oneshots Yaoi2.0(Viewfinder)

Conversacion 3/5 Maraton

-Pagarás caro cuando llegue a casa - Mensaje de Asami para Akihito

- ¿Yo que hice? - Mensaje de Akihito para Asami
-No te hagas el inocente - Mensaje de Asami para Akihito

-No se de que hablas - Mensaje de Akihito para Asami
-Sabrás de que hablo cuando llega a casa Takaba Akihito - Mensaje de Asami para Akihito

El rubio abrió los ojos como plato sorprendido y un poco temeroso. Las pocas veces que Asami lo llamaba por su nombre completo era por que realmente sufriría. Bueno para que lo negaba, quería tener una muy buena noche con su yakuza y por eso lo había estado provocando desde que este despertó.

Tendría algunas horas para hacer una mini maleta y conseguir algún lugar por mientras de que a su pareja se le bajara un poco el enojo o bien solo provocarle más enojo por su huida.

Se levantó rápidamente de su asiento cuando escucho la puerta ser abierta y azotada con firmeza. Trago duro y lo único que podía hacer era resignarse, dezabrocho su pantalón y con una tira de una bata amarró sus manos no sin antes dejar su pecho descubierto.

El yakuza al ver de esa manera al rubio se coloco una sonrisa maliziosa en los labios. Es noche seria muy...larga, haría que el rubio tomará su lección.

-Así que ya estas listo - El rubio intentó poner su mejor cara de inocente, intentando que el yakuza no fuera tan severo

Pero el yakuza no iba hacer leve, es más en su vocabulario no iba incluido aquella palabra. Con una sonrisa maliciosa se acercó al rubio tomándolo en brazos hasta llevarlo al sillón más cercano.

-¿Si sabes que la palabra piedad no la tengo incluida verdad? - El rubio abrió los ojos con temor, intentaría huir pero eso solo agravaría su situación

Le quito el pantalón y la ropa interior al rubio, dejándolo sobre sus rodilla y codos al menor, quitó su corbata y con esta tapó los ojos del rubio, no dejaría que este mirara lo que le iba hacer. Tomó su maletin y de este saco una pequeña bolsa de color negro, de esta sacó dos vibradores de un tamaño pequeño.

Sacó una pequeña botellita de lubricante y lubrico los dos vibradores metiendo los dos al mismo tiempo en el rubio, este solo puedo gemir en alto el nombre del yakuza. El azabache prendió los dos vibradores al máximo haciendo que el rubio apretar sus piernas como si aquel acto pudiera quitar su exitacion.

-Vamos a ver cuanto duras así, si logras aguantar 15 minutos pensaré en no ser tan severo -

La respiración del rubio era entre cortada y sus mejillas estaban rojas como manzanas, apenas habían pasado 5 minutos y él sentía que ya no podía más. Estaba sentado el él regazo del yakuza el cual le estaba dando atención a sus pesones uno con su boca y al otro pelliscandolo con su mano, su pene era tocado de arriba a abajo y en su trasero había dos vibradores al máximo.

Sin duda alguna no iba a soportar los 15 minutos, no era como si pudiera soportar tanto sin correrse, al yakuza no le importaba cuantas veces se corría el lo dejaba, tan solo con que supiera que lo estaba disfrutando y con que él lo disfrutará y quedara satisfecho era suficiente.

-Quedan 5 minutos - Asami habló en el odio de Akihito, sabía que le encantaba escuchar su voz a la hora de sexo

-Asami ya...- Chillo el rubio sintiendo que ya no podía más

Apretó con fuerza los hombros del yakuza, haciendo que la camisa que esté llevaba se arrugara. Los movimientos de la mano del yakuza casa vez se hacían más rápidos sobre el miembro del rubio.

-Se acabó el tiempo - Apretó una de las nalgas del menor mientras sacaba los dos vibradores - Puedes venirte

Solo eso vasto para que el rubio se viniera sobre la mano y abdomen de su pareja. Una sonrisa nazal emitió el azabache mientras probaba el líquido blanquecino del rubio, lo que hizo que un sonrojo se pusiera en las mejillas del menor, bueno si es que se podían poner aún más rojas.

-Ahora enséñame ese hermoso culo tuyo - Akihito hizo caso, pego su pecho al sillón dejándole acceso a su entrada al yakuza

Sin aviso Asami entró en el rubio dejando que este soltara un gran gemido y que sus ojos se empellaran por las pequeñas lágrimas.

El fuerte chapoteo y golpeteo de sus pieles chocar resonaba por todo el lugar. Hasta los pisos de abajo los podrían escuchar, pero no le tomaron mucha importancia. Mientras el yakuza se dedicaba a penetrar sin piedad el agujero de su pareja y morder la espalda y cuello del rubio, este solo podía gemir en alto y apretar con fuerza en el porta brazos.

-Sigue moviendo ese lindo culo, estoy por venirme - Con un ronco gemido pudo terminar el azabache dentro del rubio, al mismo tiempo que este, pero con la diferencia que el rubio terminó sobre el sillón

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Espero les guste si es así dejen su ⭐ y comentario, nos seguinos leyendo

Terminando de escribir voy a tener que leer la biblia 👀 (al igual que ustedes)