Capítulo 16

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     Dos días después Zao y Aisha estuvieron tras los datos de uno de los hombres de Zeta, con el fin de dar con el paradero del hijo de Aisha, y todo lo averiguado vía telefónica le daba pistas de un albergue de niños en adopción, donde supuestamente se debía de encontrar al hijo de Aisha,  y sin dar mucha explicación ambos ingresaron a dicho lugar con la presunción que eran una pareja de esposos con el deseo de adoptar a un niño, pues habían perdido uno y deseaban que el niño que adoptaran fuera quien llenara el vacío que suponía la perdida del niño que habían  perdido hacía algunos meses atrás, por ello pidieron que les permitieran el acceso para poder visitar a los niños. 


     —Zao, creo que estamos perdiendo el tiempo no nos van a dejar ingresar, además podrían reconocerme si es que Zeta a dejado por aquí la imagen de mi rostro como persona no grata, sé que suele hacer ese tipo de cosas si se lo propone, por lo general no deja pasar nada.


     —Tenme fe, si haces lo que te dije, y me sigues en todo verás que nada aquí habrá sido en vano, sólo sigue mis reglas, recuerda que estás conmigo


     —Sí que tienes el ego bastante inflado.


     —Bueno, si así lo quieres entender, bueno que así sea, pero quiero que sepas que mientras tu piensas que a mí se me erecta el ego yo estuve mirando los mensajes que me respondieron y entre ellos encontré una localización de un tal Beto. ¿Tú lo conoces?


     —La verdad es que creo haber escuchado ese nombre, pero no estoy segura que eso sea algo que pueda ayudarte porque no tengo ni siquiera imagen mental de quien puede ser este tipo.


     —Vayamos por partes, este Beto es uno de los hombres de confianza de Zeta, que se encuentra al custodio de los movimientos de su dinero, lo cual me indica que no es cualquier tipo, porque no a cualquiera se le da tamaña misión. ¿cierto?


     —En eso tienes razón, ero es raro que nunca haya oído escuchar que Zeta confie a alguien su dinero, con lo receloso y desconfiado que sé que es.


     —Mira, hay algo que debes de saber, todo bribón necesita de un dinero limpio, necesita lavar todo ese billete producto del narcotráfico y de ese tipo de negocitos, ya a través de su prostíbulo o de la venta de droga y de sus espectáculos un tanto raritos, además de sus bares y club de luchas clandestinos... y es lógico que alguien le recibe el dinero limpio para depositarlo en cuentas bancarias ese puede ser ese tal Beto.


     —Tienes razón. Pero no lo conozco, sin embargo sí recuerdo haber oído de un tal Beto en una de las reuniones del club, pero no lo he visto.


    —Bueno mi princesa levanta ese hermoso trasero que quiero vertelo mover camino a la moto, hoy no iremos en la camioneta, a donde vamos no debemos de llamar la atención, así es que usaremos la moto y nos acercaremos lo menos cerca del lugar que se pueda. Hay una ubicación que me parece que debemos de corrroborar para estar seguros que estamos tras la pista correcta.


     —Pero en los muelles puede haber hombres de Zeta y en la moto estamos mucho más expuestos a ser disparados que en la camioneta.


     —Eso no lo discuto preciosa, pero no iremos a la zonsa de los contenedores del puerto, como te mencioné tengo los datos de una ubicación, y esta no se encuentra para nada cerca del puerto, esto es en una zona alejada de la ciudad, es más o menos hacia las afueras, según me indica el GPS. Y para este caso la moto será mucho más rápida y podremos esconderla sin llamar mucho la atención. Y si se da el caso es más fácil de esconder que a esconder una camionetota de algo más de 5 metros de largo.

Las pasiones de ZaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora