4- Obra de caridad

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Papá habló todo el camino hasta el centro comercial, y como lo prometí, me enganché al hombro de Elliot para escuchar sus quejas de mi peso , pero en el fondo sabía que a él le gustaba que lo abrazara, se le notaba en las pequeñas sonrisas que trataba de ocultar bajo muy raras muecas.

– Estabas a Punto de amputar mi hombro – dijo–

– La exageración y tú van de la mano hermanito

– Podría soltarla si me compras un helado

– Tú eres el rico en esta familia , cómprame algo

– Podría venderte aunque con lo mucho que molestas ni gratis te llevan

– Entiendo que con eso tratas de tapar todo el amor que sientes por mí – dramatice

– Conocí a una chica– soltó de pronto– casi no habla , es mi compañera de puesto

– Bah a nosotros nos colocaron individuales ¿ Cómo se llama ?

– Bethany

–¿ Es linda? – pregunté

– Se pasa toda la clase con la cabeza agachada apenas la levanta  cuando el profesor habla,  así que lo único que vi fue su Cabello negro

– Ahora es que te queda tiempo– dije– mira ahí hay un local de servicio para los teléfonos

Entramos al local con cuidado de no tropezar con las personas , Elliot fue a lo suyo mientras yo me quedaba mirando la pared de las fundas para los teléfonos, habían unas muy ñoñas y feas como habían otras muy lindas pero solo una me llamó la atención, era una funda negra con un estampado de pequeños huesos .

–¡ Eh!– levanté la mano Para llamar la atención de una chica

Ella llamó a no sé quien para atenderme, lo cierto es que salió un chico con los genes bendecidos , le hace competencia a Charlie, lo único que sé es que si continúo tropezando con chicos así , mi miopía iba a mejorar con semejantes vistas .

– ¿En qué puedo servirle ?– preguntó

En todo mi amor

– Quiero esa funda – señalé la de hueso

El chico bajó una funda rosa chillón con un cochinito tomando un Starbucks... A veces ni tienen sentido

– Esta no es, es la negra con huesos

El chico levantó una ceja y me miró de pies a cabeza disimuladamente escudriñando el informe del instituto , en cambio yo solo miraba con indiferencia las cosas , es algo que aprendí, ocultar los pensamientos , sentimientos y emociones tras una cara seria.

–¿ Qué?– pregunté retórica–

– No pareces una chica con fundas así – levantó la mano para alcanzarla –

–¿ Por qué? No me digas que es por el instituto

– Digamos que la mayoría de chicas que vienen aquí con el mismo uniforme son niñas de mami y papi que lo quieren todo rosado y sifrinas a morir

– Ya , pero yo no soy la mayoría

– El uniforme  dice otra cosa

–¿ Osea que por el simple caso de estudiar en el instituto Lancaster me hace una pedante?

– Es uno de los institutos de jóvenes pudientes – sonrió–

Pero nada de lo que me decía me ofendía, el chico no lo hacía para ofender, simplemente estaba dando su Punto de vista .

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