9- Encerrada

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                                                                  9

                                                        ENCERRADA

        Cuando terminaron el postre subieron a la primera planta y giraron a la derecha. Si Charlie lo recordaba bien ahí debían de estar las zonas de estudio y la sala de estar. Efectivamente, pasaron por delante de una sala vacía con mesas, continuaron hasta la puerta siguiente y entraron en el salón.

        Todos los ordenadores estaban ocupados por grupos de gente joven. En uno de los sofás había un hombre de unos sesenta años leyendo un libro de Stephen King. En la oscura zona donde se encontraba el proyector había un montón de chavales tumbados en el suelo viendo una película de dibujos animados que Charlie no pudo reconocer. En una butaca había una mujer de mediana edad leyéndoles cuentos a niños pequeños. Al otro extremo había una chica tocando la flauta silenciosamente. Bastante variedad para un sólo salón.

        Los seis se adueñaron de uno de los sofás más grandes con forma de “U”. A Charlie se le ocurrió que era un buen momento para contarles la información que el director Greg Kirkman le había dado sobre ellos. No es que quisiera indagar en el tema para sacarles información ni nada similar; lo que le pasaba era que se sentía mal, culpable en cierto sentido, por estar al tanto de cosas suyas sin que ellos lo supieran. Necesitaba decirles lo que sabía.

        ―El director Greg Kirkman me ha contado que sois hermanos.

        Todos se quedaron callados un momento. Charlie tampoco quería hacerles sentir incómodos ni mucho menos, no quería meterse en su vida, al igual que tampoco quería que se metieran en la suya. Tampoco es que le pareciese un dato muy importante, pero le había extrañado que no lo comentasen antes.

        ―Eso es un poco relativo...―dijo Louis en un susurro mirando a Harry de reojo.

        Zayn jugaba con el mechón rubio de su pelo, allí, delante de la ventana, con los rayos del sol pegándole en la cara, se le veían los ojos más amarillentos de lo normal. Parecía sacado de una pasarela de moda, como si estuviera posando todo el rato; era gracioso y curioso a partes iguales.

        Liam unió sus manos y miró a sus hermanos de uno en uno. Parecía el más serio y el que tenía los pies mejor aparcados en la tierra. ¿Sería el mayor?

        Louis sonreía de medio lado. Se atusó el espeso flequillo un par de veces, para no tener que ver entre los mechones de color marrón claro y carraspeó.

        Niall se puso nervioso, comenzó a mover la pierna derecha sin parar, de arriba abajo. Posó con urgencia los ojos sobre Louis, con inocencia, esperando a que fuese él quien tomase la iniciativa y hablase. Quizás era por su apariencia dulce y refinada, por su blanca y translúcida piel o por sus ojos grandes, redondos y azules; pero a Charlie le parecía frágil, como si necesitase el respaldo de sus hermanos, como si se sintiese inseguro.

        Harry miró hacia abajo, fingiendo aparentar que los destellos plateados y brillantes de sus playeras eran muy interesantes. Alzó el brazo y posó la mano sobre la rodilla de Louis, dándole unos toquecitos con las yemas de los dedos.

        ―Sí, somos hermanos―contestó Zayn por fin, mirando a Charlie.

        Todos se relajaron mucho después de esos segundos de silencio.

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⏰ Última actualización: Jan 31, 2015 ⏰

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