30 días otp Jayroy [Reescrito]

Día 14: Cambio de género

♥️Jason = Jessica❤️
❤️Roy = Rose♥️
♥️Kory = Ryan❤️

❤️Cap nuevo♥️

♥️❤️♥️❤️♥️❤️♥️❤️♥️❤️♥️❤️♥️❤️♥️❤️

Los complejos e inseguridades son comunes, estos pueden ser físicos o emocionales, pueden surgir por diferentes motivos, pueden ser grandes o pequeños, pero siempre causarán el mismo efecto: Malestar emocional.

Si bien estos complejos e inseguridades pueden ser superados, no siempre es así, aveces uno siente que ya los ha podido superar, que por fin se podido deshacer de aquel malestar emocional, pero lamentablemente no es así, no siempre se pueden superar.

Lo peor es que estos miedos vuelven en los peores momentos, cuando estás conforme contigo estos miedos vuelven y atacan, logrando hacerte caer de nuevo.

Repitiendo el ciclo una y otra vez.

Rose sabía de eso, lo sabía muy bien, y odiaba cada vez que pasaba.

Hace tan solo unos días se encontraba tan emocionada imaginando el lindo y sexy traje de baño que usaría en la playa, y ahora no podía ni siquiera imaginarse usando algún tipo de prenda corta.

¿Cómo había llegado a esto? No es una explicación muy difícil, simplemente se encontraba vistiéndose luego de una agradable ducha, estaba terminando de colocarse su sostén cuando su atención se posó en el espejo de cuerpo entero que había en su habitación.

Siempre lo ignoraba, no sabía porque está vez había sido diferente, algo la había hecho que se quedara a observar su silueta con atención.

Pasó su verde mirada por todo su cuerpo, a simple vista cualquiera podría decir que no estaba nada mal, complexión delgada, cintura y caderas estrechas, piernas largas y esbeltas, pechos acorde a su complexión y un apretable trasero.

Si puede que para muchos la silueta de la pelirroja fuera bastante atrayente e incluso sensual, pero no para ella.

En estos momentos Rose no podía encontrar nada que le gustase de su cuerpo.

Pasó mil veces su mirada por su cuerpo, y en vez de encontrar algo que le gustará solo veía defectos.

La última vez fue la peor.

Inicio su recorrido por sus piernas largas y esbeltas, de lejos puede que se vieran bonitas, pero de cerca eran horribles.

Las drogas habían hecho que perdiera mucho peso, y aunque ya se había recuperado, siempre extrañaría sus bonitas y voluminosas piernas.

Tenían unas cuantas pecas en sus delgados muslos, que eran acompañados por unas cuantas cicatrices, que si bien no podía recordar con exactitud cómo se las había provocado, tenía ligeros recuerdos.

Siempre era lo mismo, en una de sus tantas recaídas y momentos de desesperación por la ausencia de la drogas en su sistema, tomaba cualquier objeto punzante y lo clavaba en su delicada piel, intentando controlar los horribles ataques de ansiedad que le provocaba la falta de narcóticos.

Aquellas cicatrices sería un recuerdo constante a aquéllos tiempos.

Sacudió un poco su cabeza intentando despejar su mente y mejor continuar subiendo por su cuerpo.

Llegó hasta su torso, sus caderas no se veían tan mal, al igual que su cintura y pechos, pero por desgracia las horribles cicatrices que había ahí sí.

Pequeñas marcas de quemaduras casi invisibles pintaban su blanca piel, aún las recordaba, aveces se las hacían los tipos con los que se acostaba, se arrepentía demasiado de dejarse usar como una muñeca de trapo a cambio de un poco de droga.