En la Casa Blanca; CH• 🇺🇲

❪❪ 🍑 . ⋮ ⋮ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 ♯ O6

Esa fea sensación seguía presente en el filipino, tuvo que salir de su habitación para no sentirse asfixiado y caminar un rato por el jardín, respirando aire fresco mientras acomodaba sus ideas. Su sirvienta lo seguía a todos lados para cuidarlo, le preocupaba su situación, aunque también temía contarle que USA visitaba a Argentina en las mañanas y a la tarde después de trabajar, eso molestaría mucho a Filipinas si lo supiera.

——Carmina, I had an ugly nightmare last night (tuve una fea pesadilla anoche)—. le contó a la mujer que lo acompañaba, sus manos sudaban al recordarlo, aquello lo dejó sin dormir por unas horas. ——what if Canada is right? oh god, i'm scared (¿y si Canadá tiene razón? oh dios, tengo miedo)—.

——my lord, ignore him. That is what mr Canada wants, that you show yourself scared by that omega (mi señor, no le haga caso. Eso es lo que el señor Canadá quiere, que usted se muestre asustado por ese omega)—. aconsejó Carmina, tal vez no debía dejarse llevar por los comentarios de Canadá, él simplemente quiere verlo desesperarse por ese omega. Son sólo palabras...

¿O no?

Filipinas miró desde el jardín las ventanas de las habitaciones, recordando que en una de ellas estaba Argentina. Que fastidio, ese omega había recibido un cuarto lujoso, con un balcón que tenía una buena vista desde allí. No podía creer que USA le diera todas las comodidades, hasta podría decir que lo mimaba más que a él.

——that bastard has it all—. murmuró el asiático con su mirada en el balcón con las puertas cerradas.

——not all my lord, you have mr America (no todo mi señor, usted tiene al señor America)—. Filipinas sonrió y mirando nuevamente a su sirvienta, ella devolvió el gesto. Irían a darle una pequeña visita al latino.

El beta se encaminó hasta esa habitación con esa sonrisa arrogante que sobresalía de él, era eso que odiaba Canadá de ese asiático. Siempre actuando como buen muchacho en frente de Estados Unidos, pero cuando él no está muestra lo que realmente es.

Los sirvientes que cuidaban la puerta lo dejaron pasar, Argentina estaba allí pintando un cuadro, se sorprendió al oír la puerta ser abierta, pero su alegría se desvaneció cuando vió que era Filipinas.

——buenos días, Argentina—.

——buenas, Filipinas—. el argentino se levantó de su asiento, caminando hasta el otro y quedar en frente de él. La sonrisa del filipino cambió rápidamente al notar el collar que traía el omega.

——¿de dónde sacaste ese collar?—. cuestionó con una sensación de disgusto.

——¿eh? Oh, fué un regalo de USA—. aquello fué como un golpe para Filipinas, su respiración se agitó un poco y su ira aumentaba.

——ese collar es mío, ¡dámelo!—. exigió en un intento de arrebatarle la joya del cuello, Argentina sostuvo con fuerza sus manos.

——¡no es tuyo, esto me regaló USA y no te lo daré!—. hubo un corto forcejeo entre ambos siendo el argentino que lo alejó de un empujón. Filipinas estaba furioso, con un sentimiento que no podía distinguir si era tristeza o no pero estaba presente en su corazón, ¿cómo pudo darle ese collar al maldito omega?.

——¡¿qué planeas?! ¡¿eh?! ¡¿quieres seducir a mi novio?! ¡¿usarás tu encanto de omega para atraerlo?!—. Argentina se mostró ofendido, sólo por ser omega no significa que le importe tener a un alfa y mucho tratar de seducir a USA, ¡es su amigo!.

Le comenzaba a disgustar la actitud de Filipinas, ya no le parecía bueno como describía el norteamericano.

——fuera de mi vista, no quiero ver tu cara de nuevo—. dijo con una expresión seria y molesta, apretando sus manos en un puño y apartándose del asiático.

Filipinas se retiró a firme paso de la habitación con su sirvienta siguiéndolo. Ella se alarmó cuando el se dejó caer de rodillas al alejarse del cuarto, llorando por la rabia que sentía y el odio por ese omega. ¿Cómo pudo darle ese joya a Argentina? Se suponía que era para él ¡no para el omega!.

Debía deshacerse de él.

Las puertas se abrieron para dejar pasar a Estados Unidos, sonrió al mirar al argentino sentado en la cama y acercarse a él, abrazándose con fuerza como si ambos no se hubieran visto hace tiempo. Argentina sentía tanta tranquilidad con él, le brindaba ese sentimiento de seguridad y felicidad cuando estaban juntos.

——Argentina, mi querido amigo, ¿por qué ésta bienvenida tan cálida de tu parte?—.

——¿qué no puedo? sos tan bueno conmigo y siempre me traes alegría, así que cada vez que te vea voy a abrazarte bien fuerte—. el norteamericano acunó la mejilla del menor en la palma de su mano, acariciando suavemente mientras percibía el aroma dulce que Argentina desprendía. Significa que estaba a gusto con su presencia. ——che gringo, quería pedirte algo...—.

——lo que quieras—.

——me gustaría pasear por el jardín de rosas, ver las rosales rojos que una vez plantaste para mi—. pidió quitando la mano del mayor y mantenerla sujetada. USA pensó en su pedido, sabía que el latino adoraba las rosas y más las de color rojo, por eso plantó una parte del jardín con rosas rojas por él.

——como quieras, mañana iremos juntos a pasear por el ala oeste para que veas el jardín—. la felicidad de Argentina se mostró con su sonrisa, un gesto que siempre quiere ver en él.

——también quiero que me acompañes ésta noche, cuando sea la hora de la cena—. eso complicaba un poco, USA cenaba con su pareja todas las noches pero tampoco quería negarle eso a Argentina.

Terminó aceptando.

Luego de eso fué a visitar a Filipinas, pidiéndole disculpas porque ésta noche no vendrá a cenar con él. Una notificación un poco triste para el asiático pero entendió, lastima que no sabe que Estados Unidos le mintió con eso de “tengo trabajo por hacer”.

Oh, ese omega será una perdición para Filipinas.

Sólo quiero aclarar que... Filipinas es un vanidoso y arrogante.

A poco piensan que solamente quiere a USA porque lo ama mucho?