Capítulo 23 - Estuvo muy cerca.

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Samuel poco a poco fue abriendo sus ojos, lo primero que vio fue una puerta de madera. Miro sus manos, una estaba vendada y la otra con agujas en sus muñecas. Le dolía todo el cuerpo y no recordaba nada de lo sucedido. A él solo le importaba saber dónde estaba Carla.

La puerta fue abierta dando paso a la enfermera junto al doctor.

-¿Qué pasó? ¿Qué hago aquí?.- preguntó asustado.

-Tranquiló cariño.- hablo su madre. -No pasó nada, están a salvo.- Samuel la miro con confusión.

-Tu hermana y tú sufrieron un accidente, ambos estaban muy heridos. Pero afortunadamente el peligro se ha ido.- explicó el doctor revisado sus signos vitales.

-¿Cómo está mi hermana?.- comenzó a recordar un poco lo sucedido.

-Ella está bien, estuvo muy cerca...ya sabes. Pero algo la salvo.- lo miro.

Carla - Narración

Solo olores, movimientos, imágenes, heridas y sangre es lo único que recuerdo de aquel accidente. También recuerdo la expresión de Samuel cuando estábamos por chocar. ¿Como pudo ser que un momento lindo se convirtiera en esto? Ahora estoy en este cuarto, con agujas en mis venas y acostada en esta cama de hospital. Todo mi cuerpo me duele y lo único que espero, es que Samuel esté mejor que yo.

...

La puerta de la habitación se abrió y entró su padre junto con el doctor.

-¿Hija, estás bien?.- preguntó con preocupación.

-Yo...eso creo.- comenzó a ponerse sentimental.

-Su hija está bien, aunque al principio estábamos preocupados, durante el camino estaba inconsciente pero una vez que llegamos comenzó a dar signos de vida. Es una chica muy afortunada.- El doctor sonrío amablemente.

-¿Y Samuel?.- preguntó con lágrimas en sus ojos.

-Su hermano está bien, solo tiene una quemadura en su brazo y algunas heridas, pero no hay nada de que preocuparse. Mañana en la tarde podrán irse.- dijo.

-Muchas gracias Doctor.- Teo asintió en agradecimiento.

-Cuando Pilar y yo nos enteramos, salimos lo más rápido que pudimos de casa y vinimos a verlos. Estábamos muy preocupados por ustedes. Nosotros...pensamos lo peor.- dijo esta vez mirando a su hija y acariciando su mejilla.

-Fue horrible, pensé que moriríamos, solo recuerdo ligeramente que cuando el auto dejó de moverse, Samuel me hablaba y de pronto todo se fue.- las lágrimas seguías cayendo por sus mejillas.

-No llores mi amor, todo estará bien.- su padre la abrazo.

...

Una vez Teo salió de la habitación de Carla, se dirigió a la de Samuel quien de los dos, era el más lastimado.

-Lo siento padres, los decepcioné.- Samuel pronunció tristemente. - En verdad lo siento, me siento muy culpable.-

-Hijo, no te sientas así. Ahora lo que importa es que Carla y tú están bien.- su madre le acariciaba su mano.

-El doctor nos dijo que mañana mismo saldrán del hospital, lo que significa que el peligro ya pasó. Solo son algunas heridas y tú, tienes una quemadura en el brazo.- suspiró.

-Que bueno que no le ha pasado nada a Carla.- sonrío. -Juro que no me lo perdonaría.- bajo la mirada.

-Mi niño, me alegro que tu hermana y tú se estén llevando mucho mejor. Tal vez eso de que vivan juntos se termina antes de lo esperado.- Pilar sonrío.

-Si.- sonrío no muy convencido.

-Pero...- Teo tomó su brazo. -¿Como te paso esto Samuel?.- preguntó señalando la venda que cubría la mayor parte de su brazo.

-No lo sé, no recuerdo.- suspiró.

-Lo bueno es que no es una quemadura grave, con el tiempo se desvanecerá.- Pilar acarició su cabello.

-Bueno hijo, iremos por algunas cosas para ustedes. Mientras tanto los dejaremos descansar.- Teo le dirigió una sonrisa.

-Claro.- sonrío de igual forma. - Los veo después.-

Después de que salieran de la habitación, Samuel suspiró y cerró sus ojos.

...

-¿Te gustaría algo de comer o beber?.- la enfermera preguntó acomodándola.

-No, no tengo hambre, gracias de todos modos.- Carla respondió tristemente.

-De acuerdo, pero más tarde debes comer algo al menos.- la miro sería.

-Después de lo que acaba de pasar, ni siquiera tengo ganas de comer.- respondió sintiendo ganas de llorar nuevamente.

-Agradece a Dios que te encuentras bien...y a tu hermano.- la enfermera añadió y camino hacia la puerta.

-¿Mi hermano, por qué?.- Se sentó en la cama.

-¿Qué acaso el doctor no le dijo?.- la mujer la miro desde la puerta con las manos en la cintura.

-No...- negó.

La enfermera sonrió. - Su hermano puso su brazo para que la bolsa de aire no te pegara en el rostro. Eso hubiera podido provocar que murieras cariño. Por eso él tiene su brazo quemado. El golpe de la bolsa es muy peligroso, a veces eso llega a dañar a las personas más que el propio accidente.- explicó y salió del cuarto dejando a Carla sola con sus pensamientos.

Lo único que podía sentir en ese momento era que Samuel estaba muy herido y era todo por su culpa, eso y las lágrimas corriendo a mares por sus mejillas.


...

Perdón por la demora 🥺. He aquí un nuevo capítulo 💕

365 días con ella - Carmuel - Adaptada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora