🔞🔞🔥Dudas🔥🔞🔞

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Narra Ciel.

La mañana llegó abriéndose paso por las cortinas de mi habitación iluminando la. La luz me molestaba en los ojos y con suma pereza los abrí encontrando me con el rostro pacífico de Sebastian, nunca me aburro de esta vista, sus ojos cerrados, sus labios semi abiertos y su largas pestañas que reposan sobre sus pómulos son algo de admirar. Sus ojos se contrajeron incómodos para después abrirse mostrando su mirada algo sorprendida de que lo estuviera mirando par después sonrojarse por algún pensamiento que cruzó por su mente.

Ciel-Buenos días Sebastian.

Sebastian-Buenos días Ciel.

Ciel-Hoy tenemos la cita con la doctora.

Sebastian-Lo sé.

Ciel-Y como te sientes con eso?

Sebastian-Te diré cómo me siento cuando termine la "revisión" o como sea que se le diga.

Ciel-De acuerdo, espero que esto te ayude a aclarar tus pensamientos. Me preocupe cuando te desmayas te.

Por un momento permaneció en silencio pensando en quien sabe que pero después me sonrió, una sonrisa diferente a las que había visto de él, era más relajada y parecía sincera. Mi corazón dió un vuelco en mi pecho y pude sentir como mi rostro se encendía en un evidente sonrojó que intente ocultar levantándome de la cama para ir a ducharme. Cuando ya me encontraba en el baño quitándome la ropa la puerta se abrió inesperadamente exaltandome. Sebastian entró en el baño con la mirada gacha, pensé que necesitaba hablar conmigo así que aún sin la camisa camine en su dirección para tocarle la cabeza pero no di más de tres pasos en su dirección cuando levanto la mirada que hasta ese momento se mantenía fija en los azulejos del suelo del baño. Sus ojos eran diferentes a los que ví hace unos minutos, estaban encendidos en una emoción que no logré descifrar.

Ciel-Sebastian estas bien?

Sebastian-Ciel yo... Necesito comprobar algo.

Ciel-Algo como que? No puede esperar hasta que me duche?

Sebastian-Ciel... No, no puede esperar ni un segundo más.

Sebastian se movió rápidamente en el baño hacía mí, me asusté un poco cuando ví su mano acercarse a mí.

No sabía que esperar hasta que sentí el suave roce de sus labios con los míos. Ese suave beso que tanto había anhelado al fin había llegado, no opuse resistencia y una vez dejado de lado mi asombro inicial coloque mis brazos en su cuello y abrí ligeramente mi boca para profundizar el beso. Me tomo de las caderas acercándome a su cuerpo haciendo que nuestras masculinidades se rozaran dando pequeñas descargas placenteras a nuestros cuerpos que empezaban a  calentarse. Nos separamos unos momentos a falta de aire, con las mejillas rojas y con un delicado hilo de saliva uniendo nuestras bocas. Miraba a sus ojos llenos de lujuria y una duda desconocida.

Sebastian-Ciel... Puedo continuar?

Ciel-Solo si tu estas seguro... Lo estás?

No recibí una respuesta verbal de su parte, sólo me tomo me de cintura con sus dos manos y me coloco en el tocador de mármol del baño, me gustaría que me dijera algo pero he decidido mandar todo al infierno por lo menos un rato y olvidarme de todo lo que nos rodea.

Su boca implacable devoraba mi cuello mientras acariciaba mis muslos de manera lenta y constante, sólo podía sujetar sus cabellos para incrementar el contacto de mi cuello con su boca mientras desesperadamente intentaba deshacerme de su camisa de botones.

Al fin logré liberar cada botón de su camisa así que aleje ligeramente a Sebastian para deslizar la por sus hombros, una ves se quitó su camisa dejándola caer al suelo me acerqué a acariciar su abdomen plano sintiendo sus músculos bien trabajados oyendo un gruñido que provenía de lo más profundo de su garganta, la sensación que me provocó ese sonido logro explotar mi exitacion a otro nivel. Me acerqué a su cuello para ir descendiendo dejando un camino de besos y algunas mordidas en su esternón, bajando por su clavícula y terminando en uno de sus pezones donde dí una mordida pequeña obteniendo un gemido ahogado como respuesta, esto me va a volver loco.

Síndrome De Estocolmo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora