Filter ➶︎ Kookmin

06

— ¡Maldición, Jungkook! —Gimió ante los últimos saltos sobre la pelvis del menor. Arqueó su espalda y se sujetó del fornido pecho de Jeon para no desestabilizarse.

Sintió segundos después como una cálida esencia se adueñaba de su interior y eso le hizo acabar inmediatamente mediante un sollozo ahogado.

— ¿Te lastimaste? —Preguntó el más joven con la respiración agitada. Park negó y tuvo que poner cierto empeño para mantenerse firme ante los temblores en sus piernas.

Se apartó de Jungkook y se tumbó a su lado para regular su respiración. Jungkook estaba igual o peor que él tras esta última ronda de sexo. Se giró y contempló su perfil por unos segundos mientras el contrario mantenía sus ojos cerrados y luchando para recibir oxígeno en sus pulmones.

— Creo que sería mejor ducharme e ir a visitar a Taehyung, tiene que estar preocupado por mí. —Miró el reloj en la mesita al lado de la cama—. Es casi la hora de almorzar, mi teléfono debe estar lleno de mensajes de él.

— ¿Ya se preocupa por tí y apenas lleváis un día siendo amigos? —Preguntó con los ojos cerrados.

— Taehyung es un chico de buen corazón.

Jeon asintió restándole importancia.

— ¿Puedo darme una ducha también?

— Claro, después de mí. —Asintió.

Jimin recogió la ropa esparcida por su habitación y trastabilló en buscar prendas nuevas en su armario para luego correr hacia el baño.

Había sido una mañana movida para ambos.

[...]

— No debiste dejarme venir contigo en tu auto, ellos verán eso raro. —Refunfuñó cuando Jeon aparcó el coche en su extenso jardín.

— Deja de preocuparte por todo, eres muy joven.

— Aún sigo sin entender porque eres de esta forma tan distinta frente a mí y cambias totalmente frente a tus padres. —Se encogió de hombros, mirando por la ventana—. Parecías tímido.

— Has comprobado que no lo soy. —Habló. Jimin quiso asentir pero no le iba a dar el lujo.

— Lo que sea, abre la maldita puerta de una vez y déjame salir de aquí.

Jungkook rió divertido y sujetó su rostro para que le mirara.

— Ni se te ocurra besarme aquí, nos podrían ver.

— Voy a hacer lo que me de la gana, Jimin. —Amenazó con voz dura—. Ellos no miran por las ventanas.

Park iba a rechistar de nuevo cuando sus labios se vieron atrapados por los del más bajo y no tuvo opción que seguirle el beso que había comenzado entre ambos. Suspiró entrecortado cuando Jungkook se despegó de él y abrió las puertas.

— Vamos, Taehyung debe estar esperándote. —Rió.

En cuanto Jimin salió, la señora Jeon abría la puerta de casa tras haber escuchado el sonido de un motor conocido. Le sonrió a ambos y no pasó desapercibida para ella que Jimin acababa de bajarse el auto de su hijo menor.

— ¿Qué hacían juntos? —Preguntó con cierto desagrado en su voz.

— Venía de la biblioteca cuando encontré a Jimin en el camino. —Mintió el más joven—. Quería visitar a Taehyung porque su móvil se estropeó y no encontraba manera de comunicarse con él.

— Oh, está bien, pasen chicos. —Les abrió la puerta y dejó que ambos entraran—. Jimin, Taehyung está en su habitación durmiendo, llegó bastante tarde ayer en la noche.

El rubio asintió y dio una última mirada a Jungkook para perderse por la casa y subir las escaleras que le conducirían a la habitación del chico. Jungkook se quedó parado en la puerta mirando con molestia a su madre. Bueno, puede que antes se hubiera despistado un poco con el caminar del rubio, pero ahora estaba completamente serio y en todos sus sentidos mirando a su progenitora.

— ¿Me puedes explicar por qué están haciéndole algo como eso a Taehyung? —Masculló furioso—. ¿Tanto odiáis a vuestro propio hijo?

Su madre suspiró.

— Jungkook, cariño, sabes que Taehyung no es centrado, nunca lo fue. Estamos haciendo lo mejor para él.

— ¡Y una mierda! —Alzó la voz susurrando—. ¿Me dirás que para mí también hay alguien, mamá?

— No. —Negó efusivamente—. No hace falta. Eres un chico ejemplar, correcto y bien encaminado en la vida. Nada que ver con tu hermano.

— ¿Acaso no sabes que no todas las personas somos o debemos ser iguales? ¡Déjalo ser, maldición, es su vida!

— ¡No puede ser así! ¡No va a fastidiar el orgullo y dedicación que tanto le ha costado a tu padre crear y llegar a donde está! —Exclamó—. ¡Ese niño solo va a traer ruina y angustia para nosotros!

— ¡Pues si van a seguir con este estúpido plan no solo se quedarán sin Taehyung, porque yo no pienso seguir aquí sin mi hermano!

— ¡No puedes decir eso! —Bramó—. Eres el heredero, único y capacitado para el puesto, no puedes dejar a tus padres.

— ¿Y tú si puedes dejar a un hijo? —Rió irónicamente—. ¿Qué pasaría si Taehyung se enamora de Jimin? ¿También merece un corazón roto?

— Eso no sucederá. Jimin sabe que hacer para no llegar a los extremos.

— Esas no fueron tus palabras hacia él. —Empujó su lengua contra su mejilla—. Jimin me ha contado todo, ¿sabes? Podríamos ser buenos amigos en adelante tratando de mantener tu jodida mentira a flote.

— No vas a ser amigo de alguien como él.

Jungkook rió de nuevo.

— ¿Cómo es alguien como él? —Murmuró—. ¿Humilde, de clase media o tal vez huérfano? No quieres que ni Taehyung ni yo nos relacionemos con ese tipo de personas, son una raza inferior para tí. Tu mundo gira alrededor del asqueroso dinero.

— ¡No me faltes el respeto, Jeon Jungkook! —Vociferó con la mano en alto.

— ¿Vas a abofetearme? ¿Porque te estoy diciendo la verdad? Eres injusta.

— ¡Vete a tu habitación, joven insolente!

Jungkook se giró sobre sus talones con intención de marcharse, pero permaneció inmóvil.

— ¿Acaso recuerdas quien es Jimin, mamá? —Preguntó. El silencio le acompañó—. Exacto, no tienes ni idea de quien es Jimin. No recuerdas nada de esa época, ¿no? Quizás no quieres recordarlo. —Rió frustrado—. Park Youngmi estaría tan decepcionada de tí al ver lo que tratas de hacer con tu propio hijo. Y sobretodo por no recordar al suyo.

Jeon suspiró frotando el el tabique de su nariz.

— Por no querer recordar al niño de mejillas regordetas que alguna vez quisiste como un hijo más.

Mucho tiempo sin actualizar, sorry ;(