Cuando Mat le dio el trabajo corregido a la profesora de lengua, y sonó la campana informando de que el día había acabado, no recordaba que ya estaban en vacaciones hasta que vio a Oliver corriendo hacia el con los brazos en alto gritando:
— ¡Libres! ¡Libres! ¡Somos libres!
— Hasta dentro de dos semanas — dijo Mateo.
— Pero tenemos una fiesta de por medio — Concluyó Ollie.Al llegar a casa, después de comer y hacer los deberes, llamaron a la puerta. Cuando su madre abrió, no se sorprendió al ver a Oliver.
— Hola, señora H.
— Hola, Oliver — dijo esta finjiendo cansancio.Cuando Mateo se acercó a la puerta, Ollie exclamó:
— ¡Sorpresa!
— Ollie, estás siempre aquí, la sorpresa sería que el que hubiera llamado a la puerta fuera otra persona.—, replicó Mat.
— Bueno, Mateo, vamos a comprar ropa.
— ¿Qué?
— Que vamos a comprar ropa — se dio la vuelta hacia la madre de Mateo — ¿le pasa algo en el oído?
La señora Hummel soltó una risa disimulada.
— Oliver — interrumpió Mateo — no puedo ir de compras, hay mucha gente, y ya sabes que...
— Tranquilo, vamos a estar poco tiempo.
— ¿Pero se puede saber por qué demonios tenemos que ir a comprar?
— Para la fiesta, es obvio.
— Como han cambiado los tiempos — dijo la madre de Mat —, antes con la ropa de siempre bastaba.La tienda en la que Mat se vio arrastrado por Oliver era una tienda de ropa normal, solo que vintage, al parecer, el dueño de la casa era un fanático de los años 80, y la fiesta iba a estar ambientada en esa época.
— Dudo que en los años 80 llevaran esto — dijo Mateo.
— Da igual, esta ropa es muy bonita.
— Y muy seria, ¿de verdad vamos a ir a una fiesta de instituto con traje y corbata?
— Cállate, Mat. Así llamaremos más la atención.
Exactamente.
— Tranquilo — prosiguió Oliver al ver la cara de Mateo frente a su última frase —, recuerda que estaremos pocos minutos.
Mateo bajó la cabeza.
— Mira — continuó hablando Ollie —, si te quieres ir antes, yo mismo te llevaré a casa.
Mateo le sonrió con sinceridad, y se alegró al ver que Oliver daba el tema por cerrado.
— Además, tengo un montón de descuentos de esta tienda, a mi hermano le encanta.
— ¿Y eso que tiene que ver?
— ¡La política de esta tienda es genial! Te van dando descuentos con forme vas comprado. Mi hermano arrasa con la sección informal que hay ahí.
— ¿Y no sería mejor comprar en esa sección?
— A mi madre le hace ilusión verme con traje — lo dijo con una voz que dejó claro que al el tampoco le hacía gracia la idea —, y no pienso pasar por eso solo.
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La Desconocida De Los Calcetines De Colores.
Novela JuvenilCuando Mateo Hummel, un chico con ansiedad social, conoce a Catrina, parece que ha descubierto todos los secretos que el universo le escondía. Sin embargo, un secreto que Catrina no compartió con Mateo la noche en la que se conocieron, estaba a punt...