— Joder... — murmuró, ya se estaba cansando de caminar en círculos en su habitación.
Bufó y por sexagésima vez miró su reloj.
11:26 p.m.
Lo que le quería preguntar a SooBin la noche anterior era la hora a la que lo recogería, y vaya que tenía varias razones para preocuparse.
¿Y si su madre notaba su ausencia en medio de la noche? ¿Y si SooBin llegaba normal a tocar la puerta? Sería un desastre si la señora Choi viera que no me junto con el hijo de los Kang como ella piensa. ¿Y si SooBin nunca llegaba? ¿Acaso alucinó que tendrían una cita? ¿Y si el mayor se arrepintió?
Porque, en medio de su caos mental por SooBin y sus salidas nocturnas, encontró la forma perfecta de encubrir sus salidas de vez en cuando, en caso de que fuera necesario.
Kang TaeHyun, el chico de su clase de Química e hijo mayor de la familia, estaba interesado en él los últimos días, dijo él con la intención de que su madre cayera en la trampa. Ella estuvo tan contenta que no dudaba ni un segundo para darle el permiso de ir en paz a encontrarse con él.
Dejando de lado sus irritantes cuestiones —por que aceptaba el llegar a ser irritante mientras se rompía la cabeza contra el escritorio, estresado— se dispuso a ya no pensar tanto.
«¿A quién carajo se le ocurre tener una cita pasadas las once?»
Un suéter blanco con un osito en medio cubre su torso, un pantalón de mezclilla y unas Timberland color negro contrastan perfectamente. Sin embargo, sus ánimos bajaban poco a poco mientras los minutos pasan y no había rastro de el peliazul.
— Idiota — murmuró, no sabía si para SooBin o para él mismo.
Siempre pasaba esto, lo invitaban a algún lugar, aceptaba, se arreglaba y luego lo dejaban plantado o me cambiaban para ir con otra persona, era una situación tan estúpida que parece anécdota, pero era una realidad
Un par de piedritas chocaron contra su ventana, sacándole un buen susto en medio de la -antes- silenciosa noche, mamá y papá dormían. Rápidamente se acerco al objeto de vidrio y desde arriba observó al estúpido de SooBin. ¿Merecía sus insultos infantiles? Sí.
En silencio abrió la ventana y dirigió de inmediato los ojos hacia abajo, donde se encontraba SooBin sonriéndole como siempre y mostrando sus casi imperceptibles hoyuelos desde donde su percepción alejada.
— Baja, Rapunzel — susurra lo suficientemente fuerte para escucharlo. Es consciente que la hora es un desastre y que podría ser descubierto, pero como siempre, le importa una mierda y muestra su sonrisa.
Lo admiraba tanto.
BeomGyu pasó por encima de la ventana, la cerró detrás suyo y bajó cuidadosamente por las escaleras de emergencia que rechinaban incluso con el aire chocando contra ellas
— Hola, Beommie.
— Hola, idiota - le sonrió falso.
Una vez llegó a la acera, es abrazado por detrás mientras SooBin situaba su mentón en su hombro —: No te enojes. Tuve unos inconvenientes, pero aquí estoy.
Su tacto le hace temblar levemente, nunca lo habían abrazado de esa manera tan... ¿Íntima? ¿Podía considerarse eso íntimo? Podría ser, pero no es tanto el propio abrazo, sino por quién es el que se lo daba.
Jamás se imaginó tal faceta del mayor, entre abrazos y mimos, ya que la imagen que tenía sobre él era completamente diferente. Una imagen borrosa a través del humo de los cigarrillos.
— ¿A dónde iremos?
— Oh... Traje una sorpresa. Ven.
Rápidamente se separa de BeomGyu y toma su mano entrelazándola con la suya, jalando de ella para comenzar a correr por las calles.
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strawberries & cigarettes ☆ soogyu
FanficA BeomGyu le gustaba ver al chico de mirada triste que salía a fumar sentado sobre aquel columpio, en medio de la noche. "Siempre me dejas queriendo más... Las fresas y los cigarrillos siempre saben a ti." historia de mi autoría. » portada hecha por...