30 días otp Jayroy [Reescrito]

Día 24: Haciendo las pases

♥️Algunos cambios ❤️

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Cuando esta linda pareja peleaba, era impredecible saber que harían, aveces se arreglaban al instante y otras veces simplemente duraban bastante tiempo molestos. Ambos eran obstinados y orgullosos lo que les impedía aceptar sus errores, ninguno de los dos estaban dispuestos a dar su brazo a torcer.

Y bueno cuando se arreglaban, por lo general, las palabras no eran necesarias, una buena y apasionada noche, casi siempre arreglaba todo.

Además que si les preguntaras, ambos responderían que una noche apasionada después de una discusión era lo mejor.

Era su método de reconciliación.

A Roy le encantaba la rudeza de Jason al hacerlo cada vez que se encontraba molesto, el como llenaba su cuerpo de múltiples marcas que dejaban en claro que el pelirrojo tenía dueño, el como las embestidas llegaban tan profundo, golpeando con fuerza su punto dulce, lo que le provocaba placenteros orgasmos, que le dejaban las piernas temblando como gelatina y lo más importante amaba el como su pareja trataba de dominar por completo la situación, cosa que claramente no se lo dejaba fácil.

Por otro lado a Jason le encantaba el como su pelirrojo le arañaba con fuerza la espalda o cuando le mordía con fuerza uno de sus hombros, eso significaba que estaba haciendo un buen trabajo, disfrutaba de ver la mirada perdida de su pareja por el placer, el como arqueaba su espalda cada vez que daba en su punto,  el como se quedaba afónico por haber gritado toda la noche su nombre sin importarle lo que los vecinos pudieran decir, aunque su parte favorita era el ver a la mañana siguiente el como había quedado el cuerpo del mayor, el admirar su obra de arte era la mejor imagen que sus ojos podrían apreciar.

Obviamente no faltaban las palabras obscenas y los reclamos durante su encuentro, aún incluso en esos momentos se negaban a dar su brazo a torcer, lo curioso era que en vez de arruinar el momento, solo los encendía más.

Y bueno digamos que después de su noche de pasión, olvidaban por completo el origen de su pelea, ninguno admitía su error y ninguno pedía perdón, algo extraña su forma de reconciliación, además de que no era la mejor, pero hay que decir que esta no es una pareja común y corriente, pero para ellos ese método funcionaba y con eso les bastaba para que estuviera bien.

Pero por desgracia no siempre ese método era el mejor, y había veces que realmente necesitaban hablar, en esas ocasiones la situación se complica a bastante, ninguno de los dos sabía expresarse correctamente cuando se trataba de hablar de sus sentimientos.

Cuando eso sucedía, ninguno de los dos sabía como comenzar a hablar, sobretodo por miedo de abrir la boca y decir algo que solo empeore la situación, porque ya muchas veces les había pasado aquello.

En su pelea más reciente, ambos sabían que no lo podrían resolver con una noche apasionada, sino que realmente tendrían que hablar de eso.

Porque esto no era una pelea por cualquier cosa, esta vez se tocaron muchos temas sensibles para ambos.

Inseguridades, mal entendidos, palabras hirientes, entre más cosas eran las responsables de la pelea de esta pareja.

3 largos meses fueron los encargados de separar a la pareja.

El orgullo y la tristeza se aseguraron de impedirles hablarse o tan siquiera buscarse.

La noche les garantizo horas de insomnio, peleas internas, culpas, remordimientos y lagrimas traicioneras que resbalaban por sus mejillas a pesar de no querer.

Pero a pesar de que todos ellos se organizaron para separarlos, los recuerdos, la necesidad de estar juntos, el corazón y el amor, se pusieron de acuerdo para ganar la batalla contra los otros.