuando el auto se salió de control y desbarrancaron en la ruta, dando trompos y terminando de la peor manera posible. A pesar de que yo tenía 6 años podía entender claramente lo que había sucedido, yo estaba con mi tía Anabella cuando ocurrió eso y fue ella quien me lo confirmo, yo me sentí devastada. Después de eso me decidí hacer realidad el sueño de mis padres, dar lo máximo en los estudios, ser excelente como persona, tener un futuro con una carrera que ame y que me lleve a la cima.

Mi alma comenzó a recorrer el paraíso donde por distintas razones me encontraba. De pronto escuche una voz muy dulce y familiar.

—Simone, ¿Simone eres tú? Simone soy yo tu madre…

—¿Ma… má?—ella me abraza mientras mi padre Gabriel y mi hermano se dirigían hacia mí.

—Mi niña hermosa ¿Qué haces aquí? Tú no deberías estar aquí. —me dijo apretando mis mejillas y besándome por todos lados.

—Es cierto tu no deberías estar aquí todavía Simone, pero me alegra tanto verte una vez más y mírate ahora ya eres una adulta.

—¡Gabriel! Amor mira nuestra niña, ya es una adulta y tan hermosa.

—¡Papá! ni yo sé por qué estoy aquí. ¿Sera una prueba? Debe ser eso—mi padre me abrazo, pero aun así no pude sentir nada, mi corazón ya no estaba conmigo—¡Oh! Ariel mi hermano querido—estaba igual que la última vez que lo vi.

—Hola hermanita ¿Todavía te siguen gustando las muñecas maduras? ¿No?—removiéndome el cabello.

—¡Ya sabes mi respuesta! Para que preguntas ¡Pavote!—mi hermano y yo nos llevamos bien hasta cuando él quería una novia y yo le decía que chica era ideal para él y que me gustara a mí también. Que lindos recuerdo que tengo. En mi familia siempre hemos sido sinceros, amables y comunitarios.

—¡Ah! cierto Cariño ¿Cómo te va con tus amores?—pregunto mi madre muy interesada en la persona a la que amara.

—¡Genial! En este momento estoy en una relación con una mujer hermosa, inteligente, elegante, perfecta en todo sentido. Estoy perdidamente enamora de ella y ella también de mí. Sinceramente no se ¿Por qué estoy aquí? Debería estar con ella, debe estar preocupada, siempre la llamo o le mando mensajes, no es Justo que esté pasando el mejor momento de mi vida y no estoy con ella, en vez de eso estoy acá y no encuentro porque motivo—estaba realmente alterada.

—Cálmate mi niña hermosa, ya sabrás porque estas acá y esa será la hora para volver a donde perteneces. Está bien estaremos contigo hasta que encuentres esa razón y vuelvas con la persona que amas.

—¡Gracias Madre! Creo que tengo un indicio para poder seguir, fui al hospital para sacar turno, para un chequeo completo, para ver si todo estaba en orden, pero creo que al estar aquí es una obvia razón de que No todo no está en orden.

—Tal vez sea eso, o tal vez hay otra razón por la que estas acá y no allá, o ¡¿tal vez tienes que decidir algo y no lo recuerdas o no los sabes?!—tomando mis manos.

—Tal vez.  Pero cuanto va a pasar hasta que logre recordar o darme cuenta de lo que tengo que decidir—estaba en un lugar hermoso pero no podía sentirme bien, no podía pensar en lo que Valerine podría estar sintiendo en este momento, quería estar con ella abrazarla, besarla, amarla.

Sólo Su MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora