Rescate

74 9 2
                                    

Alois-Vamos a divertirnos por ultima vez, guapo.

El golpe que me propinó fue muy fuerte, aun tenia la cabeza agachada intentando recuperar el aire cuando escuche un el sonido del agua correr.

Aun con esfuerzo levante la cabeza para ver a Alois mojar un pedazo de tela, su sonrisa era perversa.

-¿Que vas a hacerme?-

-¿Si te lo digo, arruinaría la sorpresa o no?- Sus ojos brillan con una extraña energía, eso no acabara bien.

Se acerco a mi tomando mi silla y haciendo que rodara de espaldas a una de las esquinas mas obscuras de la bodega, me tapo la cara con el pedazo de tela y  empezó a caerme agua a la cara, era horrible, como asfixiarse en agua poco profunda de la que no podias escapar.

Su horrible risa escandalosa solo hacia todo mucho peor y una vez que me resigne a morir ahogado el levanto el pañuelo dejandome jadeando por aire y tociendo el agua que habia entrado en mis pulmones.

Repitió el proceso varias veces, no se cuantas fueron pero en algun punto mi cuerpo dejo de intentar no ahogarse y casi no me movia, ya no quería pasar mas por esto y estaba dispuesto a rendirme cuando levanto el pañuelo otra vez de mi cara, apenas daba débiles bocanadas de aire, mi cuerpo estaba cansado.

-Vaya Sebastian, pensé que resistirías más, que decepcionante pero bueno, con esto despiertas seguro-

Aun con la cabeza recargada en el respaldar de la silla sentí como me movían otra vez a la zona iluminada, estaba tan cansado que mis ojos empezaron a cerrarse hasta que sentí como algo me apretaba los dedos índices de cada mano, como pude baje la cabeza para encontrarme con unos cables para pasar corriente apretandome los dedos adormecidos.

Pude escuchar la risa satisfecha de Alois al intentar desesperada mente quitarne las pinzas de los dedos.

-No lo hagas... Por favor.

Su sonrisa se fue apagando de a poco, parecia casi piadoso mientras se acercaba a mi.

-Oh sebastian...

Paso su mano por mi mejilla acariciandola y dandome unos horribles escalofrios, su mano siguió su camino hasta llegar a mi barbilla y levantar la hasta dejarme mirando al techo.

-Eso arruinaría por completo mi diversión.

Sentí un gran ardor en mi cuello que me hizo gritar, esta mordiendo mi cuello, sentí como mis lagrimas se mesclaban con mi sangre.

Cuando por fin se separo de mi pude ver como tenia la boca manchada con mi sangre que relamia gustoso.

-Maldito demente!

-Oww hieres mis sentimientos, Sebastian.

Con una carcajada sínica tomo el otro extremo de las pintaz y conecto uno de los cables a una batería de auto jugando a hacer chispitas mientras yo palidecia del miedo.

Dejo de jugar y se acerco a la mesa donde tenia la computadora y tomo lo que parevia una esponja de baño, la humedeció con una botalla de agua y me la metió de manera brusca en la boca.

Empecé a temblar cuando se acerco nuevamente a la batería y tomo la otra conexión que faltaba.

Mirándome a los ojos conecto el cable pasa corriente haciendo que una gran energía pasara por mi cuerpo, mi garganta se cerro al instrante en que mi mandibula se apretada y mis extremidades se extendian.

Desconecto otra vez la pintas dejándome agotado y con el convulsiones espontaneas.

-¿Ciel valia la pena todo esto?-

Síndrome De Estocolmo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora