Capítulo 33

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Evangeline.

Durante un buen rato me quedé tirada en el suelo tratando de asimilar lo que acababa de pasar.
Tiempo después y con mucho esfuerzo me levanté para recostarme en la cama, hacia tanto que no me dolía el cuerpo así.

El dolor de mi cabeza era insoportable, casi al punto en el que de igual manera me dolían los ojos, así que para calmar el dolor cerré los ojos y al poco tiempo me quedé dormida.

Tiempo después sentí como el colchón a un lado de mi se hundía dejando saber que alguien se había sentado, no quería y me negaba a abrir los ojos.
Muy posiblemente fuera Andrew.

-Evangeline.- Escuché la voz de quien menos quería ver en estos momentos.- Evangeline.- Repitió tocando mi hombro.-

-¿Que pasa, Andrew?.- Dije con voz temblorosa y los ojos aún cerrados.-

-¿Por que no abres los ojos?.- Preguntó pero no obtuvo respuesta.- Ábrelos.- Dijo fuertemente.-

Abrí los ojos sintiendo dolor al hacerlo.
Lo miré suspirar para luego tocar mi pómulo, apreté los ojos adolorida al sentir el ardor.

-Mira lo que me haces hacer.- Dijo y me sorprendió tanto que se escuchará casi triste.-

Me quedé callada, mirando la lámpara que estaba sobre la mesita de noche, tenía miedo de cerrar los ojos y que se molestara, pero tampoco le quería ver a él.

-Tienes qué aprender, Evangeline.- Habló nuevamente.- Amo tanto que seas tan inocente, como un corderito.- dijo mientras acariciaba mi cabello.- Pero la inocencia no tiene nada que ver con la estupidez.-

Se levantó para sacar algo de su bolsillo, seguido de eso puso dos pequeñas cajas sobre la mesita de noche.

-Tomate la píldora y baja a cenar.- Habló caminando hacia la puerta.- ah lo otro es un regalo de disculpa.- Dijo antes de salir cerrando la puerta tras de el.-

Me senté y tomé las dos cajas, una era la píldora y la otra era una pequeña caja color borgoña, al abrirla pude ver en su interior una cadena delgado con una pequeña piedra roja colgando de ella.

Dejé la caja borgoña en la mesa de noche y caminé hasta al baño, una vez ahí tomé agua del lavabo para poderme pasar la pastilla.
Cuando levanté la vista al espejo casi suelto un chillido de miedo, el interior de mi ojo tenía una pequeña mancha roja, y mi pómulo y el alrededor de mi ojo estaban morados.
Alcé mi blusa para dejar al descubierto el lugar donde me dolía y de inmediato pude ver un gran moretón, pequeñas gotas de sangre seca permanecían en la piel lastimada.

Observe la blusa la cual tenía algunas manchas de sangre y también tenía la bota de Andrew marcada en algunos lugares.
Decidí cambiarme y maquillarme lo mejor posible, aunque no creo que algún maquillaje pudiera tapar a la perfección el derrame del ojo.

Una vez estuve lista bajé y me dirigí al comedor, ya todos estaban sentados cenando. Al escuchar mis pasos alzaron la cabeza y pude ver una mueca de asombro en el rostro de Amy.

-¿Qué te a pasado en el ojo?.- chillo casi histérica.-

Apenas comenzaba a abrir la boca para tratar de formular alguna tonta mentira cuando Andrew me interrumpió.

-Parece una picadura de araña.- Dijo simple.-

-¿Qué?.- se giró a verlo Amy.- Eso no es una picadura de araña.- dijo mirándolo fijamente.-

-Si lo es.- Respondió Andrew entre dientes.- Evangeline por qué no te sientas ya y después de la cena te llevó al doctor para que revisen tu picadura.- dijo mirándome fijamente mientras tenía una mano en la barbilla, casi parecía estar aguantando las ganas de soltarme otro golpe.-

Asentí y me senté junto a él para comenzar a cenar, Chris por su parte no dijo nada en toda la cena. A pesar de que muchas veces era él quien no cerraba la boca.

La cena fue más que incómoda y una vez que terminamos Amy le insistió a Andrew para qué me llevara al médico.

-Vámonos.- me dijo tomando las llaves del auto.-

Lo seguí en dirección a su auto y una vez dentro lo escuché soltar un gran suspiró.

-Eva.- Dijo viéndome fijamente.-

Pero no contesté, tan sólo estar a un lado de él me hacía querer salir corriendo del auto.

-Evangeline.- Formuló una vez más y lo mire nerviosa.- De verdad lo siento mucho, no debí ponerme así.- acercó su mano a mi rostro y por instinto eché mi cuerpo hacía atrás.- Mierda no hagas eso.- dijo molesto mientras frotaba su rostro con desesperación.-

No se cuento tiempo Andy duro con la vista hacia abajo, pero cuando la volvió hacía mi pude ver sus ojos llorosos.

-Escucha Eva, enserio lo lamento. Estuvo mal lo que hice y lo sé, se que no debí reaccionar así y se que tienes derecho a decidir sobre tu cuerpo, por eso mismo lo pensé y le diremos al doctor que te recete algún anticonceptivo.- su voz sonaba tan quebrada y arrepentida que por un momento sentí compasión.- No se volverá a repetir, te lo juró.- Dijo mientras de nuevo ponía su mano en mi rostro.-

Lo vi acercar su cara hacia la mía y casi me sentí acorralada, no hubo otra cosa que hacer más que corresponderle el beso.
Lo peor fue cuando me di cuenta, de que aunque me hubiera dañado y golpeado aún sentía algo por el, el beso me lo había demostrado.

Andrew.

Conducir hasta el hospital más cercano, que ciertamente y por lo lejos que vivíamos quedaba a 1 hora y 40 minutos en coche.
Ahí trabajaba un amigo el cual era doctor una vez que llegamos a recepción pregunté por él y de inmediato la secretaria lo llamó.

-Andrew qué gusto verte.- Saludo mientras sonreía.

-Cuánto tiempo Bruno.- Lo salude de igual manera.-

-¿Que te trae por aquí? ¿Estás bien?.- Preguntó mientras me examinaba con la vista.-

Le hice una seña indicándole que nos apartáramos un poco una vez que Evangeline no nos podía escuchar le comenté lo que había pasado, también le expliqué lo de los anticonceptivos.
Le dije que yo quería ser padre ya, y él comprendió.  
Nos dirigimos nuevamente hasta donde estaba Evangeline

-Bruno ella es Evangeline, mi esposa.- puede admirar la sorpresa en la cara de Evangeline,no solía ir diciendo por ahí que ella era mi esposa.

-un gusto Evangeline.- Dijo mientras estrechaban manos.-

-El gusto es mío.- Respondió en voz baja.-

-Bueno pasen, pasen- Dijo mientras abría la puerta del consultorio.- Bien Evangeline toma haciendo voy a revisarte.-

Evangeline se sentó en la orilla de la camilla mientras Bruno se ponía unos guantes, seguido de eso se acercó hasta ella y comenzó a revisar su ojo.

-Nada por qué preocuparnos.- Dijo con voz tranquila.- Sanará en unos días y estarás como nueva, sólo voy a recetarte algunos medicamentos para que baje la hinchazón y puedas calmar el dolor.- Se dirigió hasta el escritorio y comenzó a escribir en una receta.-

Evangeline permanecía callada viendo atentamente como Bruno escribía.

-Evangeline quiere comenzar a cuidarse, ¿Podrías recetarle algo para eso?.- Dije y Evangeline me volteo a ver sorprendida.-

-Claro, creó que píldoras estará bien.-Dijo tomando otra receta para anotar.- Recuerda Evangeline, debes tomarla 1 vez al día siempre a la misma hora.- Ella escuchó atenta para después asentir.-

Una vez que salimos de ahí lleve a Evangeline hasta el auto y le pedí que me esperara mientras compraba los medicamentos.-

-Toma, ya las cambié.- Dijo Bruno acercándose hasta mi con una caja en la que se leía "Pastillas anticonceptivas".-

-Muchas gracias Bruno.- Dije tomándolas.-

-No hay de qué, primero está él linaje.- Dijo mientras sonreía para después despedirse y marcharse.-

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Holaaa, perdón por no actualizar, expliqué un poco el problema que estoy teniendo con el hdp teléfono 😡 jajaja
¿Que creen que planee el Andy?

 𝖘𝖔𝖑𝖉 𝖙𝖔 𝖙𝖍𝖊 𝖉𝖊𝖛𝖎𝖑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora