Las calles se encontraban casi vacías, si no fuera por aquellas perosonas que regresaban lo más rápido posible a casa para poder celebrar ese día tan especial con sus familiares.
El azabache dio un suspiro de cancansio, él estuviera en su departamento disfrutando de una gran cena con su rubio, pero a este se le ocurrió escapar, dejando solo una nota diciendo "No podré estar en navidad contigo, pero te recompensare cuando vuelva", no le enojaba que saliera (ya no tanto) sino que no fuera lo suficientemente valiente como para decirle a la cara que se iba a ir. Como hubiera querido festejar con su amante.
Tras llegar a su departamento y saludar a los pocos guardias que tenía. Cambió su calzado y se desabrocho algunos botones de su camisa tras quitar su corbata. Tomó unas cerveza de su refrigerador y salió al balcón a fumar y admirar la hermosa noche.
Miraba el cielo exalando el humo del cigarrillo, si pudiera pedir algún regalo sin duda alguna pediría que le trajeran a su rubio, tanto como por extrañarlo y también para darle su castigo por haberse ido así sin dar alguna explicación coherente.
Apago su cigarro tirando la colilla por el aire. Algunos toques en su puerta lo alertaron, sus guardias no podían ser ya que sabían que no estaba de humor y no debían de molestarlo por nada del mundo, y su rubio no podía ser, ya que este tenía llave para abrir. Se sentó en el sillón más cercano, pero el sonido de su celular hizo que se levantará hasta donde se encontraba para así poder contestarlo.
-¿Que quieres Mikhail? -
-Tu buen amigo quiere desearte feliz navidad ¿por que no abres la puerta? -
-No estés jodiendo, no estoy de humor, así que solo largate -
-Yo solo quería darte un regalo -
-No quiero nada de ti -
-¿Estas seguro? Por ahí se me informó que se te perdió un gatito, muy escuridoso por cierto, así que me tomé las molestias de encontrarlo por ti -
En ese momento el azabache a pasos rápidos se dirigió a la puerta encontrándose a su amigo ruso. Este lo saludo con una gran sonrisa.
-Ponte tu saco, nos vamos - El azabache solo quería ver a su rubio así que le hizo caso
-¿Se puede saber a dónde vamos? - El ruso sólo le guiño un ojo e hizo una seña de que guardara silencio
Tras un corto viaje (para el yajuza largo), llegaron a una casa algo modesta, no era ni tan grande ni tan pequeña. Los dos bajaron del auto y entraron, casi todo estaba en silencio sino fuera por una pequeña melodia que venía de la habitación principal.
-Ve - El ruso le hizo una seña para que siguiera -, después me puedes dar las gracias
Tras eso se despido dejando solo al yakuza.
Con cautela abrió la puerta de la habitación, encontrando a su pareja ensima de la cama sobre sus rodillas, con unas orejas de gato, una lencería de color blanco, las manos atadas detrás de su espalda y sus ojos cubiertos por una fina tela de color rojo.
-¿Fei? ¿Eres tu? - La voz del rubio salió algo temerosa
Sin hacer tanto ruido se acercó al rubio hasta que sus labios quedaron a centímetros de la oreja de este.
-Pará tu mala suerte no soy Fei, pequeño gatito - La voz del yakuza era ronca y gruesa lo que hizo que un escalofrío se colara por la espalda de este
-¿Asami que heces aquí? -
-Eres mi regalo de navidad, pequeño gatito - Dio un pequeño respindo el rubio tras sentir como mordian su lóbulo de la oreja y una mano apretaba su trasero expuesto por la pequeña tanga que traía
-Asami por favor desatame y quita esto de mis ojos - Una sonrisa de lado adorno el rostro del azabache
-Mi pequeño gatito, no sabes lo que te espera la noche de hoy -
Tras decir eso empujó al rubio a la cama dejándolo recostado. Miró un rato al rubio apresiando la vista que le habían proporcionando, sin duda alguna ese era su mejor regalo de toda la vida.
Preciono uno de los pezones del rubio lo que hizo que soltara una gemido ahogado, todos los roces o toques el rubio los sentiria más por la venda de los ojos. Se deshizo de su ropa y tras eso cambió la posición del rubio dejando la cabeza de este colgando en la orilla, paso sus dedos por la boca del rubio haciendo que la abriera, me tio su falo de una en su boca empezando una fuerte vaivén. No pasó mucho para que el rostro del rubio fuera un total desastre, saliva por sus mejillas, su rostro chapeteado por el hambiente caliente, el líquido pre-siminal por la comisura de sus labios y aunque no se pudiera apreciar sus ojos en blanco.
Ninguno de los dos quería de tenerse en ese momento, el uno y otro sabían que estaban en su límite y que pronto llegarian al primer orgasmo de la noche. Sus cuerpos sudorosos y sus respiraciones erráticas advertían que cada vez estaban más en su máximo, un fuerte gruñido por parte del azabache fue como se vino en la boca del rubio.
El rostro del rubio era un total desastre, su boca inchada por la reciente manada que le había dado a su pareja y el líquido blanquecino escurriendo por parte de su boca hasta llegar a su pecho.
El olor a sexo ya estaba más que impregnado en sus pieles y en la habitación, los dos estaban más allá de exitados, sus cuerpos pedían a gritos que se unieran, así siendo uno, y eso hicieron...entre caricias y alguno que otro beso en sus cuerpos desnudos se acomodaron de la mejor manera - en ese instante- para que el azabache ya penetrara al rubio.
Entre gemidos y jadeos empezaron con un lento vaivén, sintiendo como sus pieles chocaban y hacian ese clásico sonido de chapoteo y golpeteo. Una mano del yakuza bajo hasta el pene del fotógrafo empezando a masejearlo, manchando su palma del líquido pre-seminal que chorreaba de la punta del rubio.
Sus bolas pegaban fuertemente con el redondo trasero de su pareja, esto quería decir que le faltaba poco para poder llegar al tan exclama do segundo orgasmo y al parecer su pareja también estaba apuntó de llegar pues su entrada empezaba a temblar y apretar un poco más. Dio las estocadas más fuertes enterrandose en los más profundo que podía en la cavidad del rubio así vaciando su esencia dentro del rubio y su contrario manchando su mano y parte de su abdomen.
-Esto fue grandioso - Una cansada sonrisa apareció en los labios del rubio
Aún estaba intentado recuperar el aliento para poder hablar.
-Mis manos - El azabache desató la cuerda dejando que extendiera sus brazos pidiendo que se acercara - Feliz Navidad
Y como si este hubiera sabido dijo en el momento exacto en el que el reloj marco las 12:00 am
-Feliz Navidad - El azabache atacó los labios del rubio en un demandante beso
Sin duda alguna una de las mejores navidades para los dos; estando con su pareja y disfrutando de un sexo brutal.
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Espero que les guste si es así dejen su 🌟 y comentarioLes deceo una feliz navidad un poco adelantada, disfruten con sus seres queridos y cuídense mucho.
Se que estado algo ausente, pero ya salí a "vacaciones" y podré estar más activa.
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oneshots Yaoi2.0(Viewfinder)
FanfictionOne-shots yaoi que se me ocurren, si es que le gusta lo hard, lo triste, lo feliz y lo gracioso leanme. Sino les gusta eviten leerla y ahorrarse sus comentarios malos. Si les gusta sean bienvenidos a leerla Segunda parte de oneshots yaoi(Viewfinder)