Capítulo 9

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La compañía.

Morgan Edge caminaba por el pasillo, mientras notificaba los últimos sucesos a su interlocutor, un hombre de pelo castaño y penetrantes ojos verdes, que se encontraba a su lado, quien parecía no prestarle demasiada atención, cada tanto un interno los paraba, para que este revisara unos papeles y le diera el visto bueno o no.

-Como le decía, todo marcha según lo planeado, sin alteraciones, le alegrará saber que poco a poco me voy ganando la confianza de esos chicos.

-¿Incluso de Supergirl?-preguntó perplejo el hombre a su lado

-Inclusive ella, creo que logré convencerla con la mentira aquella- sonrió Morgan orgulloso- es increíble como el afecto hacia tus seres queridos, te vuelve fácilmente manipulable.

-Ja, el amor es un sentimiento muy fuerte y segador, mi amigo Morgan- le respondió el castaño- pero... en las manos adecuadas, se puede convertir en un arma muy poderosa- se frenó y miró a Edge, para luego continuar-Como el amor de una madre por sus hijos, hay casos en los que niños corrían peligro y fueron salvados por sus progenitoras, que llevadas por la adrenalina, lograban levantar objetos pesados, que serían imposibles de mover en una situación diferente... ¿Comprende lo que le estoy diciendo?-preguntó el hombre, al ver la duda en el rostro de Edge.

-Yo...-pero fue interrumpido por el otro antes de que pudiera responder

-Acompáñame, tengo algo que mostrarte- y haciéndole seña para que lo siga, ingresaron a un laboratorio- Como bien sabes, yo cree a estos chicos... por así decirlo, les di estas... habilidades, los crié y los entrené, pero... ¿sabes que fue lo que no les di?

-He... ¿amor?-respondió con duda Morgan

-Conexión- corrigió el hombre-ellos tienen una fuerte unión con sus padres, no conmigo... es por eso que tras ese pequeño error, decidí continuar y crear... esto- dijo, haciéndose a un lado y señalando un tubo de ensayo grande, en el cual podía observarse a dos embriones en gestación- estas dos pequeñas criaturas, son el siguiente paso para la creación de mis soldados... te aseguro que ellos, si seguirán mis órdenes sin cuestionarlas, confiaran ciegamente en mi- el hombre los miraba absorto, orgulloso de su creación, hasta que la voz de Edge, llamó su atención.

-No lo entiendo, Maxwell, ellos son ...¿un fracaso?-haciendo referencia a los cuatro jóvenes.

-El fracaso es parte del proceso- le respondió Max

-¿Pero, por qué no los eliminas?, si tras este experimento de "dejarlos libres", descubriste el error...¿para qué dejar cabos sueltos?

-Porque todavía los necesito para algo más, especialmente a mi Supergirl... oh si, tengo grandes planes para ella-sonrió Max.

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-Vas a denunciarlos ¿verdad?-preguntó Sam realmente enojada.

-No... ya no quiero saber más nada con... odio... o venganza... ya tuve suficiente-el agarre en su mano se afianzó, provocando que la pelinegra mirara a Kara, pero está tenía la vista fija al frente.

-Len... por favor, no puedes dejar las cosas...

-Si puedo... y eso haré Sam-la interrumpió-no pasó nada grave, yo... creo que Lex entendió la lección.

-Len, no- Sam frenó su andar, posicionándose delante de las otras dos, deteniéndolas también-¿qué pasa si lo vuelve a intentar? Está completamente loco ¿que no lo puedes ver?

-Después de lo que Kara le hizo, no creo que se anime a acercarse a nosotras de nuevo-la castaña suspiró estresada, no podía comprender la actitud de la pelinegra, entonces Lena entendió que su amiga no se detendría y jugó su última carta- Sam, por favor... está anocheciendo y estoy muy cansada, además de que nuestros padres se deben estar preguntando dónde estamos...¿podemos seguir discutiéndolo mañana?... por favor.

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