Cuatro días habían transcurrido, cuatro infernales días, eternos e insoportables.
Le había escrito un mensaje a Manuel, pensando que tal vez el mayor había tenido una buena razón al no aparecer.
Pero el mayor solo se encargo de clavarle visto, e intentar ignorar a ese chico que lo volvía loco.Era estúpido, aun hayan pasado ochenta años, Manuel no podría olvidarlo, tampoco debía.
Solo los dañaba más, a los dos.Mateo se había quedado en la casa de Valentín, intentando que su padre no se preocupe y que tampoco vaya a matar a nadie.
Su cara estaba todavía con moretones y marcas, al igual que partes de sus brazos, los moretones no desaparecían solo se aclaraban un poco y su alrededor se volvía amarillento.
Estaba todavía muy golpeado, no solo por fuera.Los días habían sido nublados, de un clima que transmitía tristeza, como si el cielo seria testigo del dolor que estaban pasando los jóvenes enamorados.
Valentín intentaba ayudar, y lo hacia, en realidad era lo único que lo mantenía de pie, pero el fondo de su ser sabia a quien necesitaba para mejorar...Quería creer que Manuel no era capaz de ignorarlo así por así, pero no lo conocía demasiado, y tampoco había muchas razones para dejar plantado al menor en el medio de la noche.
Seguía culpandose, porque era lo que había aprendido de Maxi, todo lo malo que pasaba era culpa de él mismo, y lo bueno, no terminaba de disfrutarlo porque sabia que acabaría pronto.
Solo cuando estaba con el castaño podía dejar de pensar en que ese momento acabaría, como si su voz suave pero rígida podría borrar su pasado, o sus caricias y besos tenían la capacidad de apagar la voz de su cabeza que lo intentaba desmerecer.Era inexplicable para su cabeza, pero su alma sabia todo lo que él no, y de alguna manera todo le quería hacer volver hacia ese joven rapado, de ojos avellana que podían hacer olvidar tus problemas, y de brazos reconfortadores que podían volver a unir tus partes rotas de un abrazo.
El castaño estuvo en su casa, intentando apagar los recuerdos que le llegaban a su mente de ese chico con rulos, intentaba olvidar sus pequeñas acciones que lograban derretirlo.
Odiaba aceptar que estaba muerto por ese joven, y hace días tenia un mal presentimiento.
Desde ese día donde se fue con su auto dejando a el morocho solo, con ese tipo. Pero la voz de Daniel aparecía diciendo una y otra vez el como era su primo, y que siempre andaba con tres personas a la vez porque lo aburrían.No era real, solo que a Daniel no le importaba dejar mal parado a su primo mientras intentana conservar el amor de Manuel.
Manuel se apagaba al pasar de los días, aunque eran pocos, eran eternos y llenos de vacío, como si el fuese una flor y Mateo el agua y el sol que lo mantenía con vida, pero ahora que no lo veía él solo se encargaba de marchitarse.
[...]
- Mateo, necesito que vuelvas a casa, no importa lo que paso, yo no te voy a juzgar. Hijo tu mamá te extraña y esta preocupada, te esperamos aca con tu cena favorita.- dijo Pedro en la llamada.
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ᴘᴀʀᴀ ꜱɪᴇᴍᴘʀᴇ {ᴛʀᴜᴇᴘʟɪᴋ}
Teen FictionCuando el amor es tan fuerte, tal vez ni la muerte los separe. -ᴇꜱᴛᴀ ᴠɪᴅᴀ ꜰᴜᴇ ᴍᴜʏ ᴄᴏʀᴛᴀ ᴘᴀʀᴀ ᴀᴍᴀʀᴛᴇ, ᴍɪ ᴀʟᴍᴀ ᴠᴀ ᴀ ʙᴜꜱᴄᴀʀ ʟᴀ ᴛᴜʏᴀ ʏ ᴠᴀ ᴀ ꜱᴇʀ ᴇʟ ʀᴇᴀʟ ᴘᴀʀᴀ ꜱɪᴇᴍᴘʀᴇ, ɴɪ ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ ɴᴏꜱ ꜱᴇᴘᴀʀᴀ.