Capítulo Nueve

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Dedicado a analoveslia c:







— ¿Que tú quieres qué? — preguntó BeomGyu impresionado hacia el peliazul a su lado, con la boca entreabierta y ojos parpadeando atentos.

— Salir contigo, ya lo repetí tres veces, BeomGyu.

Y es que el menor no se creía la propuesta de su mayor, no porque fuera su primera cita o algo parecido, al contrario, ya había tenido algunas tiempo atrás, pero esta vez era raro y a la vez especial, por que era... SooBin.

SooBin lo estaba invitando a salir.

— Lo sé, perdón, pero es que...

— Si te preguntas si sería como una cita, sí, es esa mi intención. No me preguntes cinco veces lo mismo de nuevo, por favor — rogó el mayor divertido mientras terminaba su cigarrillo y sacaba otro de la cajetilla.

BeomGyu permaneció en silencio unos segundos mientras daba un trago a su bebida dulce de cada noche, luego habló.

— Está bien.

SooBin sonrió, tan lindo como siempre — ¡Genial! — festejó —. Mañana paso por ti a tu casa.

El menor mostró aún más interés —: ¿A dónde me llevarás?

— Haces muchas preguntas — dijo SooBin dando una calada.

— Tú eres quien no especifica nada, sabes que tengo curiosidad por todo — puchereó BeomGyu, cosa que el mayor no pasó por alto.

— ¡Oh, por Dios! No hagas pucheros.

—¿No?—retó el menor haciendo sus labios brillosos más visibles —. ¿Por qué?

SooBin no respondió y sólo veía al suelo, evitando su mirada.

— ¿Por qué...? — insistió BeomGyu formando un puchero más notorio a propósito sólo para molestar al contrario —. Dime, dime, dime.

— Por que me dan ganas de besarte cuando lo haces.

BeomGyu paró de hacer pucheros inmediatamente y abrió los ojos en grande.

Oh, no de nuevo. Ese sentimiento de colapso en su pecho amenazando con explotar, sin embargo, no lo hacía. No debería sentirse tan nervioso al escuchar esas palabras salir de SooBin... Pero lo estaba haciendo. ¿Cómo hacía para expresarse pareciendo desinteresado pero todo lo contrario a la vez?

Durante un largo tiempo, BeomGyu estuvo pensando en lo que charlaba con SooBin, recordando cómo los ojos del chico le veían con ilusión, porque aunque no quería —o no podía— darse cuenta de que estaba naciendo algo entre ellos dos, siempre se preguntó:

  — ¿Te atraigo?

SooBin posó su vista en él, lo recorrió de pies a cabeza como solía hacer y luego se encogió de hombros.

— Creo que no hay otra explicación — musitó burlón.

El menor había conocido a muchas personas, con distintas personalidades, distintas formas de pensar, distintas formas de expresarse o reaccionar ante cualquier situación, pero ninguna de esas personas lo hacía cuestionarse tantas cosas con sólo decir un par de palabras.

strawberries & cigarettes  ☆ soogyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora