La gente era simple, estúpida, parte de un rebaño. Eran las ovejas que iban en tropel hacia un futuro predeterminado. Caminar por esos pasillos me exasperaba, todas esas miradas en nosotros, en mí, y sin mayor motivo que ser, ya no una oveja negra, sino un lobo.
Jin ignoraba esa atención, Taehyung se alimentaba de ella, yo la despreciaba. Que aquella panda de borregos me viese de un modo diferente o superior me la traía al fresco.
Pero no podía negar que tenía sus beneficios, nunca se interponían en mi camino, las escasas veces que iba a la cafetería encontraba mesa con tan solo una mirada, y con respecto a las mujeres, tal solo tenía que modificar esa misma mirada tan solo un poco para conseguirlas. Era tan fácil que resultaba aburrido.
—¿Qué vas a hacer entonces?
Ahí estaba otra vez la voz de mi conciencia, entre Jin y su novia Maya, que por suerte no se encontraba allí, no me dejaban en paz. Sabía que se preocupaban por mí, pero aun así me hastiaba su insistencia.
—No sé, ya veré.
—Joder, Kookie, tienes que centrarte, si sigues así te quitaran la beca, ¿y qué haré yo sin ti? —si se metía Tae ya era preocupante —No puedes dejarme como aguantavelas de estos dos, hasta tendría que echarme novia.
Era mi mejor amigo. Lo había conocido a través de Jin, y al poco ya éramos inseparables. Teníamos personalidades muy diferentes, pero existía una extraña química que hacía que congeniáramos a la perfección.
A veces bromeaba con que nosotros éramos los hijos adolescentes de Jin y Maya, ya que siempre andaban aconsejándonos e intentando que nos centrásemos, por eso el toque de atención de nuestro amigo no me sorprendía, pero que Tae también interviniera significaba que la cosa era más grave de lo que quería reconocer.
—Yo qué sé, tal vez debería ir a clase —dije pasándome la mano por el pelo.
—Eso sería lo normal, pero ya no es suficiente, apenas queda curso y vas muy atrasado —otra vez el padre Jin sermoneándome —Deberías haberlo pensado antes.
—¿Y qué cojones quieres que haga?
—He pensado una cosa, pero no sé si te gustará.
Levanté la ceja, no me esperaba nada bueno, sus ideas eran como sus chistes, absurdas y sin sentido.
—Deberías buscar ayuda, y no de cualquiera, sino un cerebrito, alguien que esté tan adelantado que sea capaz de sacarte de ese pozo sin meterse también en él —sonaba como si lo tuviera todo muy bien pensado —Ya lo que nos faltaba, arrastrar a alguien más, mi conciencia no me dejaría en paz.
—Es decir, estamos buscando un hada o un unicornio, un ser irreal —añadió Tae y me reí.
—Irreal no, pero muy difícil de encontrar sí, al menos para todos menos para el asombroso Jin —ya estaba otra vez hablando de él en tercera persona, y luego la fama de ególatras la llevábamos Tae y yo, pero aquel hombre nos superaba con creces —Hay una chica con unas notas perfectas, según e investigado suele tener los trabajos semanas antes de la fecha, de modo que ayudar a nuestro pequeño tampoco sería un problema.
—Una rata de biblioteca —pensé en voz alta.
—¿Y la pega cuál es? —preguntó Tae dando un sorbo a su cerveza.
—Que no hay motivo para que acepte —dijo Jin riendo.
—Estamos dando vueltas a algo absurdo, no necesito una niñera que esté encima de mí, y menos a una sabelotodo —empezaba a irritarme.
—Pues habrá que ofrecerle algo que no pueda rechazar —decía Tae ignorándome. Le robé la cerveza como castigo y bebí, ya era mía —¿Qué sabes de ella?
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Decalcomanie [Terminada]
FanfictionJungkook creía que el amor solo servía para vender libros y rellenar minutos en las películas. Si hubiera sabido lo equivocado que estaba, no habría aceptado aquel trato. Historia heterosexual. Reflejo de Delirio. Tiene contenido adulto (+18) cuando...