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Jeno siguió en completo silencio al chico que ahora sabía que se llamaba JaeMin, parecía ser un chico un tanto ¿amable? Aun que también parecía alguien muy frío, sobre todo por que cada vez que caminaban iba apretando con cada vez más fuerza su pequeña muñeca, como si estuviera deseando hacerle mucho más daño, y eso era lo que estaba asustando en parte a la hada, por que era cierto, el lobo solo estaba deseando hacerle más daño, que el cuerpo de porcelana tuviera algunas heridas...no se vería tan mal.

La casa del pelinegro no estaba tan lejos, viendo que era cierto la cosa de que eran sus terrenos. La posada era cálida, de madera y al parecer ser, vivía solo, aun que la casa era de dos pisos, al parecer y por lo que le había comentado era el hecho de que su padre había fallecido y su madre vivía con su hermana menor en otro lugar ya que por alguna razón, los lobos femeninos y lobos masculinos no podían estar juntos, aun que por lo que había escuchado, era por si el masculino entraba en celo, no dañara a sus familiares.

El peli azul no entendía eso, las hadas apenas y llegaban a tener algún tipo de apetito sexual, bueno, sabía que servían para criar, que podían dar hijos a cualquier tipo de animal fantástico o a los hombres-animales, no importaba lo que fuera, hombres-lobos, pegasos, ninfas, hombres-serpientes, lamasus o inclusive los kirubis los buscaban, todos buscaban poder estar con un o una hada con el fin de que su hijo fuera más fuerte que todos los demás, que tuviera los poderes del hada, pero fuera idéntico al otro, sí, las hadas solo servían para ello, para que su hijo fuera el líder de esa manada.

Y Jeno lo sabía, sabía que en su futuro alguien lo iba a llamar, lo iban a reclamar de esa manera, o cuando más de una vez lo habían intentado violar o llevárselo para que fuera un criadero de hijos nada más, ahora entendía por que todos tenían cuidado y siempre estaban escondidos o iban en pequeños grupos, pero él había decidido no hacerlo, él había querido salvar a su mejor amigo...y ahora estaba con un animal.

—Dame las hierbas.— El hada se quedó mirándolo a los ojos por un largo rato, antes de que su manita se moviera con cuidado, alzándola y sintiendo como el pelinegro se las quitó de manera brusca, aruñando su pequeña manita en el trayecto y dejando caer un pequeño hilo de sangre, cosa que hizo que los ojitos de Jeno se comenzaran a aguar. 

Pero no fue que el lobo se dio cuenta de eso hasta que tras llegar de esconder las hierbas medicinales, que el hada tenía esa herida, cosa que hizo que se acercara, mirándolo a los ojos, agarrando con suavidad esa mano para comenzar a lamer aquella pequeña herida, dejando a Jeno sentir su lengua un tanto rasposa que de vez en cuando le hacía dar pequeños jadeos y suspiros.

Oh, esa era la condena de JaeMin cuando le comenzó a gustar ese ruido.

🌸🌸🌸🌸

Aclaración.
El siguiente capítulo es el único largo (de momento escrito) y tiene smut, soy MALA en eso, por lo que me voy a ir disculpando aquí.✨

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