Call me daddy

School

—¡Maldita sea, Gerard! Vamos a llegar tarde y tengo un examen, ¡apresúrate!— Mikey Way esperaba impaciente a su hermano mayor, la escuela les quedaba a la mierda de la casa y la hora a la que estaban saliendo no les daba mucho tiempo para llegar.

—¡Dame un minuto!— Gerard Way, el hermano mayor, estaba tranquilamente terminando de delinear sus ojos, decía que le hacía notar más el verde y eso le gustaba—, and I know... that I'm pretty— sonrió para si mismo y salió del baño.

—Ya, serviré mi termo de café y nos vamos.

—Mierda Gee, ¿por qué ni para ir a la escuela dejas de ser una diva?

Comenzaron a caminar en dirección a la parada de autobuses más cercana para por fin irse a la escuela, Mikey iba nervioso por su examen y Gerard tranquilamente se tomaba su café.

Al llegar a la escuela, el menor entró corriendo en dirección al salón de clases para quitarse de una vez el condenado examen de encima.

Gerard, por su lado, entró tranquilamente en dirección al patio, donde sabía que estarían sus amigos, pues les daba igual entrar a la clase de español

Y también estaría su novio.

Al acercarse divisó el pelo rizado de su amigo Ray, la fedora de su amigo Patrick, el cabello mal tomado de su amigo Bert y tuvo que acercarse un poco más para divisarlo a él, a Frank, como siempre desarreglado, según él lo hacía ver más punk, pero para Gerard se veía ridículo.

—¡Gerard! Pensamos que ya no llegabas— Bert se acercó para darle un abrazo en señal de saludo, seguido de un apretón de manos.

—Tenía qué, sabes que estoy a punto de repetir el año si sigo faltando— saludó uno por uno a sus amigos y levantó a su novio para darle un abrazo y girarlo en el aire.

—Hola amor— respondió el más bajito, con una sonrisa—, también me alegro de verte.

—¿dormiste bien?

—Más o menos, debo hacer un examen de física y no entiendo una mierda— Frank frunció el ceño—, pero me las arreglo.

—Espero que así sea, tu madre va a matarme si empiezas a descuidar tus notas, va a echarme la culpa.

—Como con todo.

—Ya, no empiecen a ponerse tristes, hoy es viernes— Ray interrumpió—, hoy al fin podremos descansar.

—Si chicos, arriba el ánimo— se sumó Patrick.

—Ayúdenme a repasar mejor, así me salvan el semestre—.

*

La clase avanzaba lenta, demasiado lenta para el pelinegro que estaba ansioso porque terminara su jornada, sabía que la casa de Frankie estaba cerca de la escuela y que su madre trabajaba hasta tarde.

Una sonrisa cargada de lujuria se dejó ver, suspiró y se saboreó los labios cuando miró hacia adelante y tuvo una vista perfecta del culo de su Frankie, quien se había acercado a Bert para pedirle un borrador.

—Amigo, ¿me estás escuchando?— Ray movió su mano en frente de la vista de Gerard para tratar de llamar la atención.

—¿Ah?— salió de su trance con el movimiento de la mano de su amigo.

—Que debemos entregar esto en 20 minutos, podrías hacer algo productivo y ayudarme a terminar estos ejercicios.