Dark Souls: Beyond Pain

𝐔𝐧 𝐚𝐥𝐦𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐝𝐚

He estado en esta sucia y solitaria cueva, encerrada y en soledad, desde hace mucho tiempo.
La soledad, aunque en primera instancia suena negativa, en realidad no es tan mala.
Aunque, por lo general, estoy perdida en un estado de inconsciencia total, casi sin notar el paso del tiempo, esta paz que tengo en este lugar, me ha permitido reflexionar mucho acerca de mi persona... de mi impureza y de toda mi vida en general.

Sin embargo, pese a que, como he dicho, esta soledad no es mala... en parte es muy solitaria.
Hay un hombre cerca de la hoguera, un caballero. Este hombre simplemente está ahí, en silencio, al lado de la hoguera que avivo. Supongo que algo es algo. Pero, hoy, una figura desconocida se posó ante mi.

Un caballero cuyo rostro no era visible. Llevando la espada que he visto incontables veces en mi tierra natal, Astora. Era un alma peculiar. Pude notarlo con tan solo verle, era alguien único. Me observó levemente, en silencio. Igualmente, yo no tenía una lengua con la cual hablar, por lo que realmente no importaba demasiado. De hecho, hasta era mejor que no quisiera iniciar una conversación conmigo.

─No estás... sola.

Su voz sonó rasposa, como si su garganta se estuviera esforzando gravemente para pronunciar palabra alguna. Era un caballero no muerto, que de alguna forma seguía consciente. Lo que dijo... fue lo que más me llamó la atención. Me hizo feliz, un comentario de un extraño me causó una calidez ligera. 

Tras su comentario, se marchó hacia el burgo de los no muertos, por lo que alcancé a escuchar de su conversación con el caballero silencioso de la hoguera. Él también busca acabar con la maldición... deseo, si se me permite tal cosa, que no termine como un hueco, como tantas personas que he visto... después de todo, la esperanza es lo único que poseo.