➡️Parte Once⬅️

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–Hola...

Pronunció aquella persona, parada en frente suyo, al otro lado de la puerta...

Al momento en que escuchó su voz, Tendou no pudo evitar quedársele viendo bastante absorto...

¿Qué estaba haciendo allí..?

Estaba tan sorprendido que de seguro lucía como un estúpido. Ahí. Sin ser capaz de decir una sola palabra. Todo tieso. Tuvo que pestañer un par de veces para poder deshacerse del aturdimiento. En segundos, había perdido la compostura que hacía nada había tenido...

–Wakatoshi-kun...

Dijo con algo de desconcierto, balbuceando sin querer algunas tonterías en el proceso, en eso, se asustó un poco en cuanto vio reflejadas unas minúsculas curvaturas en los labios de su capitán.

Rayos...

Seguramente mi cara de imbécil le causó gracia...

Fue lo primero que se le cruzó por la mente... Ante ese vergonzoso pensamiento, sus mejillas no tardaron en sentirse algo acaloradas.

El pelirrojo entonces espabiló, reprendiéndose unas doce mil veces por lo descortés que estaba siendo con Ushijima.

–¡Oh c-cierto!, casi lo olvidaba. Puedes pasar...– comentó mientras se hacía a un lado sin pensarlo, invitándolo así a entrar en su casa.

Por alguna razón sus manos de la nada comenzaron a expedir algo de sudor, al darse cuenta, rápidamente las frotó contra sus deportivos, podía sentir cómo Ushijima lo seguía de cerca, diablos, ¿¡por qué de pronto sentía tanta ansiedad!?

Ah, claro, en parte creía tener la increíble respuesta...

En todos los años que llevaba de conocerlo, ¡era la primera vez que Wakatoshi visitaba apropiadamente su hogar! Usualmente sólo se despedía con un gesto de mano y luego desaparecía bajo los últimos instantes de los desvanecidos destellos solares. Tiempo atrás le había propuesto numerosas invitaciones amistosas, sin embargo, todas habían quedado duramente declinadas por su incomparable indiferencia, lo cual por supuesto le dolió en su momento, pero, ¿qué podía hacer?, la personalidad del capitán estaba demasiado arraigada.

Tendou virtió todos sus esfuerzos en lo que fue lograr sentarse con normalidad y no cagarla por lo inquieto que le ponía la presencia estúpidamente serena de Ushijima. Este último desvió un momento su mirada hacia la gran pantalla del televisor, la cual seguía encendida, se podía ver en ella una impresionante batalla a punto de ser iniciada.

–¿Estás ocupado..?– preguntó luego de unos segundos, volviendo a fijar su atención en él.

–¿Eh..?– la mano del pelirrojo rápidamente dio un viaje hasta su nuca riendo por la pena. –¿Yo?, n-no, bueno... En realidad no diría eso...– contestó mirando hacia otro lado, sintiendo más vergüenza de la que necesitaba.

Se suponía que durante su castigo los videojuegos quedaban prohibidos y que como buen estudiante que "era", tenía que haberse quedado repasando geometría para el parcial que se encontraba próximo a doblar la esquina, cosa que le terminó valiendo y en cambio prefirió echarse unas cuantas partidas en la consola...

El maldito parcial tenía la culpa...

–Bien... En ese caso, necesito hablar contigo– escuchó decir a Ushijima. –Es sobre Semi, antes de venir me encontré con él...

Al oírlo mencionar a Semi, empezó a sentir una incómoda sensación en su estómago, era muy parecida a esa que se tiene cuando se está a punto de tomar un examen del cual realmente no se estudió nada.
-Oh... ¿Es así?. ¿Sucedió algo con él...?

𝐼𝑡'𝑠 𝑀𝑦 𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡  🌌ᴜˢʰⁱᴛᵉⁿ🌌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora