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Aviso de Spoiler por Infinity War. Creo que todos la hemos visto pero,

mejor prevenir que curar(?)







Nathaniel y yo nos encontrábamos en la terraza del cuartel de los vengadores hablando tranquilamente.

-¿Quieres? Así celebras tus dieciocho- Me lo dijo acercándome la caja de cigarrillos que tenía en su mano.

-Paso. No quiero que me de un ataque de asma- Le contesté apoyándome en el cristal que delimitaba la terraza- ¿Tu madre no se ha dado cuenta de que fumas?- Me miró con duda- Apestas.

- Nah, además, ¿qué me va a decir ella? Yo no fumo ni un cuarto de lo que fuma ella.

Bajé la mirada y mordí mi labio- ¿No lo lleva bien?

- No, aparte, han comentado de hacer lo mismo que hicieron contigo.

- Te refieres a tener un...

- Sí.

Un tenso silencio reinó entre nosotros.

- Bueno si él es feliz.

Nathaniel iba a contestarme cuando vimos llegar a una nave a la pista de aterrizaje, era la milano.

- No pensé que llegarían hoy.

- Es que hoy no llegaban, vamos.

Nathaniel apagó el cigarrillo y ambos nos dirigimos al ascensor para bajar. Cuando llegamos estaban ahí los guardianes, Banner y el doctor Strange.

- ¿Qué ocurre?- Pregunté extrañada- Pensé que no vendríais hasta dentro de dos semanas- Concreté mirando a los guardianes y Banner.

- Ha habido un problema- Contestó Strange, ya que era el único tranquilo- Ha llegado.

- Sí, quiere las gemas.

Los miré con los ojos abiertos y Nathaniel extrañado.

-¿Quién?

- Thanos- Le contesté, los adultos asintieron a mi respuesta.

- Joder.

-¿Y Thor y Loki, no iban con vosotros?- Pregunté a los segundos.

- Thor está dentro- Contestó Quill bajando la mirada junto a su equipo- Y Loki, él, Thanos quería las gemas y, y si no hubiera sido por Loki, no hubiéramos podido escapar.

Mis manos fueron a mi boca y mis ojos se empezaron a empapar en lágrimas, no podía ser, Nathaniel me abrazó y lloré en su pecho.

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Habían pasado unas horas, todos estaban aquí; guardianes, mutantes, defensores, vengadores; bueno claro, excepto fugitivos y, y Loki. Todos hablaban del plan para defendernos de Thanos, yo, necesitaba hablar con alguien.

Me situé delante de la puerta y llamé. Rápidamente una niña pálida, de ojazos verdes, largo y liso pelo negro apareció delante de mi.

- ¿Stark? ¿Qué ocurre? ¿Por qué están todos abajo?

- ¿Puedo pasar?- Evité contestar, no sabía que decirle. Hela asintió y se echó a un lado, avancé y quité unos libros que tenía en la cama para que pudiéramos sentarnos en ella; todos eran de magia, seguramente se los había dado Loki, esto cada vez se hacía más duro.

María Margaret (Rogers) StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora