Las Noches

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Llegaron a la habitación del Hōgyoku, en donde se encontraba Aizen.

― Puedes retirarte Ulquiorra.

― Si.

Sakura avanzó hasta el hombre.

― Me informaron que querías verme.

― ¿Has disfrutado de tu segunda visita al Bosque de los Menos?

La kunoichi sintió miedo por unos segundos, después de todo si lo sabía, se obligó a sí misma a tranquilizarse, debía de recordar con quien estaba hablando.

― Si, he cumplido una promesa que hice la primera vez que estuve ahí.

― ¿Como está ese shinigami? Ashido, si no mal recuerdo.

― Mejor de lo que esperaba, considerando que se encuentra en ese bosque repleto de Hollow.

Sakura sabía que no debía titubear al responder, si lo que decía Ashido era verdad, ni siquiera Aizen debería ser capaz de encontrar e identificar la contraparte del cristal que la llevó a esa dimensión.

― Te he llamado porque quería mostrarte algo.

El Ex capitán hizo salir un cilindro, en el cual residía el Hōgyoku.

En cuanto la energía de aquel artefacto se hizo presente en el ambiente, la joven comenzó a jadear.

La parte que tenía sellada dentro de si quería salir y unirse...

Sakura se tambaleo, terminó en el suelo, de rodillas, estaba haciendo un enorme esfuerzo por mantener estable el sello.

― ¿Qué sucede, Sakura?

Aizen la miraba con una sonrisa.

― Eres un desgraciado ― dijo con esfuerzo la joven, con una sonrisa en la cara ― Un maldito desgraciado muy inteligente, por ello tienes mi respeto... Pero vete enterando de algo, a menos que yo te lo dé por voluntad propia, no lo conseguirás.

― No esperaba menos de ti ― habló el castaño acercándose a ella, la tomó en brazos y se sentó en su trono con la joven en su regazo ― Pronto me lo entregaras.

La kunoichi no se movió del lugar, ahora entendía a Naruto, en un inicio, cualquier cambio que afectara al sello que mantenía al Kyūbi cautivo, dejaba exhausto al rubio.

El castaño devolvió el Hōgyoku a su lugar.

Sakura poco a poco sintió que la energía sellada dentro de si volvía a estar en calma.

Ambos siguieron en las mismas posiciones por varios minutos más, en completo silencio.

― Debo concluir que tu mente está pensando en algo... Tal vez la forma de matarme, en el mejor de los casos, detenerme.

La kunoichi se tomó algunos segundos en responder.

― Te equivocas... No sé lo que quieres conseguir exactamente ¿Quién no me dice que la Sociedad de Almas es la que está equivocada? ― La rosada se perdió por unos momentos en sus memorias ― No te equivoques Aizen, no te apoyo, a veces todo es más complicado de lo que podemos imaginar, después de todo, nada es acerca de verdades o mentiras, simplemente la realidad a la que debemos enfrentar.

Sakura sabía de lo que hablaba, la vida daba vueltas y tenía un humor bastante cruel, los motivos detrás de los actos de alguien no siempre eran claros, incluso si lo fueran, pocos intentaban comprenderlas o a nadie le interesaba siquiera saberlas.

Sakura No Tabi 値Donde viven las historias. Descúbrelo ahora