Mi estúpido enemigo!

10- Resacas y recuerdos vergonzosos.

Luces... Muchas luces, que estaban empeñadas en no dejarme descansar por un segundo, se reflejaban en frente de mi rostro.

Y por si fuera poco, dos voces de lo más molestas discutían a gritos dentro de mi habitación. Que fastidio. ¡Que alguien los calle, por dios!!

Ahora que lo pienso ¿Por qué mierda hay tanta luz? 

No podía evitar preguntarme porque habían abierto la maldita ventana esta mañana.

Además ¿Y quién carajos esta gritando así? No logro entender nada... Ni siquiera recuerdo lo último que paso anoche. Lo que si se con claridad es que estaba en una fiesta, y después... ¿Que más?

Me toco la cabeza con expresión dolorida y sin abrir los ojos pregunto:

-¿Por qué gritan?- Espeto fastidiada por mi malestar y abro los ojos. Veo a Aria y a Matt parados frente a mi cama, mirándome. Gracias a dios ya habían dejado de discutir.

-Nadie esta gritando Emm- dijo Matt en voz alta y molesta.

-Baja la voz- Me toco el puente de la nariz mientras me levanto de la cama hasta quedar sentada. Vi como Matt revoleaba los ojos.

-Esto que te esta pasando, querida amiga, se llama resaca, y lo tendrás por varias horas. Ten, te traje un analgésico- Me tendió la pastilla con una sonrisa y luego Aria me paso un vaso de agua.

-Maldito sea el que inventó el alcohol, deberíamos secuestrarlo y raparle la cabeza- Dije molesta mientras me colocaba la pequeña pastilla en la boca, seguida de un largo trago de agua.- ¿Qué hora es?- Pregunté, pasándome las manos por la cara, con expresión de cansancio.

-Las...-Aria vio su muñeca, concentrada, como si allí hubiera un reloj imaginario -Nueve.

-¿Nueve? ¿Tan temprano? Solo dormí 5 horas- Me queje mientras me enjuagaba los ojos que me ardían por el cansancio -Chau, me fui a dormir- Dije dejándome caer nuevamente al colchón.

-No te duermas- Escuché que Matt me decía mientras movía de un lado a otro el colchón y me zarandeaba.

-¿Quién me obliga?- Dije de forma burlona, todavía intentando dormir.

-Yo- Dijo simplemente Aria mientras me pegaba un almohadazo y otro... Y otro... y así sucesivamente.

-Estoy despierta- Susurré mientras me seguía golpeando.- Estoy despierta. ¡ESTOY DESPIERTA!- Terminé gritando para después sentarme en la cama.

Malditos "Amigos" golpeadores. Me pagarán el bullying que me hacen.

-Lo se. Solo tenía que comprobarlo- Se excusó la muy hija de su madre.

Gruní mientras mi vista se posaba en Aria que se encontraba perdida mirando su nueva y muy delicada, hay que decir, manicura.

Tome un almohada y por mi propia satisfacción, bajo la estricta mirada de Matt, la golpee tan fuerte que cayo de cara al piso. Su pelo rubio quedo todo revuelto en el suelo mientras ella buscaba algo de lo que aferrarse para poder levantarse.

Ah, la venganza es dulce. Dijo mi inconsciente maligno, a lo que no pude estar más de acuerdo.

-Me rompiste una uña- Lloró en el piso mientras levantaba la vista y me lanzaba una mirada fulminante.

-Ah, que linda ardilla- sonreí mirando la ventana.

-¿Ardilla? Osea, tenemos un tema importante aquí.- Dijo haciendo un exagerado movimiento con sus manos- ¿Sabes lo que has hecho?-.

-Lo se...- Me reí de ella, tomándole el pelo y después agregué- Quéjate con el traidor, él lo vio todo y no te ayudo- Le tire la culpa a Matt que me miro mal.