27 de Noviembre del 2019.
-¿Se encuentra usted bien?- las palabras de Eddie le tomaron desprevenida.
Le llevó unos segundos contestar, ya que el gran nudo formado en su garganta apenas le permitía articular palabra alguna.
-Tiene muy mal semblante, ¿necesita que le traiga algo?- preguntó ahora más preocupado.
Pero cómo decirle al chico que en realidad sí le sucedía algo, y eso era que uno de sus más preciados tesoros en la vida corría peligro.
-No querido, todo está bien. Sólo jaquecas, nada nuevo- mintió.
El asintió comprensivo.
-Pues aviseme si necesita algo, puedo llevarselo.
Ella sonrió.
Hubo un par de minutos de silencio, entre los cuales Teresa aún intentaba recomponerse del lío en el cual ahora se encontraba inmersa. Cientos de preguntas surgían desde su cabeza: "¿qué haré ahora?", "¿escapar a un pueblo desolado donde nadie jamás pueda encontrarnos?", "¿serán los investigadores capaces de dar con el paradero de Andy?", " ¿si es así, la apartarán de mi?". "Claro que no, no pueden hacerlo, se trata de mi pequeña", respondió para sus adentros. Y la tanda de cuestionamientos no se detuvo: ¿cómo le explicaría a Andy acerca de su verdadera naturaleza?, ¿estaba acaso alguien dispuesto a hacerle daño?, ¿qué haría un mundo el cual no está preparado para convivir con la genética artificial?, ¿qué sería de ella?.
Eran cientos de preguntas brotando de su mente. En qué lío se había metido al aceptar dicho trato tan confidencial del cual se le entregó tan vaga información. Pero si de tratarse de volver el tiempo atrás, y consultarse si es que hubiera tomado aquella decisión de nuevo, no cambiaría el hecho de salvar a Andy. Teresa era creyente, siempre lo fue. Y jamás estuvo de acuerdo con el pensamiento crítico y de supremacía de los científicos, pero ellos. Ellos... se habían metido con algo superior. Y estaban jugando con fuego. Ella no permitiría, que alguno de esos tipejos tocara a su niña para realizar experimentos en ella. Menos para venderla si es que ellos querían lucrar con los híbridos creados.
Para Teresa Andy nunca fue un híbrido. En un comienzo el temor se apoderó de ella por el hecho de que no sólo se estaba exponiendo ella en peligro, sino que claramente también a su sobrino. Pero a pesar de ello siempre mantuvo una mirada de compasión ante aquella criatura indefensa, del cual a veces olvidaba sus orígenes yacían en un laboratorio. Andy era como todos nosotros, e incluso mejor. Ya que en ella jamás encontró pizca de maldad. Tal cual como la veías era, y además de ello siempre estaba dispuesta a ayudar al resto sin importar qué. En pocas palabras, la joven de aspecto soñador y analítico fue para ella, la hija que nunca pudo tener.
Es así como ahora su corazón pendía del límite, ¿acaso podría latir más rápido?. Y para qué hablar de la jaqueca que verdaderamente comenzó a sentir, junto con aquel mareo y aquella visión borrosa. Así fue como intentando reincorporarse de la silla en la cual estaba sentada para ir a pedir a su jefe permiso para retirarse antes, previo a siquiera dar unos pasos perdió el conocimiento.
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Maybe ©
Fiksi RemajaEn una búsqueda empedernida científicos ingleses logran asemejar la imagen humana en un espécimen creado en base a recombinación genética. Años más tarde, ella es liberada desconociendo su real origen. Es así como dos años más tarde su vida está a p...