El inicio del fin

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Hawks fue el primero en irse de aquel lugar. Aquella noche era bastante helada y el hospital no estaba precisamente cerca de su apartamento. Buscaba con la mirada algún letrero de posada, café de 24 horas...cualquier cosa servía. En esos momentos lo único que quería era un lugar para estar.

El rostro de Endeavor aún resonaba por un largo rato en los pensamientos del joven héroe. Hawks no había aceptado quedarse con él y mientras caminaba, soltó un leve bufido. Era como aquella noche. Él estaba algo mareado y el mayor vino a su rescate. Nunca pensó que ese sería el inicio de todo y meses después el final sería tan similar. Su pecho palpitaba fuerte. Esta vez no habría ninguna llamada, tampoco un Enji agitado corriendo hacia su dirección.

Por otro lado, no muy lejos de ahí, el villano de fuego azul miraba inquieto hacia un lado de la calle desde su habitación. Normalmente, a una hora determinada, Hawks solía pasar por una esquina al regresar de sus labores como héroe. Esto se repetía casi a diario y al pelinegro se le había hecho costumbre verlo de lejos, intentando predecir como había sido su día. Si era bueno, al rubio no le importaba caminar y hablar con la gente. Si había sido malo, era una ráfaga a penas visible surcando los techos. Sus demás compañeros se reían de este comportamiento, pero para Dabi, era algo especial. Esta noche no fue la excepción. Se había quedado un buen rato observando el atarceder, donde solía aparecer el alado pero no había niguna señal de él. Esperó por un largo rato, pero tampoco era muy paciente para aguardar sentado.

El muchacho salió con pie rápido de la guarida. Shiragaki levantó la mirada por unos segundos. Si veía al del quirk de fuego tan apresurado, era quizás culpa del pelirubio con alas. Últimamente ese héroe había ganado popularidad y con esto un Dabi más inquieto, preguntándose cuando vendría otra vez o si la repentina atención lo tendrían alejado del entorno villano. En todo caso, el líder no creía en algún tipo de amor, por lo que concluyó que su compañero tenía una obsesión por lo imposible.

Mierda. Tener una piel sensible lo hacía mil veces más propenso a sentir el cambio climático y el frío de la noche no era su gran favorito. Dabi miró a todos lados pero apenas y pasaba una persona. La entrada al subterráneo ya estaba cerrada. Miró hacía la zona de comida. Nada. Parecía que Hawks no daría rastro por hoy.

Un grupo de personas se asomó a la distancia. Dos hombres de relativa altura junto a un pequeño séquito de subordinados. A simple vista, eran unos perdedores. Aunque estaban en territorio de la liga de los villanos, por hoy lo dejaría pasar. Habían otras prioridades y lo que menos le apetecía era escucharles farfullar.

- No puedo creer que el héroe número dos estuviese a estas horas patrullando-. El más alto de los hombres expresó su molestia. Es nuestro primer día pero seguro quiere todo el crédito para él.

Ni que lo digas, no le basta con atraer la  atención de las chicas, es un bastardo presumido. - El amigo, que comía sin reparo de ensuciar la acera, le respondía con el mismo tono de fastidio.  Ahora tendremos que ir a otro  lugar más peligroso, no piensa en la gente sin poderes como nosotros.

La charla se tornaba cada vez más tóxica y no pasaba desapercibida por el villano. Era tan común ver a los ciudadanos hablar mal de sus propios héroes que normalmente se hacía de oídos sordos. Su mano se comenzaba a rodear de su fuego característico. Estos idiotas eran otro de los problemas que la sociedad había fabricado. Si lo eliminaba ahora, no causaría problemas a la liga más adelante.

Se que estás pensando, pero yo también puedo oirlos sabes?- una voz conocida le susurró por detrás. El aire ya no le pasaba por la espalda.

A pesar de la oscuridad ambos podían verse. Al rubio le extrañó ver al joven chico en medio de la calle y el otro se sentía raro de pronto muy dentro suyo. Era lo que se llamaba alivio? Se aliviaba haber encontrado a Hawks?

......................

Estuviste patrullando? - ambos se habían dirigido a un escondite del pelinegro. Ambos entraron por un pasaje abandonado. Dabi hizo un movimiento rápido y sacó un par de llaves.

No...tuve que resolver otros asuntos después de patrullar. Aunque la verdad también estuve deambulando un buen rato. -

Hmmmm... suena como si tuvieras asuntos más importantes que infiltrarte en nuestra liga. Dabi esbozó una sonrisa algo forzada. Hawks lo notó y una pequeña presión en su pecho. Que pasaba con él? Verle de esa manera lo alteraba tanto?

Bueno, esta es mi habitación. - desde la entrada se podía apreciar un cuarto bastante ordenado. Tenía una cama con un poco de ropa apilada, una mesa con algunos cuadernos, un librero y....

Es...- Hawks miraba cada rincón sin pasar por alto cada detalle. Era totalmente diferente a la guarida principal. Además, un aroma a café  inundaba todo su entorno.

Es nada comparado con tu departamento amoblado. Dabi puso las manos en los hombros del alado y lo acercó a su pequeña cocina. Pero es bastante decente verdad?

De pronto el corazón de Hawks latía como loco. Tan solo un pequeño roce del pelinegro lo tenía a mil por hora.

Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora